Una reciente expresión de la Real Academia Española (RAE), en el que reitera su rechazo al lenguaje inclusivo, ha comenzado a causar revuelo en las redes sociales.

Según la afirmación, realizada en un tuit, “lo que comúnmente se ha dado en llamar «lenguaje inclusivo» es un conjunto de estrategias que tienen por objeto evitar el uso genérico del masculino gram. (gramatical), mecanismo firmemente asentado en la lengua y que no supone discriminación sexista alguna”.

En la Isla, este lenguaje inclusivo también se ha vuelto un tema de conversación, principalmente para incluir a las personas no binarias -que no se identifican con los géneros femenino o masculino-. La palabra que se ha hecho más común es el “todes”. También se utiliza el símbolo de la arroba, @, para neutralizar el género en algunos escritos.

El catedrático Gabriel Paizy, quien escribe para Primera Hora la columna “En buen español”, aceptó que “la sociedad se mueve hacia ese lenguaje inclusivo (y) el lenguaje español no es exclusivo”.

Para explicar el racionamiento de la RAE, expuso que “en el uso de los niños está incluido el masculino y el femenino. No está excluyendo a las niñas. Están incluidas, según las reglas de las gramáticas”.

Comentó que igual ocurre con la palabra “policía”, que incluye a los hombres que son parte de ese cuerpo de seguridad.

Tras sus ejemplos, recordó que en este aspecto el español se vuelve inclusivo gramaticalmente, como expone la RAE.

De inmediato, expuso su posición sobre el uso de la E para establecer inclusión de otros sectores que no se sienten categorizados en el femenino o el masculino.

“Yo puedo entender, porque el mundo cambia y hay movimientos a favor de que el idioma reconozca a todos, que podamos usar un lenguaje que abiertamente incluya a todos. Lo que no se puede es forzar estos cambios. Hay un poco una percepción de que esto se quiere plantar a la fuerza, que ahora todos tenemos que decir ‘todes’, porque si no estamos ofendiendo a parte de la población. Hay que dejar que todo corra. Si el lenguaje va a evolucionar a la E, eso no ocurre de la noche a la mañana”, explicó el profesor de la Universidad del Sagrado Corazón.

Paizy expuso que no aceptar ese uso de la E no quiere decir que se excluyan a ciertos sectores o que no se crea en la igualdad.

“No es posible que de la noche a la mañana podamos cambiar la forma de hablar. Eso no ocurre así. Hay que darle tiempo al idioma que respire y evolucione”, manifestó.

Por su parte, el activista de los derechos de la comunidad Lgbttiq+, Pedro Julio Serrano, explicó que este uso de la E en sustitución de la O masculina o la A femenina es para establecer un género neutral.

“Es para que todo el mundo se sienta cómodo, cómoda o cómode con el lenguaje y que sea reflejo de su género o un género neutral, que por eso se usa la e. Se utiliza para que todo el mundo se sienta incluido”, subrayó.

Serrano dijo que, a su juicio, el genérico del masculino si es discriminatorio, contrario a lo establecido por la RAE.

“Si no fuera por eso, las mujeres no exigirían que se utilice el todas”, comentó.

Opinó que esta opinión de la RAE no es más que resistencia y que en un futuro no les va a quedar otro remedio que aceptar el lenguaje inclusivo.

“La gente lo va a seguir usando más allá de que lo acepte la RAE”, sostuvo.

Mientras, la mujer trans Ivana Fred indicó que “ellos (la RAE) tienen que adaptarse a los tiempos y los tiempos cambian y yo como mujer de experiencia trans puedo dar experiencia de eso”.

Indicó que en el pasado se le invisibilizaba por no identificarse con el género masculino o femenino, por ser transexual. Dijo que poco a poco esa experiencia ha cambiado y hasta ha logrado obtener su certificado de nacimiento como mujer.

Fred detalló que este lenguaje inclusivo se ha desarrollado principalmente para incluir a personas no binarias, que no desean ser encajonadas en ningún género. Por ello, llamó a apoyar el uso de ‘todes’.

“Esto va a ser parte de la evolución. El que no acoplarse, sepa que en el pasar de los años esto va a ser parte de una realidad”, opinó.

Por su parte, la directora ejecutiva del Proyecto Matria, Amárilis Pagán Jiménez, aceptó que le incomoda el uso de “todes”.

“Invisibiliza a las mujeres, igual que el todo”, sostuvo.

No obstante, la feminista detalló que “la RAE nunca ha aceptado el lenguaje inclusivo alegando que el masculino es genérico y que, además, el uso de expresiones como “todos y todas” atenta contra la famosa regla de economía del lenguaje. Pero no podemos olvidar que la RAE es una institución anclada en valores que no solo son machistas, sino racistas y clasistas. Parten de una ideología política que no favorece el reconocimiento de las diversidades. Por eso se niega a visibilizarlas. Si son invisibles, también son más fáciles de mantener al margen de los derechos y la equidad”.

Añadió que “el lenguaje es un hijo de los cambios sociales y políticos. Así que con o sin RAE el lenguaje inclusivo ya existe y existirá. En el pasado las mujeres ni siquiera se consideraban personas y, por lo tanto, poco importaba incluirnos en la lengua. Pero hoy somos personas con derechos y con visibilidad. Y la lengua ya lo refleja”.