Fotos porno en computadora

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 18 años.
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“Un virus... pornográfico”.
La aparición automática de pornografía en unas computadoras pertenecientes a un conocido bufete de abogados y la posibilidad de que “un virus o algún problema en el sistema” provocara la presencia de las imágenes “no deseadas”, serían objeto de discusión hoy, en la sala de la jueza federal Aida Delgado Colón.
El pleito fue incoado en el 2004 por la secretaria Nilda Torres Rivera, quien laboraba en la oficina de abogados Latimer, Biaggi, Rachid y Godreau, y quien alega que la despidieron por quejarse de la constante aparición de las ofensivas imágenes en la pantalla de la computadora de su jefe. En la vista de hoy, a las 9:30 de la mañana, se discutirá una moción para que se elimine el testimonio de un experto contratado por los demandados que sostiene, entre otras cosas, que las imágenes pornográficas que aparecen como pop ups, se debían a problemas que tenía la computadora o a un virus, lo que estaba siendo atendido por técnicos.
Rivera reclama en la demanda contra el bufete, y específicamente contra su ex jefe Fausto David Godreau Zayas, que fue objeto de hostigamiento sexual en la modalidad de ambiente hostil por parte de su supervisor.
Sostiene, además, que fue objeto de represalia luego de quejarse ante Godreau del supuesto ambiente hostil.
“... Poco tiempo después de pasar su período probatorio, y durante el curso normal de su trabajo, ella comenzó a ver fotos sexuales explícitas en la computadora de su jefe cuando abría sus mensajes de correo electrónico o cuando daba para atrás o para delante con el buscador. A veces, aparecían de forma automáticas durante el dictado”, se indica en el documento.
“Al principio la demandante intentaba ocultar su humillación y cerrar los anuncios durante el dictado, pero no era posible con los e-mails, que una vez abiertos, las imágenes no deseadas se quedaban en la pantalla”, se agrega.
Llegó un momento, se relata, en que la demandante se ponía furiosa con el bombardeo de imágenes y se levantaba y se iba; en otras ocasiones, le comentaba a Godreau que “su computadora y la de él no eran compatibles” .
“ ... él meramente le contestaba que ésta era la forma de trabajar en su oficina y que tenía que someterse a la situación si quería continuar trabajando con él y el bufete”, se sostiene.
Judith Berkan y Mary Jo Méndez, abogadas de la demandante, sometieron el testimonio de Marcus Law-son, un ex agente del Servicio Secreto, experto en el campo, quien, según se informa, creó un “espejo” del disco duro, y aunque no encontró pornografía en el espacio activo, al acceder a los archivos borrados “no localizados” encontró “numerosas imágenes pornográficas de adultos y erótica”.