Carlos, Jerry y Edgar tienen vidas e historias diferentes. Ayer, compartieron un logro. Se graduaron de la Corte de Drogas de Bayamón. Junto con ellos, otros 16 participantes del programa también vencieron su problema de adicción a drogas y recibieron diplomas y medallas de reconocimiento.

“Ahora voy a tratar de mejorar como persona y de servir de ejemplo donde yo vivo. Voy a ayudar a los caídos, como uno dice en la calle, para brindarles mi ejemplo de que se puede”, dijo Jerry, de 31 años y residente del complejo de vivienda pública Falín Torrench de Bayamón.

“Yo no tenía rumbo. Drug Court me dio la brújula y un rumbo a seguir”, dijo Edgar, quien reside en Toa Baja.

Carlos dijo que el programa le ofreció “herramientas” para superarse.

Además de recibir los diplomas, en una sesión de la Sala Especializada en Sustancias Controladas del Centro Judicial de Bayamón, la jueza administradora de dicho tribunal, Raquel Irlanda, les informó que los delitos -no violentos- que cometieron les serían borrados del récord.

Irlanda lamentó que cuatro de las oficiales sociopenales de Corrección que tomaron parte en la rehabilitación de los graduandos no pudieron presenciar el momento culminante del proceso porque fueron cesanteadas como resultado de la Ley 7.

“Hay una situación fiscal, pero aún dentro de ese proceso difícil estamos identificando fuentes para que este tipo de programa no se pierda por no tener un técnico sociopenal”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González, quien participó como invitada en la actividad.

La sesión especial fue encabezada por el presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton.