Guánica. El químico Carlos González trató a toda costa de mantener la operación de su finca en Guánica, cuyos frutos se estaban perdiendo ante la falta de manos que recogieran las cosechas, sobre todo, después de los terremotos y la pandemia del COVID-19.

Sin embargo, luego de reducir en casi un 40% el plan de siembras para este año, el propietario de la Finca González tampoco pudo evitar que se fuera a pique otro 30% de sus principales cultivos, entre estos, cebolla, pimiento y tomate, porque no le llegaba nadie a trabajar en el pico de la temporada.

Para eso, necesitaba unas 50 o 60 personas, además de la plantilla regular de otras 50, que se fue reduciendo a consecuencia de los sismos y según dijo, las ayudas federales de desempleo y el Programa de Asistencia de Desempleo Pandémico (PUA), aseguró.

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Diecisiete obreros del estado de Chiapas laboran en la cosecha de la Finca González.
Diecisiete obreros del estado de Chiapas laboran en la cosecha de la Finca González. (Suministrada (Noticentro))

Así que se aventuró a solicitar apoyo a una empresa homóloga en el estado de la Florida que sirvió de puente para finalmente traer unos 21 obreros agrícolas mexicanos quienes obtuvieron un visado temporero para trabajar en Puerto Rico.

“Este año ha sido de muchos retos. Nosotros tenemos una plantilla fija de aproximadamente 50 obreros que están a través de todo el año y en la temporada pico necesitamos unos 50 o 60 obreros temporeros, pero este año esos 50 o 60 se nos ha hecho bien difícil conseguirlos y los que teníamos permanente, hemos perdido muchos de ellos. Hemos tenido mucha dificultad por la disponibilidad de ellos”, explicó el propietario de la finca establecida en Guánica hace 21 años.

“Siempre el sector agrícola ha presentado problemas con la mano de obra disponible y nosotros lo habíamos intentado, pero es lo último que uno quisiera hacer, sabiendo que aquí hay tanto nivel de desempleo. Pero ante la ausencia de mano de obra nos vimos obligados a explorar esa iniciativa de la visa de H-2A y lo solicitamos para unos 17 obreros y nos dieron el permiso, y nos ha sido de gran ayuda”, agregó al señalar que allí también se cultiva papaya, sandía, calabaza y pepinillo, entre otros frutos.

Aquí desde febrero

Según González, los obreros mexicanos pisaron tierra boricua en febrero de 2021, lo que agradece pues asegura que “si no hubiese sido por ellos, las pérdidas en las cosechas hubiesen sido mayores”.

Destacó que el fuerte de la cosecha es en enero, pero por ser la primera vez que solicitaba este convenio laboral, el proceso tardó un poco más de lo que pensaba.

“Es fuerte decirlo… yo digo que hasta bochornoso por los niveles tan altos que tenemos, tener que recurrir a esto, pero ciertamente también hay que señalar que se ha perdido cultura de trabajo y ante la facilidad con que a veces reciben ayuda las personas, en vez de utilizar esas ayudas como un incentivo para hacer que las personas lleguen a las áreas de trabajo porque trabajo hay disponible, las personas no llegan”, sentenció.

“Otro problema que tenemos que señalar es de disciplina en los obreros, un nivel de ausentismo bien alto, con excepción de unos cuantos que tenemos que son obreros bien buenos que llevan mucho tiempo con nosotros y son la razón de ser por la que todavía existimos aquí, pero cada día esto se agudiza más. También tenemos un problema de ‘turnover’ que trabajan dos días y luego no regresan, en entrevistas los reclutas y ni siquiera se presentan a trabajar el primer día”, lamentó al recalcar que esas situaciones le restan calidad en la producción de alimentos.

Los llevan a comprar sus alimentos o se los compran para que ellos cocinen, en materia de salud están muy bien, sonrientes, para nuestro orgullo de que es gente que está ayudando a levantar las cosechas de aquí

-Juan Manuel Calderón Jaimes, cónsul general de México en Puerto Rico

De otra parte, se defendió de algunas críticas en las redes sociales que insisten en que los obreros mexicanos están siendo “explotados”.

“Somos pioneros en traer a estos obreros y ya he escuchado en las redes algunas personas que irresponsablemente, sin tener los datos a la mano, están diciendo que nosotros les pagamos a $2 la hora, que los estamos explotando, que vienen en condiciones inhumanas. Para nada, aquí todo esto ha pasado por un proceso de fiscalización del Departamento del Trabajo Federal”, dijo.

“Tenemos que tener una residencia con todas las comodidades que tiene cualquier vivienda puertorriqueña, con agua caliente, se le compraron camas nuevas, ‘mattress’ nuevos, una casa pintada que cumple con todos los requisitos, el baño, ellos tienen transportación desde la casa a la finca y se les paga $7.25 la hora, se le paga las horas extra a tiempo y medio, o sea, que para nada se está abusando de ellos; todo lo contrario, los estamos ayudando”, agregó.

Sus expresiones fueron validadas por el cónsul general de México en Puerto Rico, Juan Manuel Calderón Jaimes, quien llegó a Guánica tan pronto se enteró que sus paisanos originarios del estado de Chiapas estaban en el llamado “Pueblo de la Amistad”.

“Fuimos a Guánica el viernes, 19 de marzo, acompañados por una funcionaria del Departamento del Trabajo de Puerto Rico que es el que certifica que las viviendas están aptas, adecuadas, que cumplen con todos las medidas de saneamiento para poder albergar a los trabajadores agrícolas. Son dos viviendas, en una hay 15 personas, en otra hay seis, pero la primera me parece extraordinaria porque tiene todas las facilidades que a uno le gustaría tener en su propia casa”, reveló.

“Los llevan a comprar sus alimentos o se los compran para que ellos cocinen, en materia de salud están muy bien, sonrientes, para nuestro orgullo de que es gente que está ayudando a levantar las cosechas de aquí. Son entre los 20 y 30 años, habrá uno que pase de los 40, solamente hombres”, manifestó.

Dijo que estos obreros se levantan de madrugada para ir al campo y realizar una jornada de trabajo regular hasta la tarde.

“Es importante para Puerto Rico y para México contar con trabajadores agrícolas que vienen a levantar las siembras de cultivos como el tomate, pimiento, cebolla y que llegan a las mesas de muchas familias puertorriqueñas. Es la primera ocasión que tenemos la presencia aquí de trabajadores agrícolas de México, que son gente muy calificada”, expuso.

“Se levantan a las 5:00 de la mañana, empiezan a trabajar a las 6:00 y terminan su labor a las 3:00 o 4:00 de la tarde; trabajan de lunes a viernes, los sábados cuando es necesario y que tienen el sueldo mínimo establecido por la legislación de Puerto Rico”, afirmó.

Aunque Calderón Jaimes aplaudió el recibimiento a sus compatriotas y dio la bienvenida a que otros latinoamericanos “salven” las cosechas de Puerto Rico, admitió que en la Isla hay personas calificadas para ese tipo de trabajo.

“Hay un problema en cuanto a la falta de mano de obra en el sector agrícola u otros sectores como la construcción y el área de servicios como restaurantes, que tienen falta de mano de obra. Quiero resaltar que es un proceso que tiene que llevarse a nivel privado, el consulado no interviene en los procesos, simplemente vigila que sus derechos sean respetados de acuerdo al convenio y al programa de visas H-2A”, mencionó.

Llegarían hondureños también

El presidente de la Asociación de Agricultores, Héctor Cordero, dijo que un grupo de hondureños podría llegar a la Isla para unirse al sector agrícola.

“Honduras se comunicó con nosotros en la Asociación y están muy interesados. Ya nos comunicamos con nuestra parte en Washington, la American Farmers Bureau, para que nos ayude en el bosquejo para definitivamente instituirlo hasta que el puertorriqueño despierte”, dijo Cordero en entrevista con Normando en la Mañana por NotiUno.

Cordero manifestó que al momento, la Isla cuenta con unos 8,000 agricultores, una cifra que antes era de 13,000.