Profundo dolor en la familia de “Snoopy”, el perro Schnauzer que murió el miércoles tras ser arrastrado por la pick up de su dueño.

Snoopy llevaba poco más de un año viviendo en la residencia de la familia de José Díaz Pacheco, su esposa Zulma Díaz Ortiz y dos menores hijos de ésta, en la cuarta sección de la urbanización Lomas Verdes, en Bayamón.

El martes en la tarde, Díaz Ortiz amarró al perro a la pega de la furgoneta de su esposo porque al parecer había unas hormigas que lo estaban picando en otro lugar. Lo dejó allí y se fue a dormir.

En horas de la mañana del miércoles, Díaz Pacheco salió de su hogar al filo de las 6:00 de la mañana sin percatarse de que Snoopy estaba amarrado a la parte trasera del vehículo. Luego de una intervención policiaca de parte de un agente que logró detener al hombre, que al parecer no se dio cuenta de que llevaba al perro arrastrado, Snoopy fue llevado a una clínica veterinaria y murió por los traumas recibidos. Perdió la vida sin ser necesaria la eutanasia.

Ayer, ahogada en llanto, Díaz Ortiz expresó vía telefónica a PRIMERA HORA que la muerte de Snoopy ha afectado profundamente a toda la familia.

“Nos sentimos muy mal, hemos sufrido el accidente de un ser querido. Nos duele que haya muerto de la forma en que fue, barriendo el piso. Amamos a nuestro perro y fue una cosa involuntaria lo que sucedió y no se quiso hacer. Estamos deprimidos y mis nenes están bien afectados”, dijo .

La forma en que murió el perro tiene devastados y tristes a sus dos hijos menores y solicitó espacio para su familia.

La mujer y su esposo fueron citados ayer a la Fiscalía de Bayamón, donde la fiscal Zulma Delgado dejó para el 30 de junio la evaluación del caso, ya que ésta interesa recopilar todas las fotos de los hechos, el expediente del can y el total de evidencia para establecer qué artículos de la Ley 67 para la Protección de Animales son los que aplican al caso.

Como alma que lleva el diablo

Según el agente investigador del caso, de la División de Tránsito de Bayamón, Díaz Pacheco le dijo que se dirigía a la clínica de metadona en el sector Cambija de ese pueblo y le aseguró que no sabía que el perro estaba amarrado a la guagua. Incluso le expresó que “esto es una broma que alguien me hizo”.

En entrevista con este diario luego del reseñalamiento de la cita en fiscalía, el agente José Rivera Acosta indicó que se dirigía a su trabajo en su vehículo personal cuando vio la camioneta transitando por la carretera PR-5 “como alma que lleva el diablo”.

“Me di cuenta que la guagua iba bien rápido, que hizo cambio de carril indebido, no se detuvo ante la señal de Pare y que llevaba el perro atrás, así que lo seguí hasta que le dije: ‘párate’”, narró el agente.

El agente precisó que durante la investigación policiaca notó que la guagua tenía los cristales abajo.

“No entiendo cómo este señor no escuchó los aullidos del perro que estaba siendo arrastrado”, expresó el agente, quien aclaró que queda a discreción de la fiscal determinar por cuáles artículos de la Ley 67, si alguno, se radicarían cargos contra Díaz Pacheco.

Por su parte, él multará al hombre por comerse el Pare, hacer el cambio de carril indebidamente y manejar sin licencia de conducir.

La Ley 67 tipifica como delito menos grave el maltrato de animales y fija penalidades que pudieran ascender a $5 mil de multa. Cuando las circunstancias demuestran grave menosprecio por la vida y la seguridad del animal y una intención grave de causar daño, entones el delito se convierte en uno de naturaleza grave de cuarto grado.