La exfiscal y exdirectora de la División de Crimen Organizado y Drogas del Departamento de Justicia, Janet Parra, tronó ayer contra el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli, por la liviandad con la que maneja los asuntos prioritarios de la agencia a la que han renunciado más de 100 fiscales.

Además, denunció la presunta inacción de la oficina de la jefa de Fiscales, Jessika Correa González, que ha estancado la radicación de cargos de 15 asesinatos por una supuesta gestión que no ha realizado.

Las manifestaciones de Parra -quien renunció al Departamento en abril de este año- se dieron a través de un video publicado en su página de Facebook, en el que reacciona a las expresiones del gobernador Pedro Pierluisi, que el jueves admitió que no leyó su carta de renuncia. Esto, tras 26 años en el servicio público.

Al iniciar su alocución, la exdirectora funcionaria habló de alegadas presiones que recibió de su entonces jefa, Olga Castellón, por el contenido de sus redes sociales, y de la exsecretaria de Justicia Dennise Longo Quiñones, quien supuestamente la amenazó con destituirla por dar su opinión en mayo de 2020, en “un video en contra de un proyecto de ley que iba dirigido a hacer retroactivos los casos por unanimidad”.

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Aseguró que, en ese momento, ella entendía que la ley no tomaba en cuenta a las víctimas de delito, además de que su postura no estaba en contra de la agencia ya que los fiscales son los abogados de las víctimas.

Sin embargo, a pesar de esto, “la entonces secretaria de Justicia me llamó a su oficina y me informó que me iban a radicar cargos bajo la ley de Ética Gubernamental, bajo el código penal y que iba a iniciar un proceso de destituirme por haber hecho ese video. Así que, la realidad es que siempre ha habido una mordaza”, reveló.

“En mi caso particular, yo sabía que me estaban vigilando mis redes sociales y se me amenazó con que me iban a botar. Imagínese, yo estuve 26 años en el Gobierno. Nunca estuve en la práctica privada, nunca ejercí la práctica privada de la profesión, siempre fui una funcionaria pública. Soy jefa de familia que tiene deudas igual que usted, que pagar, hijos que mantener y no es fácil tú tener unas jefas que te digan: ‘Te vamos a botar’. Inclusive, dando tu opinión. Inclusive, diciendo lo que tú piensas”, confesó.

“Hoy, las habichuelas de mi casa no dependen del Gobierno de Puerto Rico. Así que hoy, yo estoy en mejor posición de poder decir las cosas como las pienso, como las siento y las críticas que entiendo que se deben hacer. Y usted podrá decir: ‘Pero si su renuncia fue hace siete meses, por qué no lo dijo cuando renunció’. Porque, mire, esa renuncia tenía asuntos confidenciales y yo, realmente, entendí que en algún momento el secretario de Justicia iba a hablar conmigo y yo iba a tener la oportunidad de decirle por qué yo había renunciado. Eso nunca fue así”, argumentó.

Recordó que el pasado 29 abril, cuando llevó su carta de renuncia a la Fortaleza la atendieron en el pasillo.

“El retén me preguntó que a qué yo iba y yo le dije que iba a llevar un documento, porque estábamos en el pasillo donde se recibe a todo el mundo. Dos o tres minutos después bajó una persona que se identificó como ayudante de la directora y me preguntó que qué documento yo iba a llevar. Y yo, pues de forma… bajé la voz y le dije: ‘Vengo a traer mi carta de renuncia’. Y la persona lo que me dijo fue: ‘Pues, entréguemela’ ”, contó.

“No me malinterprete, yo no pretendía que me pusieran una alfombra roja, ni que me despidieran con mariachis. Pero, lo mínimo, lo mínimo que un empleado público que lleva 26 años de su vida en el servicio público es que te pasen a una oficina para que tú entregues ese documento, para que le saquen copia y te entreguen una copia. Me atendieron en el pasillo. Yo se la entregué y le pedí que me trajera una copia ponchada porque esa copia ponchada, yo se la tengo que llevar a la oficina del secretario de Justicia. La persona subió y me trajo la copia ponchada. Y yo me fui”, relató.

“Me acuerdo que llamé a una persona muy cercana a mí y le dije: ‘¿sabes qué? Me atendieron en el pasillo’. Esto me confirma que yo tomé la mejor decisión”, resaltó.

Igualmente, mencionó que esa tarde recibió una llamada del titular de Justicia para preguntarle acerca de su repentina dimisión. No obstante, presuntamente, Emanuelli quedó en devolverle la llamada para reunirse y discutir los pormenores del asunto, pero no lo hizo.

Por eso, al escuchar las expresiones del gobernador supo que éste nunca leyó su carta y, aun así, aceptó su renuncia.

“¿Cómo yo sé que no la leyó? Porque lo dijo en sus expresiones ayer (jueves) y, sin duda, porque yo le hablo en esta carta de 15 asesinatos. ¿Escuchó bien? 15 (asesinatos) que están listos para radicarse. Que lo único que falta es una gestión de la oficina de la jefa de Fiscales. Los fiscales de estos casos están listos para radicarlos y listos para litigarlos y lo único que falta es esa gestión de la oficina de la jefa de fiscales”, cuestionó.

“¿Cómo es posible que yo le diga al señor Gobernador que allí hay 15 asesinatos y que él ni siquiera le pregunta al secretario de Justicia: ‘Mira, esta información que da la licenciada Parra, ¿es cierta? ¿no es cierta? ¿Qué está pasando con esos casos?’. Obviamente, si no leyó mi carta de renuncia, esos 15 asesinatos, él no sabe ni que existen. Si el señor Gobernador, que es el que puede llamar a cuenta al secretario de Justicia, no sabe lo que dice mi carta de renuncia, pues, ¿qué yo puedo esperar del señor secretario?”, insistió.

De otra parte, tronó contra la ejecutoria del secretario de Justicia, ya que, bajo su dirección, han renunciado más de 100 fiscales.

“Es bien difícil tú ver un Departamento de Justicia que en estos últimos dos años, que es lo que lleva el señor secretario dirigiendo el Departamento, han renunciado más de 100 fiscales. ¿Cómo es que nadie le cuestiona a ese señor secretario por qué le han renunciado 100 fiscales? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Cómo si alguien le dice a usted, mire, hay 15 asesinatos que no hacen nada, que la jefa de fiscales no hace lo que tiene que hacer, que el secretario no hace lo que tiene que hacer? ¿Cómo es que usted no le cuestiona eso?”, recalcó.

“Obviamente, es más fácil decir que esas son cosas del pasado, que esta fiscal se fue mordía. Mire, yo no me fui mordía porque a mí nadie me pidió la renuncia. Que no fue que se me agotó el término y no me renominaron. A mí me quedaba término como fiscal todavía. Pero yo me fui por la indignación, no solamente de esos 15 asesinatos, sino de otros asuntos confidenciales que no están en la carta, pero si usted lee la carta, usted va a ver que, si usted me hubiese preguntado, yo le podía decir qué es lo que estaba pasando”, agregó.

Parra, quien lideró la División de Crimen Organizado y Drogas del Departamento de Justicia hasta mayo de este año, confesó que se fue indignada “de saber, de tener un secretario que trata con tanta liviandad los asuntos importantes del Departamento”.

“Mire, señor Gobernador, el Departamento no se ha caído, no se ha ido por un barranco, porque usted tiene allí fiscales comprometidos, empleados comprometidos, desde administración, monopolio, registro, todas esas divisiones, usted tiene allí personal comprometido que mantiene en pie al Departamento de Justicia, a pesar de tener a una persona que lo dirige que nunca ha sido un funcionario público, que no conoce el Departamento, que no sabe lo que tiene que hacer para que este pueblo vuelva a tener confianza en ese Departamento de Justicia”, apuntó.

“Si el Gobernador no leyó mi carta y nadie le llama la atención al secretario de Justicia, esos 15 asesinatos se van a quedar ahí. Yo me fui hace siete meses y no se ha hecho nada. ¿Qué vamos a esperar? ¿Qué vamos a hacer? Pues ya yo no sé. Porque después de las expresiones del Gobernador, como dije ayer, Dios nos ampare”, concluyó.