Apenas abren sus regalos de Navidad, decenas de niños se trasladan con sus familiares al Parque Luis Muñoz Rivera, en Puerta de Tierra, para echar a rodar la ansiada bicicleta, montar los añorados patines o aprender a dominar la patineta que apareció temprano bajo el árbol repleto de brillantes guirnaldas.

El emblemático parque ubicado a la entrada de la Isleta de San Juan se ha convertido para muchos en una parada obligada en busca de un poco de recreación y de un espacio para compartir con la familia y dejar atrás el trajín diario durante el receso navideño.

Por eso, la nubosidad y los aguaceros esporádicos no frenaron este jueves a Yvette Muñiz, quien llegó al parque a media mañana con sus hijos William y Yean Cruz Muñiz, de 10 y siete años, respectivamente.

“Me gusta pasar tiempo con nuestra familia. A veces hacemos fiestecitas, a veces salimos al cine y a veces nos quedamos en casa en familia. Hablamos de cosas que nos gustan. Es bueno que estamos juntos y no separados, y no ser como otras familias que están separadas y no se quieren”, manifestó William a este medio al detallar cómo suelen celebrar la Navidad en su hogar, en Trujillo Alto.

Junto a su hermano menor, William se afanaba temprano en desarrollar sus destrezas sobre una patineta que le obsequió su padre. Ambos recorrían, una y otra vez, una de las veredas principales del parque urbano, y luego de completar el pequeño tramo, regresaban al lado de su madre.

A pocos pasos, Elizabeth Vigo y Víctor Torres compartían con sus hijos Víctor, de 12 años, y Mauro, de seis, mientras los menores se divertían corriendo patines, una actividad que realizan desde que ambos tenían cuatro años.

Para Vigo, es toda una tradición visitar el parque, sobre todo en la época festiva, pues alguna vez fue ella quien correteó sus rincones acompañada por sus progenitores.

“Los traemos para enseñarles a ellos a emular esta tradición, que algún día ellos traigan a sus hijos para que compartan. Les decimos que la Navidad no es de regalos es de ver nacer el Niño Jesús en el corazón”, comentó la mujer de 47 años.

A las bicicletas, patines y patinetas, se le sumaron este año algunos vehículos eléctricos en miniatura, entre ellos, destacaban réplicas de autos deportivos de lujo y motoras que recorrían la instalación a toda velocidad.

Yandiel Fuentes Martínez cruzaba a toda prisa una de las áreas recreativas montado en su motora amarilla, identificada con un número cinco en la parte delantera. Sin poder contener la emoción, el niño, residente en San Juan, narró cómo su padre, José Fuentes, le enseñó horas antes cómo manejar el vehículo.

“Él (Fuentes) me enseñó, me dijo ‘saca las cositas (los estribos) de allá abajo, y dale poco a poco”, dijo el entusiasta niño.

Fuentes Martínez había pedido esta Navidad la motora, pues su primo tenía un modelo similar. Además, su padre y su madre, Samayra Fuentes, destacaron que el menor disfruta a plenitud todo tipo de actividad que pueda hacer al aire libre y en movimiento.

Tan pronto escucha a sus padres comentarlo, Fuentes Martínez lo confirma de inmediato.

“(Prefiero hacer actividades) saliendo al aire libre porque es divertido, juegas, corres y te encuentras nuevos amigos”, dijo sonriente el niño, quien no titubea al expresar que su parte favorita de la Navidad son los regalos.