Aunque la marejada ciclónica producto del huracán Fiona llevó hasta algas y peces al estacionamiento de la Marina de Salinas, un contingente de personas acondicionaron el establecimiento, que desde ayer está ofreciendo almuerzo caliente a las comunidades vecinas afectadas por los estragos del ciclón.

De hecho, las habitaciones del hotel se convirtieron en el hogar temporero para algunos empleados que lo perdieron todo por las inundaciones, como es el caso del ingeniero mecánico Elmer Lesmes Romero, cuya residencia se inundó con 6 pies de agua.

El 90% de los empleados de aquí (la marina) son de la Playa y Playita, así que se afectaron. Hay algunos que perdieron todo y viven en la marina en lo que resuelven. Comen y viven aquí”, relató el propietario de la instalación Julián Hernández.

De acuerdo con el empresario, una vez acondicionaron el lugar, comenzaron a ofrecer almuerzos a los vecinos de las comunidades aledañas. Ayer, martes, acudieron sobre 200 personas y este miércoles el número superó las 300.

“A todo el que venga, le damos almuerzo, con agua y refresco, hielo y electricidad para cargar sus teléfonos. Hay muchos que hasta han venido aquí (la marina) a hacer trabajos en sus computadoras”, dijo.

Para Hernández, la necesidad mayor de los vecinos de la marina es la limpieza, el agua potable y la energía eléctrica. “Mientras no haya luz, vamos a seguir dándole almuerzo”.

Los daños en detalle

El empresario precisó que la acumulación de agua en la propiedad llegó a casi 2 pies, lo que afectó a seis de las 32 habitaciones de la hospedería, que recientemente experimentó una inversión multimillonaria. La marina cambió de dueño en 2018, luego de que el huracán María la destruyó un año antes.

Hernández, quien también es propietario de la constructora JR Design and Contractor Corp, aseguró que los trabajos de reparación en las habitaciones ya comenzaron y que estarán culminados para el fin de semana.

El agua bajó el lunes a las 10 de la mañana e inmediatamente a limpiar. Teníamos un montón de peces nadando en el estacionamiento y un montón de aguas vivas. Era un ecosistema dentro del estacionamiento y los cuartos”, describió. “Cuando bajó el agua, era tanta la humedad, que las paredes (de los cuartos) empezaron a sudar y se dañaron”.

Sobre si hubo daños en el muelle, Hernández aseveró que solo una embarcación se hundió, pero que fue rescatada. Resaltó, sin embargo, que el número de botes afectados en la bahía de Salinas en general ascendió a 15.

Durante un recorrido por la bahía, este medio divisó diversas personas tratando de salvar sus embarcaciones, una tarea, que según Hernández, podría ser cuesta arriba.

José Pérez, uno de los empleados con más experiencia en la Marina de Salinas, consideró que el huracán Fiona provocó inundaciones nunca antes vistas en la zona.

“Nosotros pasamos la noche velando los botes y salíamos en pleno huracán a atender sogas partidas y botes chocando. Se salvaban, se ajustaban y seguíamos pendientes”, dijo.