Residentes camuyanos objetaron el centro de acopio establecido en los alrededores de la antigua escuela Pablo Ávila, resaltando que se ha convertido en una pestilencia para aquellos que viven en el área urbana del municipio.

“Culebras, cucarachas, ratones, mosquitos, moscas y alacranes son la orden del día en los patios de las residencias aledañas a dicha escuela”, expresaron en declaraciones escritas.

Según el alcalde Gabriel Hernández, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) autorizó el uso de esta área como centro de acopio después del paso del huracán Fiona para depositar materiales no peligrosos y vegetativos.

Pero, dijo que ya se completó el proceso de subasta pública y contratación de una empresa que el próximo lunes, 23 de enero, hará la disposición final del material y limpieza general del lugar. No especificó el nombre de dicha empresa.

Por otra parte, también se contrató a la empresa Progress LLC para supervisar el proceso de disposición de los materiales en el centro de acopio temporero. Así, los desechos vegetativos se trasladarán a la Planta de Composta y el resto del material no vegetativo se dispondrá en el vertedero de Arecibo

“El municipio, cumpliendo con su responsabilidad de mantener el pueblo limpio, realizó el recogido de material y estableció como centro de acopio temporero la antigua escuela superior Pablo Ávila. Allí se ha depositado material vegetativo y enseres electrodomésticos contando con todos los permisos gubernamentales necesarios y avalados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés)”, especificó el alcalde a Primera Hora mediante declaraciones escritas.

El Ejecutivo Municipal adujo, además, que el municipio mitiga las operaciones en el lugar con camiones cisterna para controlar el polvo con agua y vigilancia 24 horas al día todos los días de la semana para evitar vandalismo y que se le pegue fuego.

“A esta fecha, el municipio ha mantenido control del área”, manifestó.

Para la comunidad, la eliminación del centro de acopio y limpieza del área debe tratarse con urgencia, pues resaltaron que “la montaña de basura” también amenaza un mangle y reserva natural en el área.

“Es lamentable lo que está ocurriendo en nuestro pueblo de Camuy, no existe ni la más mínima consideración con los residentes del centro urbano. El mal olor constante, sabandijas corriendo por los patios de los hogares, poniendo en riesgo la salubridad de los que allí viven. La administración municipal y su alcalde, Gabriel Hernández, quieren seguir entreteniendo a la gente con promesas que no va a cumplir. Nuestra gente se respeta”, puntualizó la residente Jesmar Gerena Castro.

“Como decirle a Camuy la ‘nueva capital del norte’ con esa presentación, que cuando la gente nos visita, lo único relevante es la montaña de basura en el casco urbano. El pueblo exige acción inmediata, de lo contrario en los próximos días el pueblo de Camuy, en especial, los residentes de este lugar harán una expresión de pueblo”, agregó Gerena Castro.