“Pienso que estoy soñando, que no es verdad”.

La estudiante Valeria M. Ortiz Rivera disfruta repasar cuando en enero de este año recibió la noticia de que fue aceptada por el proyecto Africa Conservation Experience para realizar un trabajo voluntario, y poner en práctica los conocimientos adquiridos dentro de su grado asociado como asistente veterinaria, en una interacción directa con animales silvestres en el sur del lejano continente.

“Es una organización que tiene distintos departamentos, ya sea como voluntariado, internships (prácticas), scholarships (becas). Ellos se especializan en trabajar con animales silvestres y realmente me gustaría en un futuro especializarme en eso”, manifestó la joven de 23 años, quien en agosto culminará su grado en Columbia Central University, recinto de Bayamón.

“Decidí aplicar (solicitar) ya que he tenido la oportunidad de colaborar con la doctora Morian Fox, que hace investigaciones con animales primates (Caribbean Primate Research Center, Toa Baja). Es así que empieza esa inspiración de querer solicitar en África. De ahí empecé a hacer research (investigación) de los internados y scholarships que ofrecían de vida silvestre. Encontré Africa Conservation Experience, y cuando lo vi me ilusioné. ¿A quién no le gustaría ir a África y poder experimentar en una práctica real?”.

Desde octubre del año pasado, la motivación la impulsó a intentar, no solo una vez, sino decenas de ocasiones para ser aceptada.

“Solicité más de 30 veces (ríe). Llené todo tipo de programa que ellos ofrecen”, resaltó la estudiante natural de Bayamón, quien afirmó que desde niña ha tenido gatos, perros, peces y conejos entre sus mascotas. “En enero 25 recibí la contestación de Africa Conservation Experience. Creo que no he podido dormir desde que recibí ese email”.

Desde su creación, Valeria es la tercera puertorriqueña en ser aceptada por el proyecto para trabajo voluntario, según destacó. La experiencia que anticipa que vivirá con esta oportunidad la llena de ilusión.

“Voy a estar en Johannesburgo y traslada a una reserva natural, y ahí me van dividiendo los días, moviéndome a diferentes orfanatos de animales”, mencionó sobre la aventura educativa para la que viajará el próximo 26 de septiembre, y que se extenderá hasta el 20 de octubre.

“Estaré aprendiendo todo el comportamiento de los animales. Los sábados voy a estar haciendo esterilizaciones con el doctor English. Del lunes a viernes estaré el 70% de mi tiempo trabajando en reservas de animales salvajes, ya sea dosificando, haciendo pruebas de ADN, poniendo collar de rastreo, vacunas, suero, entre otras cosas”, adelantó Valeria, quien se hospedará en una reserva.

“Voy a estar trabajando con elefantes, jirafas, cocodrilos, rinocerontes, gorilas, leones, tigres, búfalos y un montón de animales”, detalló con ilusión la joven, quien compartió que los gastos de pasaje de avión, equipaje y uniformes corrieron por su cuenta.

“Ellos me pagan la estadía, comida. Me dan certificado de haber trabajado con animales silvestres y haber colaborado. National Geographic y Animal Planet me dan unos uniformes”, resaltó, y señaló que por parte de Columbia Central University “me hicieron un regalo de $400 y me donaron tres uniformes”. A su vez, aclaró que aunque National Geographic no está asociado directamente con el proyecto, participan en el proceso de capturar imágenes para documentar las labores que se realizan en el lugar.

Por otro lado, la estudiante obtuvo un reconocimiento el pasado 2 de julio por parte de la Cámara de Representantes por su determinación para continuar sus estudios. “Me felicitaron por todos mis logros y por ser aceptada por Africa Conservation Experience, por no quitarme a pesar de las dificultades de la pandemia, del terremoto”. También, por su labor voluntaria en la entidad sin fines de lucro The Humane Society of Puerto Rico.

“Ellos me han brindado las mejores herramientas para yo seguir luchando por mi futuro y por todo lo que deseo. Ha sido una experiencia súperenriquecedora para mí”, dijo la estudiante. “Para mí significa mucho salvarle la vida a animales que son indefensos, ya sea por el maltrato animal, porque no tienen un hogar. Me llena de felicidad poder brindarles atenciones con todo el conocimiento que poseo”, sostuvo la aspirante a veterinaria, quien comenzó un bachillerato en biología humana, y tras reconocer que no era de su interés profesional, decidió iniciar el grado asociado que está por terminar.

“Mi meta es que luchen por sus sueños. Nunca es tarde para empezar de nuevo. Yo soy el vivo ejemplo. Esa es parte de mi misión, crear un sentido de fe para esos estudiantes que se sienten un poquito abrumados por escoger una carrera errónea. Realmente, esto me ha cambiado la perspectiva de la vida”, enfatizó la estudiante.

Interesados en donar para gastos del internado pueden enviar su donativo por ATH Móvil al 787-527-3434.