Hablan las manos de los políticos
El Gobernador es de pensamiento autoritario “con inclinación profunda al estudio de las leyes y códigos de pensamiento personales”.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
PUBLICIDAD
Si las manos hablan y las líneas de los candidatos a la Gobernación no están alteradas por alguna cicatriz de la niñez, entonces las personalidades de Luis Fortuño, Juan Dalmau y Alejandro García Padilla son tan diferentes como sus ideologías políticas.
Según la quiromancia, que atribuye rasgos de personalidad y carácter a la forma de las manos y sus líneas, la mano de Fortuño es nudosa o filosófica, lo que, según la psicotarotista Diana Sirak, refleja que el Gobernador es razonador y lógico, pero más bien un líder solitario. Se dice que su tipo de mano es la más bonita y quienes la poseen no son aptos para los trabajos físicos.
La parte abultada en la base del dedo pulgar, conocida como monte de Venus, Fortuño la tiene plana. Eso es típico en las personas astutas y estratégicas. Denota, también, según Sirak, “un mecanismo de alerta natural frente al mundo exterior”. El monte de Júpiter, que está en la raíz del dedo índice, sí lo tiene abultado, lo que implica que tiene sentido de ambición y poder. En Dalmau, al tenerlo de tipo intermedio, refleja “un sentido de trabajo colectivo”.
La mano del candidato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) es cónica, lo que denota una sensibilidad creativa. La curiosidad, originalidad y el sentido de estética y armonía también son rasgos de carácter de quienes tienen un tipo de mano que generalmente es bien proporcionado. Se les atribuye también mucha imaginación y creatividad, además de la capacidad de desarrollar sus propias ideas.
El gusto por el placer y las buenas costumbres familiares son cualidades de las personas con la mano espatulada. Ésa es la que tiene García Padilla. El positivismo y el carisma son típicos en estas personas y les encanta recurrir a la inventiva para solucionar problemas.
Los dedos también son delatores. Dicen unas cosas que sería mejor dejar las manos en los bolsillos.
Fortuño, por ejemplo, tiene los dedos índice y meñique con una curvatura coincidente. ¿Qué quiere decir eso? El Gobernador es de pensamiento autoritario “con inclinación profunda al estudio de las leyes y códigos de pensamiento personales”. El pulgar, que lo tiene en ángulo abierto, refleja que tiene dificultades para relacionarse con otros y que es de temperamento selectivo.
Los dedos del popular, separados y rectos, muestran a un individuo de pensamiento generoso “con espíritu abierto, entusiasta y extrovertido”. Dalmau, quien tiene los dedos del corazón y anular en “paralelismo total”, revela una vocación de servicio y devoción por los principios. El meñique, tan separado que parece que lleva una vida independiente, implica, según Sirak, que es “de pensamiento liberal”.
A Fortuño lo pone en el combo de los melancólicos tener el monte de Saturno plano. Ese espacio, en a la raíz del dedo medio (el del corazón, no el malo, como le dicen), Dalmau y García Padilla lo tienen extendido, lo que los inclina a la solidaridad y al altruismo.
Bajo el dedo anular está el monte de Sol. Fortuño, otra vez, lo tiene plano. En la quiromancia eso implica que le gusta más que lo complazcan que complacer.
Un espacio donde coinciden García Padilla y el Gobernador es en el monte de Mercurio, debajo del dedo meñique. De tipo intermedio –ni muy plano ni muy abultado– denota pensamientos múltiples y tendencia al desgaste mental. El de Dalmau, que sí es abultado, refleja profundidad introspectiva y “alta energía mental”.
El Monte de la Luna, que está al inicio de la mano y al lado contrario del pulgar, cerca de la muñeca, Dalmau y Padilla lo tienen mixto, lo que implica que les gusta conocer la historia de las cosas y derivan placer intelectual. Abultado, que es como lo tiene el Gobernador, denota ensoñación y gusto por los viajes y el placer.
Los montes de Marte, dos espacios que están uno entre el dedo índice y el pulgar y otro en esa misma dirección pero en el lado contrario (bajo el meñique), denotan que el perfil físico de Dalmau es clásico y el mental, dinámico. En el caso de Fortuño, el mental, es ingenioso y el físico, promedio. García Padilla responde al perfil creativo en el plano mental y magnético en el plano físico.
La línea del corazón, que marca los sentimientos, Dalmau la tiene mixta, lo que significa, según Sirak, que es de sentimientos reservados y pasiones idílicas. La de Fortuño es ascendente, lo que denota que tiene "incrementos repentinos de emotividad". En el caso del ex secretario del DACO, al tenerla expandida, revela que necesita gestos afectivos constantemente y que el contacto físico para él es esencial.
Una línea que manifiesta que Fortuño tiene que esforzarse mucho para tener oportunidades es la de la Fama. En el caso de Dalmau, cuyo trazo es de profundidad variable, implica que sus objetivos son colectivos. García Padilla, con una profundidad irregular, representa “logros temporales”.
Unas líneas que se encuentran en la muñeca, conocidas en la quiromancia como brazaletes, revelan que el candidato popular necesita “concentración frente a objetivos definidos”, el candidato estadista requiere de “disciplina intuitiva” y el aspirante del PIP depende, en cierta manera, del trabajo en equipo. Eso sí, tiene una gran destreza intelectual.
Entre el dedo pulgar y el dedo índice baja una línea casi hasta la muñeca. Es la de la Vida, y Fortuño la tiene expandida. “La marcación de la línea denota gran consumo de energías mentales, lo que revela mayor superación en obstáculos físicos que en lo emocional”, analizó Sirak. Parece ser de tendencia longeva, “pero con desgastes múltiples de salud en la vejez”.
En el caso de García Padilla, es ascendente y amplia. De acuerdo con la psicotarotista, su línea revela que vivirá una diversidad de búsquedas y, a mediana edad, tendrá un cambio drástico en su estilo de vida “para poder cumplirse a sí mismo sus metas”. El candidato popular debe, además, poner especial atención a su balance alimenticio.
La vitalidad de Dalmau es variable. Su línea de la vida es concentrada y, los desgastes de salud que pueda tener, están relacionados con la necesidad de restaurar sus “patrones de sueño en periodos de alta actividad física”.
La línea de la cabeza, al igual que la de la vida, comienza en la zona que hay entre el dedo pulgar y el índice. En García Padilla están conectadas, lo que implica, según Sirak, que la razón cuida su instinto de vida. La de Dalmau es horizontal y con corte, lo que supone que tiene impulsos repentinos pero regresa a su “equilibrio emocional”. Separada como es la de Fortuño, denota “dificultad para modificar sus instintos e impulsos”.