Las ventas de automóviles tuvieron un ritmo “histórico” en los primeros siete meses del año, en buena medida impulsadas por la gran cantidad de fondos federales que han llegado a Puerto Rico, pero líderes de la industria consideran que irán perdiendo velocidad en lo que resta del año por diversos factores.

Comoquiera, las proyecciones indican que será un año muy bueno en ventas para la industria, según comentó Ricardo García Zayas, presidente de Grupo Unido de Importadores de Automóviles (GUIA).

“Estimamos que la industria va a estar entre 130,000 a 135,000 autos nuevos vendidos este año”, afirmó García.

Aclaró que esa cifra de ventas para un año, aunque elevada si se compara con las de años anteriores, “no sería el total de venta más grande histórico. El año de más venta histórico es de 140,000 (carros vendidos)”, y se registró para el 2005.

“Hasta julio pasado, las ventas llevaban un paso histórico. Pero no pensamos que eso continúe. Creemos que se va a desacelerar”, agregó el directivo, citando factores locales y externos.

Explicó que, por un lado, ya se anunció el fin del programa de Asistencia por Desempleo Pandémico, conocido por siglas en inglés de PUA, “y eso significa que hay menos dinero en el bolsillo de la gente”.

Por otro lado, persiste un problema con la producción de chips de computadoras para los carros, “y eso limita la producción. Aunque hay una demanda más alta, no podemos satisfacer esa necesidad, y eso va a limitar el total de ventas”.

De acuerdo con García, “lo único que podría ayudar a mantener este ritmo serían los fondos federales de recuperación” que aporten al desarrollo de la infraestructura, las carreteras, el turismo, y “la industria de ‘rental’ (alquiler) a la que también le vendemos (vehículos)”.

De igual forma podría contribuir a la venta de vehículos, como ha estado ocurriendo por los pasados meses, la ayuda que puedan recibir algunos negocios e industrias como parte de los diversos fondos y programas de recuperación.

“Así que puede dar la impresión de que es un año histórico, pero no creemos que seguirá así. Más bien estábamos como en una burbuja, pero entendemos que se va a acabar”, reiteró el directivo de GUIA. “Así que estamos contentos. Claro que sí. Porque se está vendiendo. Pero con cautela, porque creemos que se va a desacelerar”.

Sostuvo que, no importa lo que ocurra, “la agresividad de la industria va a continuar en los próximos meses. Nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo para impulsar los negocios”. Recordó que en la industria de venta de automóviles “tenemos 30,000 personas directa o indirectamente en nuestro sistema, incluyendo banca, seguros y escuelas que entrenan en los diferentes talleres”.

En cualquier caso, García opinó que “va a ser un año bueno. 130,000 (vehículos vendidos) es bueno. Cualquier año por encima de 100,000 es bueno, para nuestro tamaño y nuestro mercado”.

El alza en ventas de vehículos no es del todo inesperada, una vez se toma en cuenta la inusual situación económica que vive Puerto Rico con la entrada de tantos fondos federales por diversas vías. Sin embargo, alertó el economista Heriberto Martínez Otero, se trata de “una coyuntura económica excepcional” que acabará y dará paso a lo que podría considerarse normalidad.

El también profesor de la Universidad de Puerto Rico (UPR) enumeró tres factores que estarían detrás del auge en ventas. Sin embargo, coincidió en que irían mermando poco a poco en próximos meses.

De acuerdo con Martínez, un primer factor es “el exceso de liquidez en el sistema financiero local, tanto en las cooperativas de ahorro y crédito como en la banca. Eso facilita el crédito. Hay dinero y hay que usarlo”.

“Hay un ‘shock’ positivo macroeconómico con el dinero que se ha ido desembolsando, todos esos fondos federales, (los fondos) CDBG, la asistencia por el COVID. Todo eso se inyectó a la economía. Todo ese dinero ha ido entrando y produjo un ‘shock’ positivo a la economía y genera exceso de liquidez”, explicó el economista, agregando que, ante ese panorama las instituciones financieras también “están más flexibles a la hora de prestar a la gente”.

En segundo lugar, agregó, “hay unas expectativas racionales de que los fondos federales van a llegar, por tanto, me endeudo para tener ingresos futuros”.

“Por eso ves que los vehículos 4X4, las ‘pick up’ se están vendiendo mucho. Son vehículos de trabajo, son gente invirtiendo, anticipando que les va a dar uso”, comentó.

Por último, una tercera razón estaría en el hecho de que mucha gente aprovechó los cheques de estímulo económico para dar el pronto para comprar un vehículo, ya fuera solo los cheques o en combinación con el “trade in” del auto que tenían.

“Ha sido mucho dinero que le llegó a la gente por transferencia directa. Si era una pareja, por ejemplo, tenían $2,800 y eso es suficiente para el pronto de un carro”, comentó el también expresidente de la Asociación de Economistas de Puerto Rico.

De igual forma, muchas personas estuvieron recibiendo ingresos a través del PUA y el desempleo, que pudieron usar para invertir en la compra de un vehículo.

“La pandemia creó mucha situación de incertidumbre a la economía, y los estados respondieron con ayuda directa para familias y empresas. Tenías los cierres, pero había dinero en las manos de la gente, que no podían gastar por el mismo cierre que había”, sostuvo el profesor.

Descartan que devuelvan los vehículos

Martínez no anticipa que, una vez la situación se vaya normalizando, haya muchas personas devolviendo los carros comprados, precisamente por entender que muchos de los que adquirieron vehículos son personas que usaron esos cheques de estímulo, pero se mantenían activos trabajando a pesar de la pandemia, y por consiguiente están en condiciones de poder pagar.

En el caso de personas que hubiesen usado fondos del PUA y desempleo, entiende que comoquiera muchos se irán incorporando paulatinamente al mercado laboral y también continuarán pagando por el vehículo, que es algo prácticamente imprescindible para vivir en la Isla.

“Hay que ver si la corrección del mercado se da de manera completa. Pero pienso que mucha gente que compró un vehículo sería por esa transferencia directa y lo seguirían pagando. No creo que lo devuelvan”, auguró.

“Lo que sí espero, si no hay un nuevo cheque de estímulo económico, pues pienso que será parte de las correcciones del mercado”, evaluó el economista. “A medida que la gente se reincorpore a la cotidianidad, se acaban esos picos de ventas que hubo en los últimos meses. Sí puede haber picos quizás en algún tipo de vehículo, las 4X4, las ‘pick up’, podremos ver esos movimientos de contratistas, en la construcción. Pero vamos a tener una normalización en las categorías de vehículos familiares”.

El economista, sin embargo, subrayó que todo lo que estamos viendo es una situación inusual y llamó a evitar comparaciones.

“Siempre tenemos que enfatizar que estamos viviendo en una coyuntura de excepción, en Puerto Rico desde el 2017 con el huracán María y en el mundo desde 2020 por la pandemia, con números en términos de ventas, compras, turismo, ya sea a la alta o la baja, que no se van a mantener. Vamos a llegar a un equilibrio”, indicó.

“Y no se puede comparar con otros años. Puedes ver un crecimiento aquí, y luego una baja. Puede haber un auge en la construcción, pero luego vuelve a la normalidad, y al revés ocurre con el turismo, que llegamos a ver un día siete cruceros en San Juan, y ahora si acaso aparece uno. Todo eso se va a estabilizar. Lo que no podemos es proyectar el futuro con lo que estamos viviendo ahora”, alertó.