Cuando se acerca la hora de despedir el año, muchos de nosotros hacemos un recuento de todo lo sucedido en ese periodo que queda atrás e intentamos recapitular qué fue de este y tratamos de no dejar nada afuera.

Recuerdo cuando despedíamos el 2019 con la noticia de que había surgido un virus en la ciudad China de Wuhan, luego se declaró una emergencia mundial de salud pública y, más tarde, fue reconocida como pandemia en marzo de 2020. ¡Vaya manera de comenzar un año! Nosotros hemos sobrevivido muchas situaciones y, como siempre ocurre, sale desde lo más profundo lo mejor del ser humano, que es ayudarnos los unos a los otros, el amor por la familia, nuestros amigos y compañeros de trabajo, nuestro apoyo y mayor fortaleza.

Durante este año, todos hemos tenido muchas pérdidas, pero la que más duele es la de un ser querido. Nuestro espíritu de lucha y no de cobardía es el que permite que continuemos con la vida con el mismo empeño y fuerza.

Ya estamos cerca de recibir un nuevo año, una nueva oportunidad de hacer posible nuestros sueños y nuestras metas. Un año para estrenar sin envidias e hipocresías. Nos toca a cada uno de nosotros, trabajar para que este año, con sus altas y bajas sea uno bueno. La vida es corta y no debemos quedarnos en la tristeza o en lo que nos inmoviliza, sino sacar nuestro espíritu de lucha.

Al iniciar un nuevo año, muchos de nosotros hacemos una pequeña lista de lo que nos proponemos hacer durante el año. Te invito a que cuando la hagas, comiences con el número uno, eso primero que vas a hacer y que sabes puedes lograr de inmediato. Sigue tu lista de esta manera y verás que, cuando termine el año, te sentirás aliviado por los logros obtenidos.

Siempre he visto mi vida como un auto, que tiene al frente un cristal amplio donde veo el camino hacia donde me dirijo, donde disfruto la naturaleza y observo todo lo que quiero lograr. En ese auto, también tengo un retrovisor pequeño que me permite ver lo que dejo atrás y lo que he recorrido. Te invito a que tomes el guía, que significa el control de tu vida, mires el frente con alegría y entusiasmo y sólo mira hacia atrás cuando quieras recordar cómo saliste de una situación difícil. Pisa tu acelerador, mira hacia el frente y ¡Baila más! ¡Sonríe más! y ¡Vive! ¡La vida es hermosa y debemos disfrutarla! De todas mis batallas esto fue lo que aprendí, ojalá sea bueno para ti también.

Les deseo todo lo bueno en este año que comienza. Dios no nos abandona. Él está siempre trabajando. Aquí les dejo este verso del profeta Isaías 41:10 “Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda, mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo”.

¡Que este año sea uno de grandes bendiciones para el mundo entero!

Un abrazo fuerte.

¡Feliz año 2022, Puerto Rico!