El jueves en la noche, en medio de otro de los constantes apagones que ha estado sufriendo la comunidad de Tallaboa Encarnación, Xavier Serna se aprestaba a poner a funcionar el generador de su vivienda para poder tener funcionado en la calurosa noche dos abanicos, uno para él y su esposa Kayra Avilés Rivera, y otro para su hija de 10 años. Nunca pudo imaginarse que en cuestión de segundos ocurriría un accidente que redujo a cenizas y ruinas su casa.

Por fortuna, Xavier logró reaccionar con la suficiente rapidez para alertar a su esposa y su hija, y todos pudieron escapar de las llamas.

“Le damos infinitamente las gracias al Señor porque estamos bien, estamos vivos. Y podemos ver un pueblo desbordado, solidario, un pueblo que está con nosotros. Ese afecto de tantas personas nos mantiene de pie, con ganas de seguir. Y vamos pa’alante”, afirmó Xavier, con tono resuelto, a pesar de estar atravesando por semejante situación.

El siniestro consumió la casa rápidamente.
El siniestro consumió la casa rápidamente. (Facebook)

Explicó que la comunidad de parcelas de Tallaboa Encarnación, en Peñuelas, se había quedado sin luz desde el martes en la noche, al parecer por problemas en un poste en una comunidad vecina. En aquel momento, en la noche del martes, puso a funcionar su planta. Como la luz no volvió, repitió el proceso el miércoles en la noche. Y pretendía hacer lo mismo la noche del jueves, cuando ocurrió el accidente.

“Estábamos ya listos para dormir. Fui a dejar la planta ‘set’, todo ‘ready’ para prenderla para pasar la noche. Porque nosotros lo que conectamos son dos abanicos. Yo desconecto la nevera y dejo conectado dos abanicos para poder dormir todos. Cuando procedo y conecto lo que es la gasolina y toda la planta, cuando voy a prender el generador, básicamente, en mi cara, si no reacciono, me quemo. Porque me explotó en la cara”, relató.

De inmediato, desde donde estaba, en el balcón de la casa, le gritó a su esposa e hija para que salieran corriendo de la casa.

“Salen ellas y trato de extinguirlo, con agua, mi cuñado subió con un extintor. Pero la planta estaba llena de gasolina, y entonces no pude. Traté de estirar la mano y coger el tanque de gasolina, que estaba justamente al lado. Pero fue infructuoso, porque estamos hablando de que el fuego empezó a esparcirse”, continuó narrando la terrible experiencia.

“Traté por todos los medios de, quizás arriesgar uno la vida y sacar el generador y que no quemara la casa. Pero pues... en cuestión de nada, en cuestión de nada, la casa, pues, poco a poco... pasó lo que nos pasó. La casa se quemó toda, completa”, agregó.

Xavier explicó que siempre tomaba precauciones para manejar la planta e incluso en las horas de la noche desconectaba la nevera y otros equipos y dejaba solamente los “dos abanicos pequeños”. La nevera, explicó, la ponía a funcionar durante el día para que guardara suficiente frío para aguantar las horas desconectada durante la noche.

Todavía más. Xavier agregó que “solamente utilizábamos unas lamparitas que me habían dado cuando los temblores, de esas solares, tipo militar, que todavía nosotros las conservamos. Y esas son las lamparitas que ponemos a cargar durante todo el día, por la noche las prendemos y con eso pasábamos las noches, con lamparitas solares”.

Aunque admitió que “no soy un experto” en manejo de plantas eléctricas, insistió en que “hago lo que he aprendido y tomo las debidas precauciones. Y, honestamente, mi prioridad siempre fue la seguridad”.

“A mí me han dicho otras personas, ‘mira tú puedes conectar nevera, estufa, enseres’. Yo no. Yo solo conectaba dos abaniquitos, y cargar el teléfono, que se cargaba hasta que se podía bregar”, añadió.

“Por eso es que digo que esto son cosas que le pueden pasar a cualquiera. Fue un accidente, que lamentablemente me ocurrió. Nunca uno en la vida quiere que le pase una cosa así. Pero nosotros siempre estábamos a oscurita, con las lamparitas solares y los dos abaniquitos, porque honestamente allí hace una calor brutal. Pues los abanicos y las lamparitas solares, eso era lo de nosotros”, explicó.

Xavier condenó los reiterados apagones que al final de cuentas son la causa detrás de este incendio que dejó a su familia sin hogar.

“Un día está bien. Y yo puedo entender cuando los temblores, un huracán, una tormenta, una situación que es una emergencia. Pero ya es la segunda vez que estamos más de dos días sin luz en los últimos tres meses. La otra vez fueron como tres días sin luz”, comentó con evidente descontento y frustración. “Y en los últimos seis meses hemos estado sin luz como 10 a 15 veces, unas veces una hora, otras veces ocho horas, unos de seis, hubo uno de un día, los de tres días. Y han sido muchos de noches, que eso es otro peligro, porque a veces no tenemos a la mano una linterna y tenemos que estar bregando con gasolina a oscuras. Anoche mismo hubo otro, vino la luz y luego hubo otro apagón y pasó un ratito y volvió otra vez”, lamentó.

“Esto se ha convertido básicamente en una rutina. O sea, para ellos esto una rutina. Dejarnos sin luz para ellos es algo normal”, sostuvo, agregando que todo esto ocurre sin que siquiera esté ocurriendo algún fenómeno natural, algo que es de esperar que pueda suceder en momentos como este, que estamos en el pico de la temporada de huracanes.

“Pobre de nuestro país si viniera un huracán de una cuarta parte de lo que fue María”, afirmó.

“Y toda esta incertidumbre, estos miedos. Es como dije y sigo repitiendo. Yo no soy la única víctima de esto. Porque está el que pierde la nevera por los apagones, el que pierde la estufa, el que pierde el microondas, las personas con condiciones de salud que necesitan equipos las 24 horas. Se han perdido vidas como aquel paciente en el hospital universitario que lamentablemente murió a causa de que no había luz. Somos tantas y tantas las víctimas que, honestamente, nos ponemos a pensar, y yo soy solo una entre miles y miles y miles y miles y miles que están pasando por lo mismo”, condenó.

“Esto es bien frustrante, es bien frustrante. Todos los puertorriqueños somos víctimas de un sistema ineficiente, mediocre, y de prácticamente un gobierno que se está haciendo de la vista larga con el sufrimiento de nosotros”, insistió.

En cuanto a la situación de salud, física y emocional de su familia y la suya propia, Xavier comentó que, “gracias a Dios, gracias a todas y cada una de las personas que nos han dado ese apoyo y esa fuerza, puedo decir que, dentro de toda la situación, somos bendecidos, tenemos salud, nos sentimos bien”.

Agregó que su nena “está un poquito afectada, obviamente. No es fácil ella ver la casita prenderse. Ella no entiende de la forma que lo entendemos nosotros. Pero estamos bregando con la situación. La nena gracias a Dios está bien. Está con mi hermana que es sicóloga, y la está ayudando y bregando con toda esa situación”.

“Y mi esposa y yo estamos batallando, echando pa’alante”, añadió, destacando y agradeciendo toda la solidaridad que han recibido de tanta gente. “Nuestra familia, la familia de ella (su esposa), la mía, la familia extendida, Puerto Rico, el pueblo... te puedo decir que tenemos tanto y tanto, somos tan ricos en tantas cosas, con todo lo que hemos tenido y lo que nos han dado”.

“Esperamos dejar pronto todo esto atrás. Con el favor de Dios será un nuevo renacer”, agregó con optimismo, y reiterando su agradecimiento a todas las personas que estén dispuestas a ayudarlos de la manera que puedan.

Si usted desea colaborar con la recuperación de esta familia, puede enviar su donativo en dinero a través de ATH Móvil al 939-206-1897 o a la cuenta de gofundme https://www.gofundme.com/f/familia-serna-avils?utm_campaign=p_cp+share-sheet&utm_medium=copy_link_all&utm_source=customer.

Si desea hacer donativos no monetarios, en la forma de ropa, enseres, muebles, materiales de construcción u otros, puede comunicarse al número 939-835-4390 y dejar un mensaje de texto, para que un grupo de personas que están asistiendo a Xavier y su familia se encarguen de coordinar recogido, transportación y almacenamiento, según se requiera.