Los universitarios residentes de Torre del Norte del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) aprobaron en asamblea un ultimátum a la administración si no se atienden una serie de reclamos que incluye el cese del proceso de cierre.

Y es que un total de 375 estudiantes serán desalojados de sus dormitorios el próximo 16 de junio en un alegato de mejoras estructurales al edificio.

Es por esta razón que, si las condiciones propuestas por los estudiantes no son atendidas y negociadas al 1 de junio, “los residentes harán todo lo necesario para mantener la residencia Torre del Norte abierta”, comunicó el Concilio de Residentes en declaraciones escritas.

“Es importante incorporar al residente en este proceso y esto no ha pasado. Vivimos en una residencia con 47 años de vida que requiere unas mejoras, pero estas mejoras no deben ser un pretexto para dejar a 375 estudiantes en la calle sin un plan de contingencia y mucho menos para esconder una intención de vender la residencia de la Universidad de Puerto Rico a una alianza público-privada”, criticó el presidente de la asociación, Yadiel Suarez Cancel.

En la asamblea, celebrada el pasado miércoles, los residentes aprobaron comenzar diálogos con la Middle States Commission on Higher Education y con el Centros de Recuperación de Desastres de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para presentarles el caso de Torre del Norte, así como la posible privatización por parte de la administración universitaria “sin un debido plan para los residentes”.

De igual forma, aprobaron realizar un estudio socioeconómico sobre el impacto del cierre de la residencia.

Asimismo, exigen que Torre del Norte se coloque de inmediato en la solicitud electrónica de vivienda como una opción de hospedaje para el año académico 2018-2019. Una vez reincorporada al proceso, piden que se extienda el tiempo para llenar la solicitud de admisión o readmisión.

No a la privatización

También, solicitan que se detenga toda acción e intención de cierre de la residencia; se descarte la privatización o cualquier Alianza Público-Privada (APP); que el costo de la residencia continúe siendo $220 semestrales; que se divulguen los informes que alegan las deficiencias del edificio que lo hacen “inhabitable” de inmediato; y que se forme un comité amplio para desarrollar nuevos modelos paras las residencias universitarias que no sea la privatización de ninguna de las residencias que posee la UPR.

Además, requieren que los planes de acción deberán ser concretados con la participación de la comunidad de Torre del Norte, mediante una comunicación “transparente y continua”.

De no alcanzar los acuerdos a la fecha estipulada, Suarez Cancel le explicó a Primera Hora que se llevará a cabo una reunión para que los residentes estipulen los mecanismos que utilizarán en defensa de su residencia.

Reuniones infructuosas

Según comunicó el Concilio de Residentes, los universitarios han sostenido diversas reuniones con la administración universitaria que han sido infructuosas.

Una de ellas fue con el presidente de la Junta de Gobierno de la UPR, Walter Alomar, donde –aseguraron– se discutieron las diferentes propuestas para trabajar el proyecto, así como las discrepancias que muestra un informe del 2015 en el que están sustentando el cierre de la residencia estudiantil.

“En esta reunión expresamos que el proceso de adquirir los fondos y la realización de un informe de daños no se ha contemplado y el proceso de subasta es uno extenso y estamos solicitando que mientras esto ocurre, se les permita a los residentes permanecer en su hogar.” mencionó el vicepresidente del Concilio, Raúl Dávila Caballero.

Mientras, Suarez Cancel explicó vía telefónica que el informe del cual el rector interino del recinto riopedrense, Luis Ferrao, se está amparando para el cierre no está actualizado. A modo de ejemplo, señaló que el documento resalta problemas con las alarmas, tema que ha sido resuelto.

Por otro lado, el pasado 15 de mayo el Concilio de Residentes sostuvo una tercera reunión con el rector del recinto; la decana de Estudiantes, Gloria Díaz Urbina; el decano auxiliar, Darwin Marrero; y la ingeniera Belkis Fábregas.

 “Se cuestionó el tiempo del proceso de subasta dentro del recinto, la ingeniera Fábregas acepta que varias subastas dentro del Recinto están quedando desiertas. De igual forma, se cuestiona que el informe de daños del 2015 se realizó con los residentes dentro de la residencia, donde la ingeniera Fábregas acepta que esto fue así. Hasta el momento, no hay razón para denegar la petición de realizar estos trabajos con los residentes adentro de la residencia”, explicó Dávila Caballero.