En momentos en que se recupera de los retos que ha provocado el apagón general que se produjo desde la noche del miércoles, un boricua aprovechó el momento para querer dar la mano en un problema que muchos volvieron a enfrentar: un generador eléctrico dañado.

Marco Ortiz, residente de Guaynabo, abrió las puertas de su casa para recibir a unos vecinos y sus allegados que sabían del conocimiento que él tenía con estas máquinas luego que tuvo el “privilegio” de trabajar en una tienda por departamento que se dedicaba reparar enseres domésticos con unos “señores que llevaban 25 y 30 años bregando ahí con mecánica de motores pequeños”.

Sin embargo, Ortiz le contó a Primera Hora que, momentáneamente, comenzaron a llegar personas que él nunca había visto a solicitar su ayuda, con un costo que ronda entre $30 y $50. La acumulación de clientes se debió a que un cliente satisfecho le tomó una foto, preparó un arte gráfico y aprovechó sus redes sociales para elogiar su habilidad y promover su labor.

“Devolviendo el favor. Ayer llamo a Marco, persona que arregla plantas eléctricas, y me dijo: ‘Traímelas que te las reparo al momento’. Y así fué. [En] una hora estuvieron listas. 100% Recomendado. Aquí le hago un humilde arte de su negocio, ojalá lo llamen muchas personas”, expresó Javier Velázquez Quiles en su estado de Facebook.

Al momento, dicha publicación ha sido compartido por más de 5,000 cuentas, lo que provocó mucha emoción al guaynabeño.

“Yo no me esperaba que alguien me tirara una foto y me ayudara así”, dijo el entonces técnico, quien expuso a Primera Hora que su conocimiento por los generadores eléctricos también se produjo tras el paso del huracán María, donde tomó el tiempo para auxiliar a personas, tanto con escasos recursos como adinerados “con carros Mercedez Benz y BMW”, a reparar las maquinas sin costo alguno.

“Lo estoy haciendo ahora bien barato y al frente de las personas, para que vean y aprendan a cómo ciudarlos”, destacó.

Ortiz, quien es esposo y padrastro, expresó a este medio que ha llegado a perder la cuenta de cuántos generadores han llegado a su humilde casa para arreglarse. Sin embargo, se escuchó a su pareja de 10 años expresar que había visto alrededor de más 50 aparatos ir y venir con consumidores contentos.

“Aquí han venido muchas personas, desde antier (pasado jueves)”, sostuvo. “Fue uno detrás del otro. Y mis amigos y otros empleados ahora me dicen el ‘duro’ de las plantas”.

“Se me aguan los ojos porque uno no ha pasado una situación así, pero muchos me han dicho que esto ha pasado mucho porque yo ayudo mucho”, manifestó, al tiempo que se podía escuchar de fondo el ruido de las plantas y su familia apoyándolo.

Cuando se le preguntó cuáles han sido los problemas mayores que ha confrontado con las maquinas que llegan a sus manos, es hallarse con una pieza obsoleta en la sección del motor.

“Yo no soy un ‘business’, y ellos llegaban, y me daba pena porque si yo tuviera esas cosas, se lo remplazaba”, indicó.

Por otro lado, cuando este medio solicitó un consejo para mantener estos preciados artefactos, Ortiz sugirió a todo el mundo a siempre prenderlas cada dos semanas.

“Eso lo que necesita es uso, no las guarde, eso de quitarle la gasolina y guardarla, ya eso tiene líquido en el sistema”, explicó. “De aquí a lo que yo la enciendo, me voy al baño, me lavo las manos y vuelvo, ya la usé. Tiene su aceite, tiene su gasolina, tiene todo lubricado”, indicó, al distinguir que no importa la marca del equipo, el mantenimiento debe ser igual.

Además, con mucha humildad, llamó a los boricuas a siempre estar dispuesto a ayudar al prójimo en momentos de emergencia.

“Dentro de toda esta oscuridad, siempre va a haber una persona buena, siempre va a haber un grupito que te dé la mano”, dijo el emprendedor.