La crisis internacional provocada por el Covid-19 también está arrastrando a la economía no solo en Puerto Rico sino a nivel internacional, y muchos se preguntan qué hacer con sus planes de retiro ahora que a diario se escuchan las noticias de caída de valores en los mercados.

Sin embargo, expertos consideran que, a menos que esté ante una situación desesperada y sin alternativas, lo más recomendable en estos momentos es no caer en pánico, esperar y no sacar dinero del plan. La recomendación es similar ya sea para un plan de retiro tipo 401k, una cuenta IRA, o un plan Keogh.

“Hay que mantener la calma, no entrar en pánico. Esa es la recomendación primaria. Esto va a pasar. Tardará más o menos, pero va a pasar”, comentó el asesor de inversiones Edmundo Garza.

Explicó que, si bien es cierto que “hay mucha incertidumbre, volatilidad y hasta miedo”, contrario a lo ocurrido en crisis anteriores, “no ha habido muchos movimientos o retiros de dinero en los planes de retiro. Creo que se aprendió la lección de (la crisis del) 2008”.

De acuerdo con Garza, lo importante es que cada participante revise periódicamente la distribución de activos en su cuenta, y que la misma esté conforme al tiempo que le falte para retirarse.

“Si ese horizonte para retirarse es a largo plazo, no tiene que hacer nada. Si ese horizonte es a corto plazo, si se va a retirar digamos en los próximos 12 meses, si lo saca todo de golpe pues sí va a tener pérdidas. Si se va a retirar y lo va a sacar en pagos periódicos, que es lo más recomendable por las ventajas contributivas, tampoco tiene que hacer nada, porque se va a ir arreglando poco a poco”, explicó.

“Si a una persona la despiden de su empleo, tiene derecho legal a sacar ese dinero (del plan de retiro). Pero si puede aguantar y esperar, es mejor que no saque el dinero ahora”, insistió el asesor.

En caso que no tenga más alternativas que recurrir al plan, pues entonces Garza recomienda que no exceda de los $10,000 que es la cifra que puede sacar en estos momentos sin penalidad, según una disposición legal temporera. Si tiene que exceder esa cifra, pues recomienda buscar ayuda del asesor financiero para que pueda minimizar las pérdidas.

En todo caso, la asesora financiera Mirna Rivera recomienda que antes de cualquier decisión, la persona se siente con su pareja -si es el caso- y saque la cuenta de cuánto necesitan por un periodo razonable.

“Lo fundamental es sacar esa cuenta lo más precisa de sus gastos, la casa, la luz, el agua, la comida, cuánto necesito mensualmente para cubrir los gastos, cuánto necesito si me quedo desempleado, digamos, por tres meses, cuánto tengo en el banco, cuánto necesito para pasar ese puente, para cubrir los gastos de abril, mayo y junio. ¿Tengo ahorros, tengo plan de retiro? Haga ese número. Necesito $2,000. ¿Tengo eso?”, explicó Rivera, quien coincidió en que hay que mantener la calma ya que los mercados van a estar subiendo y bajando por un tiempo hasta que la situación se estabilice.

“Claro que hay un susto inicial, pero el pánico y esa sensación de que todo el mundo se va a morir no puede ser. Así que respire hondo, siéntese con su pareja, con una taza de café, saque la cuenta. Haga ese ejercicio. No tiene que gastar en gasolina, no va a gastar en comidas fuera porque no puede, y no se ponga a inventar y arreglar lo que no está roto”, recomendó la experta. “Verifique, saque esa cuenta y váyase a dormir tranquilo”.

“Y si no hay más remedio, si tiene que sacar del plan de retiro, pues entonces saque solo lo que necesita y hágalo con la ayuda de un asesor para que saque de la parte que menos daño le haga”, insistió Rivera.

Por su parte, el economista Antonio Fernós Sagebién, profesor de la Universidad Interamericana, coincidió en que lo sabio es esperar a que pase la tormenta.

“Ese dinero (en los planes de retiro) típicamente se invierte en la bolsa. Habiendo un proceso de tanta incertidumbre, pues las instituciones en el mercado lo que hacen es que se abstienen de comprar y vender, porque no saben lo que va a pasar. Y entonces lo que pasa es que los precios bajan. Así que en la medida que necesites vender ese activo, puedes tener la estrategia de bajar el precio. En este momento, la mayoría de los activos, los precios están cayendo. Siempre alguno sube, pero en general, todos los mercados bursátiles se han caído, entiéndase el mercado de acciones, de deuda corporativa, de dinero, y hasta el mercado de productos agrícolas y lo que se llama de derivados, también el oro, la plata, el petróleo, el gas licuado, todo. Y como todo está a la baja, el valor de todos esos instrumentos se reduce”, explicó el profesor.

Recomendó a la gente que no se obsesione con lo que está ocurriendo e ir a verificar la situación de su cuenta a diario, “porque se van a flagelar”.

“Si tiene que usar el dinero, pues ese es su dinero. Si lo necesitan tendrán que usarlo. Pero debe haber perdido por lo menos un 25% de su valor, y eso ya es como un impuesto. Así que está bien, si es una situación de emergencia. Pero hay que tener cautela”, comentó Fernós.

“Esto es algo que va a pasar. Es un período de volatilidad. Así que mejor quédese tranquilo. Hay que esperar a que se calme”, sostuvo el profesor, agregando que considera importante trabajar con la ansiedad y el miedo, en particular entre los adultos mayores que son una población más vulnerable, demográficamente hablando.

Los especialistas comentaron que esta situación financiera tiene diferencias con respecto las pasadas y, además, pudiera provocar cambios importantes de cara al futuro.

Rivera aclaró que, contrario a otras crisis financieras, “esta tiene un origen bien diferente. En este caso es como si al paciente le hemos inducido el coma. Aquí se apretó el botón del pánico a la economía. Hay más desempleo, sí, pero eso fue inducido, fue hecho adrede para salvar vidas. Y se están haciendo contrapesos. Se va a mandar un cheque, se están dando moratorias en hipotecas, hay pasos que se están dando. O sea, el gobierno está haciendo cosas para que tú te quedes en casa y podamos bajar esa curva de contagio y así lograr estabilidad”.

Por su parte, el economista Fernós entiende que la crisis provocada por el coronavirus, y los cambios que ha traído como el trabajo remoto desde el hogar y el distanciamiento social, transformarán muchos negocios de manera permanente.

“Habrá sectores que se afecten más, otros menos. Cómo todo esto es nuevo, (el virus) es algo que no se conoce, que todavía estamos viendo a ver cómo se puede atacar, hay una pandemia, todavía hay países tratando de lidiar con esto. Y todavía en Estados Unidos ni siquiera se ha llegado al punto de inflexión (baja en los casos). Y toda esa incertidumbre es lo que más preocupa”, agregó Fernós, recordando que el coronavirus aun está por golpear con intensidad en zonas más pobres y más densamente pobladas, como algunas grandes urbes de Latinoamérica.

“En términos de economía, hay que sentarse a esperar. Hay cosas procíclicas, cosas anticíclicas. Hay cosas que caen en una pausa permanente. En esta pandemia, como lo vimos luego de María, todo lo que tiene que ver con turismo está en pausa hasta nuevo aviso. Lo mismo con la construcción, el comercio al detal. Y en la medida que el comercio al detal no pueda arrancar, y en Puerto Rico la mayor parte del sector privado en comercio al detal, pues en la medida que no pueda arrancar empiezan los despidos, y luego se sigue afectando más cosas, la cadena de distribución, los mayoristas que tampoco tienen a quien suplir. No se mueve nada. El cuentapropista también está parado”, explicó el profesor.

“Habrá que ver cómo cambia todo cuando volvamos a la nueva normalidad, porque aquí todo va a cambiar mucho. Habrá una ola migratoria a todo lo que es transacción virtual. La industria de servicios financieros se va a afectar, porque muchos patronos le están diciendo a la gente que trabaje desde su casa. El banco ya se va acostumbrando a mucho más tráfico virtual. La facturación comercial e industrial de energía eléctrica se irá al piso. Todo lo que es internet y cable TV quizás tenga más servicio. Los servicios de entrega a domicilio, sobre todo de alimentos, deben tener una buena oportunidad. Esto va a afectar muchas cosas. Aquí los retos son enormes, y habrá quien se tenga que retirar porque no aguante el cambio al golpe digital”, concluyó el economista.