Varios empresarios se han unido en Ponce para, en colaboración con las autoridades municipales, crear una respuesta local para atender la emergencia surgida tras la devastación que provocó el huracán Fiona, cada cual con los recursos que puede hacer disponible para ayudar a la gente a recuperarse.

Sin embargo, el grupo ha sido enfático en reclamar al gobierno central que le preste la debida atención a la región que ha sido la zona más golpeada desde el azote del huracán María, los temblores, la pandemia del COVID-19 y ahora el huracán Fiona.

Ponce, en particular, continuaba este domingo prácticamente en su totalidad sin servicio de electricidad, una semana después del paso de Fiona, algo que complicaba aún más las operaciones de los comercios que han logrado sobrevivir a la nefasta secuencia de emergencias.

“Hay un grupo de empresarios que ya hemos estado colaborando con varias iniciativas, desde lo que es la producción de alimentos y preparándonos para acoger agencias del gobierno que lleguen, porque tenemos los espacios para eso, que lleguen a dar los servicios, tanto de los primeros respondedores a los otros servicios regulares, como puede ser un Departamento de la Familia o un Departamento de Desarrollo Económico (y Comercio) o cualquiera de esas instituciones gubernamentales”, sostuvo David Talavera Albarrán, presidente de Intertrade, compañía que maneja el Complejo Ferial de Ponce, y también propietario del restaurante Talavera Signature Dining.

El empresario explicó que esas ayudas pueden ser de alimentación, espacios para poder seguir ayudando, combustible, vehículos para poder hacer misiones, entre otras. Aseguró que, “en muchas instancias” han ofrecido alojamientos en hoteles sin que la persona pudiera pagar, restaurantes y comercios que han ofrecido comidas y productos gratis, dealers que han prestado su maquinaria, la hielera regalando hielo.

Agregó que la colaboración entre los empresarios “ha sido algo espontáneo”, a través de encuentros y sin procesos formales.

“Simplemente ha sido, ¿oye cómo estamos? ¿qué podemos hacer? ¿cómo podemos ayudar? Ah, pues yo soy el del ‘dealer’, tengo un vehículo. Ah, pues yo te voy a llevar diésel. Pues yo tengo tantas libras de arroz, tantas libras de pollo. Ese tipo de cosas. Y eso se ha dado como orgánico”, agregó Talavera.

El empresario sostuvo que, lejos de ver el asunto como una carga o pérdida, los empresarios consideran “un privilegio poder ayudar”.

“Básicamente no es nada. Realmente es al revés. Es un privilegio poder ayudar, porque hay gente que ha perdido mucho, hay gente que está sin casa, hay gente que estuvo horas encima de un techo esperando que un río bajara con sus hijos, que si el río sube un poco más se los lleva. Todo eso ha pasado”, comentó. “Y creo que esto es algo colectivo. Nadie se agencia nada, no hay que hacer fanfarria. Hay que ayudar y se acabó”.

Agregó que, aunque necesitan recibir electricidad y agua, están todavía más preocupados porque no haya llegado a los hospitales, “porque ahí se nos empieza a morir la gente”.

“Hay gente encamada en su casa que no tiene la energía para la máquina que le da respiración. Hay una serie de necesidades brutales, y especialmente el asunto de la energía es vital. Hay gente que se muere por falta de energía”, subrayó Talavera, agregando que en Ponce apenas un 5% más o menos tenía servicio eléctrico.

Uma Blasini, directiva el hotel Meliá,Century en Ponce, que actualmente aloja personal de primera respuesta y parte de las personas que están colaborando con la organización no gubernamental World Central Kitchen, recordó que Ponce y la región sur “somos los que hemos recibido más embate”, con María, los terremotos, “y ahora tenemos Fiona”.

“Ciertamente hemos sido la región más afectada. Y ahora más afectados también en términos de tener acceso a los servicios básicos para poder hacer nuestro mejor esfuerzo en poder ofrecer el mejor servicio, a los huéspedes en nuestro caso, a los comensales en el caso de David (Talavera) y en el caso de los otros empresarios dependiendo del tipo de negocio en que se encuentren”, afirmó la también directiva del Misla Hospitality Group.

Sostuvo que las personas que han ayudado se han mostrado “sumamente agradecidas”, incluyendo aquellos a los que “no les facturamos” el día del huracán y el día después.

Agregó que, aunque el hotel sufrió daños, afortunadamente contaron con una brigada de 50 personas para limpiar y reparar, incluyendo personal de construcción. “Pero ese no es el caso de todo el mundo. En el caso de la mayoría de la gente, son ellos mismos, son los familiares, son los mismos empleados que en muchas ocasiones no necesariamente llegan a las instalaciones esos días, porque se le cerraron los caminos, porque no tienen agua, porque no tienen luz. Todo eso lo hemos vivido”.

Blasini condenó que “hemos sido la región la olvidada” en cuanto a recibir los servicios básicos “para poder echar pa’alante, porque nosotros todavía estamos en reconstrucción. Nunca hemos salido del tema de echar pa’alante luego de todas estas situaciones que hemos tenido”.

“Sobre todo la tardanza de las ayudas, de los préstamos, de los dineros que se designaron. O sea, después de cinco años estamos hablando de la reconstrucción de María, y ahora nos cae Fiona”, agregó Talavera.

“Yo pienso que hay prioridades. Y la región sur es una prioridad. Debe ser una prioridad para todos”, insistió Blasini.

“Hay que salir de la zona metropolitana, y no pensar que Puerto Rico es San Juan. Está bien, San Juan es importante, y hay gente que está recuperando porque no le ha llegado quizás la luz ni el agua. Pero allí están las facilidades distintas”, añadió Talavera. “La realidad es que los que manejan la reconstrucción del país tienen que mirar a Puerto Rico completo. Acá hay otras cosas y hay otro Puerto Rico distinto”.

Por su parte, Jean Paul González, director de Desarrollo Económico de Ponce, catalogó a los empresarios de pequeñas y medianas empresas del sur de “héroes” por continuar trabajando luego de cinco años de tantas emergencias y dificultades.

“Vengo del sector privado, esta es mi primera experiencia de gobierno. Traigo mucho bagaje de la experiencia de las necesidades que tuve. Tuve una pérdida en el terremoto de 2020, mi edificio se cayó, colapsó completo y me tuve que ir a otro”, comentó González. “Y esa empatía la tenemos en el municipio y el alcalde nos ha permitido crear nuestros programas y alianzas para poder establecernos”. Añadió que inmediatamente después del golpe de Fiona, establecieron una herramienta para consultar a unos 300 comerciantes qué era lo más urgente que necesitaban. La respuesta fue electricidad, agua y capital para poder pagar nómina y gastos adicionales de combustible y otros. Siendo el caso que como municipio solo podían atender uno de esos tres puntos, crearon un centro de solicitud de incentivos con fondos de refuerzo económico identificado en colaboración con el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. La experiencia, que iba a ser para un día, tuvo tanta aceptación que se ha extendido por más de una semana y planea seguir, hasta repartir alrededor de $1.6 millones con ese incentivo.

“A cambio ellos dan el sacrificio que han hecho estos últimos cinco años. Y nosotros le estamos dando a cambio el incentivo y le ayudamos a solicitar el proceso completo”, afirmó González. “En este momento, yo creo que nosotros como entidad gubernamental no tenemos que pedirle nada a los comerciantes, tenemos que ayudarles y conseguirles todo”.

El funcionario municipal resaltó que, en estos últimos años, la comunidad de comerciantes de Ponce, en el casco urbano y en otras áreas, “han sabido que la única solución para poder mantenerse es hermandad entre todos ellos. Y por eso disponen de lo poco que tienen, lo ponen a disposición de la comunidad y de la comunidad empresarial”.

González insistió en que esa colaboración del municipio con los empresarios, y la búsqueda de soluciones a sus problemas, redunda a su vez en beneficios para el municipio.

Sin embargo, no es mucho lo que puede hacer el municipio ante la falta de energía eléctrica y agua. Al momento, indicó González, apenas 5% del municipio tienen electricidad, y un 80% del municipio tiene servicio de agua, “pero hay ciertas áreas, que son las más necesitadas, específicamente los comerciantes de la montaña, que son los que realmente viven de eso, y no tienen acceso ni a luz ni agua”.

“El problema grande, casi el 60% de los negocios estaban cerrados la semana pasada por el tema de la luz específicamente. Porque con el agua, pues puedes buscar agua, usar otros medios. Pero con la luz, es inoperable. O sea, con una planta no puedes prender una cocina completa, una oficina. Y el gasto, ¿cómo voy a operar gastando $900 de gas, versus $500 de venta? Eso no es viable”, condenó el funcionario, que se unió al reclamo de los empresarios en la exigencia de que se restablezca el servicio de energía eléctrica.

“Como nuestro alcalde (Luis Irizarry Pabón) lo ha hecho, y lo enfatizamos. Imploramos que ya es tiempo de que nos miren. Solamente 5% de Ponce tiene luz. Nuestra economía no aguanta más y tenemos que darle prioridad. Ya esto lleva una semana. Literalmente le quitamos el 25% de los ingresos del mes a estos comerciantes. No aguantamos más”, reclamó González

No obstante a las dificultades, en particular con la falta de servicio eléctrico, Talavera fue enfático en que “vamos a seguir, no nos vamos a quitar. Y vamos a levantar la ciudad, vamos a levantar a Puerto Rico. Sin duda alguna”.