Entre hilos, agujas, telas y patrones, las hermanas Nivia y Wanda Marrero dan rienda suelta a la imaginación al diseñar las tradicionales muñecas de trapo y los tejidos para bebés, además de incursionar en la nueva de técnica para la creación de animes en tela, oficio a través del cual honran a sus mejores instructoras, su madre y abuela.

Desde niñas, las hermanas Marrero observaban la faena diaria de sus antecesoras tomando como un pasatiempo la enseñanza que –posteriormente- se ha convertido en la pasión de ambas, hoy día profesionales en el campo de la educación.

Nivia es una maestra de kinder que siempre fue cautivada por las muñecas de trapo que diseñaba su abuela Nicolasa Santiago. “Llevo más de 20 años. Aprendí con la abuela que hacía muñecas de trapo y cocía ropita de bebé. Aprendí observándola a ella. Empecé con una pequeña y entonces fui poco a poco mejorando”, comentó.

De acuerdo con la artesana, lo principal es el tipo de tela que se elige para realizar la muñeca. “Con un patrón pues marco la muñeca. Hago y coso toda la silueta. Se vira y se rellena con ‘poly fil’ la silueta, se cierra y toda la cara y todo lo que conlleva pintura se hace a mano. Esos detalles de pintarle la carita a mano y todo lo demás toma un poco de tiempo. La ropita que lleva se la hago aparte. Luego hay que ponerle el pelo que se hace con lana o hilo que se usa para tejer también. La ropa yo la coso. Unas las hago a máquina y otras a mano, depende de lo que pidan”, dijo Nivia.

El proceso para hacer cada pieza le puede tomar entre dos a tres horas diariamente, todo depende del tamaño de la muñeca. La más grande que trabaja mide de 12 a 13 pulgadas, mientras que las más pequeñas están entre dos a tres pulgadas y que son utilizadas para hacer llaveros o magnetos para la nevera.

“A veces la gente me pide muñecas con detalles en específico y otros me siguen cuando voy a las ferias y ahí me compran. Para una feria puedo hacer entre 30 y 40 muñecas y se venden entre $12 a $15 dependiendo la complejidad”, expresó la artista que ha evolucionado a las redes sociales para presentar sus creaciones a través de Ilusiones de trapo en Instagram. “Me da nostalgia venderlas. Todas tienen algo que las distingue de las otras”, destacó.

Por su parte, Wanda, quien es profesora universitaria de tecnología veterinaria, utiliza sus tiempos libres para dedicarse a la artesanía del tejido con una aguja que también se conoce como ‘crochet’. Este refinado arte es un legado que le dejó su progenitora María Ortiz.

“Desde pequeña mi mamá me enseñó a hacer trajes tejidos para las muñecas, tapetes para las mesas y tejidos para los baños. Luego comencé a hacer bandas de pelo, sabanillas, paños y ropa de bebé. Así llevo casi 25 años. Me gusta cada diseño y sigo aprendiendo, leyendo e innovando”, dijo la artesana.

Esta faena que tiene como herramienta principal la aguja que tiene un “hook” en la punta, presenta sus propios retos. “Hace poco me pidieron uno de Bad Bunny no necesariamente quedó igual, pero sí bien parecido y a la clienta le gustó. La materia prima es hilo y aguja y todo en punto pequeño y uno tarda mucho. Hay piezas que en dos horas las puedo terminar. Pero hay piezas que necesito 24 a 30 horas para terminarlas”, manifestó.

Los tamaños y precios varían, pero rondan entre los $10.00 a $12.00. “Yo tengo variedad desde 6 pulgadas a 10 pulgadas de alto. Tengo las piezas religiosas que son piezas que quedan tan delicadas que no quiero salir de ellas. El Jesucristo crucificado y los nacimientos dan más trabajo por los detalles”, agregó.

La artista, además, ha ganado muchos seguidores de distintas partes del mundo que le ordenan los llamados personajes o animes, que son figuras sin boca “por la creencia anglosajona de que les puedes confiar los secretos y no los divulgan”.

“Ahora mismo eso es lo más que le gusta a la gente de animes, pero igual los piden personalizados. Siempre tengo pedidos ya que desde la pandemia eso fue el ‘boom’ de los pedidos. Empecé a hacer cosas y postear en redes sociales y la gente comenzó a escribir y hacer los pedidos. Lo más que piden, y que se mueven mucho en ferias, son las figuras relacionadas a las películas de Star Wars y Harry Potter”, mencionó Wanda, que se promociona como Pequeñas creaciones by Wanda en Facebook e Instagram.