Hoy, cuando celebramos la Abolición de la Esclavitud, nos cuestionamos si existe aún alguna forma de esclavitud y si el término debe utilizarse estrictamente como se definió  al sistema esclavista-racista establecido en América; o si se extiende  a otros tipos de restricciones de libertad y explotación no relacionadas a la raza, pero sí al género, en este caso, la mujer.

El analista político y sociólogo José Luis Méndez, expuso categóricamente: “Creo que no somos esclavos de nada. Vamos a tomar como marco de referencia la esclavitud que tuvo nuestro continente, Puerto Rico, América Latina. Hay una diferencia cualitativa, que no tiene comparación con más nada. Digo esto, porque la esclavitud negra en nuestra área, después que exterminaron a nuestros indios, fue una esclavitud  fundada en un concepto de raza. No era como la esclavitud de la antigüedad”.

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“La esclavitud dentro del mundo americano fue la raza. Primero la raza indígena y en muchísimos lugares como Puerto Rico, la exterminaron. Por eso es que junto con la esclavitud, viene toda una leyenda en contra de la raza africana para denigrar al esclavo y tratar de esa manera de justificar lo injustificable. Desde esa perspectiva, hay que hacer una diferencia bien grande. Hay muchos problemas, mucha enajenación, pero esclavitud hay que tener cuidado con extender la palabra”, advirtió.

Méndez mencionó ciertas adicciones y dependencias a las que se les califica de esclavitud, pero rechazó que se pueda catalogar de igual forma porque el concepto de esclavo es “el de una mercancía en manos del amo”.

“El adicto tiene una dependencia tan grande que la persona pierde la capacidad del uso adecuado de la libertad”, dijo.

“Ha habido una esclavitud que se dio en América. Primero los indígenas, después los africanos. El distintivo es que está marcado en su cuerpo. La diferencia fundamental es que el esclavo era una mercancía en manos del amo. Por eso, cuando se produce la liberación de Haití, los franceses le imponen unas cargas económicas porque los privaron de capital humano”, ilustró el sociólogo.

No hay esclavitud, agregó,  en un sentido análogo en la que el ser humano deja de pertenecerse a sí mismo para pertenecerle al amo.

“De que hay gente más bien secuestrada y obligada a comportarse como esclavo es otra cosa. No se utilice festinadamente el término”, insistió.

“Otras modalidades de esclavitud”

El empresario y analista, Adolfo Krans, en tanto, sostuvo que la esclavitud existe en otras modalidades, pero que son las menos reconocidas en Puerto Rico.

“Está el acusado de esclavitud aquí en Puerto Rico”, dijo Krans en referencia a un hombre, Miguel Córdova Villodas, a quien se le acusa de servidumbre involuntaria o esclavitud.

“Está  acusado de  una modalidad de esclavitud del siglo 21. Recientemente en Ohio vimos tres mujeres secuestradas y vejadas, al ser tratadas como esclavas en contra de su voluntad y  utilizadas sexualmente”, mencionó  con referencia al caso del puertorriqueño Ariel Castro, quien se ahorcó en prisión.

La esclavitud más reciente en nuestro mundo,  dijo Krans, es una de género, con las mujeres.

“No tenemos casos reconocidos de lo contrario:  de hombres esclavizados por hombres o por mujeres”, acotó.

“Me parece que tener conciencia por un día designado a la Abolición de la Esclavitud nos obliga a pensar detenidamente si esa abolición es absoluta o no. Tenemos ejemplos que contrastan con la celebración. Existe la esclavitud social de género. La esclavitud autoritaria contra la mujer de todo tipo. Viva la libertad de la mujer. La verdadera libertad de la mujer”, puntualizó.