Ni a los empleados ni a los clientes les han dicho algo, pero a los primeros ya les llegó el rumor y a los segundos no les extrañaría.

Un bagger del supermercado Grande de San Francisco aseguró ayer que la tienda donde él trabaja ya está vendida, pero no les han informado.

“A mí, después que me den trabajo”, expresó, indiferente a la posibilidad de que el ahora Grande en un futuro sea Supermax.

En ese mismo local, una carnicera también declaró que el supermercado estaba vendido, pero que algún “escollo” en la negociación ha retrasado la notificiación de venta.

Víctor López, uno de los muchos clientes del supermercado que ayer salió de la tienda con apenas dos bolsitas de compra, dijo que acostumbra ir a Grande por los buenos precios y porque le queda cerca. Si se convierte en otro comercio lo respaldaría, pero tendría en consideración los precios.

En el Grande de Reparto Metropolitano, el billetero Afrodicio Gutiérrez y su esposa María Jiménez han escuchado los temores de los empleados, quienes viven la incertidumbre de no saber si cerrarán el supermercado.

“Todo es rumores. A ellos lo que les preocupa es la incertidumbre de no saber”, expresó Jiménez, quien fue empleada de ese Grande en el 92.

El matrimonio sabe que sus finanzas se verían afectadas si la tienda cierra, por lo que su esperanza está en que se mantenga, aunque sea con otro nombre. “Lo importante es que el supermercado esté ahí”, señaló Gutiérrez.

A pesar de los comentarios y de la incertidumbre de los empleados, ni el presidente de los supermercados, Juan Rodríguez, ni el presidente de la Junta, Atilano Cordero Badillo, estuvieron disponibles para contestar preguntas sobre el rumor que ya se ha salido de las góndolas.