El rostro feliz de un niño se destaca en la nueva campaña de la Fundación Infantil Ronald McDonald Puerto Rico, pero detrás de la sonrisa del chico existe una historia de sanación en la que fue clave la casa de esta organización en Santurce.

La edificación, ubicada a pasos del Hospital San Jorge, se ha convertido en un santuario para familias que requieren alojamiento temporal mientras se atienden las condiciones médicas de sus hijos.

Ese fue el caso de Alejandro Guillermo Arana Tristani, de 14 años de edad, quien ahora comparte su historia de esperanza en la campaña “Convierte un Big Mac en una sonrisa”, en la que los ciudadanos podrán realizar una donación el 13 de noviembre comprando en un restaurante McDonald’s la famosa hamburguesa o una manita que es símbolo de apoyo a la casa. 

“Yo me siento bien porque puedo dar mi testimonio. Puedo hablar sobre el sitio en el que mi familia se quedó. Si no estuviera aquí (la casa), yo no estaría aquí”, sostuvo el protagonista de la campaña de recaudación fondos para operar el hogar durante una conferencia de prensa en la que se ofrecieron detalles de la iniciativa, que se realiza anualmente y que el año pasado logró una recaudación de $188,750 para subvencionar la casa en Santurce.

El joven yaucano padece coliitis ulcerativa autoinmune, una enfermedad inflamatoria del colon para la cual el paciente ha requerido quimioterapias, a pesar de no padecer cáncer.  

Los familiares del paciente vivieron en la casa de octubre a diciembre pasado junto a otras familias que también se vieron en la necesidad de tener alojamiento temporal mientras sus hijos eran atendidos por galenos en el Hospital San Jorge. 

La casa de la Fundación Infantil Ronald McDonald Puerto Rico cuenta con capacidad para 10 familias. El alojamiento se selecciona a base de la emergencia del niño paciente y el cupo disponible al momento de la hospitalización. Los moradores reciben comida gratuita, así como artículos para su aseo personal. Además de los dormitorios, tienen disponible lavandería y un salón de computadoras. También pueden utilizar un área recreativa para compartir con sus hijos.

“Realmente aquí no tienes que traer nada y tienes un abrazo cuando llegas. Puedes apoyar a otras familias y ellos también te sirven de sostén. Es difícil poder sobrellevar las situaciones, pero tener a mi familia cerca es una bendición. En este hogar nos brindaron amor”, indicó Millie Tristani, madre de Alejandro Guillermo, una exrepresentante de ventas que actualmente se dedica de lleno a la crianza de sus hijos.

La Fundación Infantil Ronald McDonald Puerto Rico atiende a unas 20,000 familias anualmente mediante varios programas, que incluyen salas familiares en los hospitales Ryder, en Humacao; Menonita, en Aibonito y San Lucas, en Ponce, así como en clínicas de visión y audición. La entidad, además, está en el proceso de abrir otra sala en una instalación médica en Mayagüez.

“Este es un oasis fuera del hospital. No tenemos terapistas, pero cuando las familias regresan del hospital comparten sus experiencias, como si se trata de un grupo de terapia”, sostuvo la directora ejecutiva de la fundación, Brandi Hale.

Actualmente la fundación cuenta con 353 casas Ronald McDonald alrededor del mundo, pero la de Santurce es la única ubicada en el Caribe. En algunas ocasiones, se han alojado en el hogar familias estadounidenses y de varios países caribeños, destacaron portavoces de la organización en Puerto Rico.