La angustia y la desesperación los acecha hasta olvidar el valor de la vida.

Factores económicos, a veces ligados a la crisis que enfrenta el país, sumado a otras presiones sociales, son muchas veces los motivos que han tenido cientos de hombres para quitarse la vida.

Según los expertos, en los últimos años esto ha sido una constante. 

En lo que va de año, un 89 por ciento de las personas que han optado por suicidarse son varones.

Datos de la Comisión para la Prevención del Suicidio del Departamento de Salud, reflejan que del 2011 al 2015 ocurrieron 1,517 suicidios y, de estos, 1,266 fueron hombres. 

En el 2016, de enero a mayo, han ocurrido 74 suicidios y 66 son hombres.

Problemas económicos, divorcios y pérdidas, incluyendo de empleo, son algunas de las variables que influyen en esta mortal conducta.

“Casi el 90 por ciento de las personas que se suicidan son hombres y estas estadísticas son también a nivel mundial. Aunque las cifras de intentos son más altas en mujeres que en hombres, a la hora de pasar al acto suicida los hombres utilizan métodos más violentos”, sostuvo la doctora Alicia Menéndez, directora de la Comisión.

¿A qué se debe el alto número de hombres que optan por el suicidio? 

“El hombre no busca ayuda, los hombres no hablan cuando se sienten mal emocionalmente. Ellos se creen que tienen que resolverlo todo y no buscan ayuda”, indicó la también sicóloga.

Argumentó que “el problema de cualquier padecimiento emocional es que cuando la gente no lo habla pasan actos como el suicidio, que es un acto de desesperación absoluta y de desesperanza”.

Con este punto coincidió el sicólogo Carlos Sosa, quien señaló que, “el hombre todavía tiene un rol en la sociedad nuestra tradicional, de ser el proveedor de la familia principalmente; aunque la mujer es trabajadora también... Una de las características del rol femenino es que saca para afuera lo que tiene adentro. Los hombres, usualmente, como hemos sido educados de otra manera, pues todavía tenemos que recorrer mucho camino”.

Explicó que la mujer “tiene la oportunidad de ser más emotiva; si tiene que empezar a llorar, llora… y esto, hasta cierto punto, es una ventaja”.

Al hombre ser más, “represivo, como  se le enseña a reprimir, va aumentando la carga emocional, la tiene por dentro, no la trabaja, no la canaliza…”, destacó.  

Entonces el hombres es más débil emocionalmente.

“Creo definitivamente que en vez de estar demostrando que somos fuerte emocionalmente, estamos en desventaja frente a las mujeres… Lamentablemente como puertorriqueño me preocupo muchísimo, porque el hombre -usualmente- cuando se habla de problemas de violencia doméstica, por ejemplo, siempre se enfoca desde la perspectiva femenina. Obviamente la mayoría de las víctimas son mujeres, pero a los hombres no se les provee ningún tipo de herramienta para que dejen de ser agresores”, sostuvo.

El sicólogo indicó que en la Isla hay un factor que se asocia mucho a que una persona tome la decisión de quitarse la vida, y es el económico, “que es una variable que influye mucho en la depresión y que lleva a muchas personas a suicidarse”.

Y la situación económica sigue de mal en peor.

“Hay una efervescencia mundial… de cosas negativas que están pasando… y afirmando el comentario que usted hizo de que las cosas se están poniendo peor, hay muchas cosas que se conectan a la larga y todos estos actos de agresión, de destrucción, de autodestrucción, todo esto se va conectando poco a poco y entonces tenemos este resultado tan funesto”.

El galeno confesó que le preocupa el futuro “que le estamos dejando, qué país, qué situaciones estamos dejando a estos niños que están creciendo. Y no se está haciendo mucho, porque  se le está dando más importancia a otras cosas”.

A su juicio, “el Estado debe crear conciencia de que el kit este que tenemos los hombres de destrucción, cuando las cosas no son como tienen que ser, pues vamos a explotar, matándonos o matando a los otros, porque el acto de suicidio es un acto de asesinato hacia sí mismo. Tenemos que ser más proactivos en eso, buscar programas de desvío porque eso mejoraría muchísimo”, confesó el sicólogo.

Desde la Comisión para la Prevención del Suicidio, la sicóloga Menéndez lleva tres años llevando la acción donde pone la palabra.

Mencionó que en junio pasado presentó la Guía para el Desarrollo de un Protocolo Uniforme para la Prevención del Suicidio.

Informó que como lo establece la Ley 76 de 2010, han impactado con ese protocolo a los municipios, agencias, escuelas públicas y privadas, centros de servicios a personas de edad avanzada y cualquier entidad u organización que reciba fondos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

También, han adiestrado a 903 personas de 472 entidades públicas y privadas, quienes están en el proceso de someter los Protocolos de Prevención de Suicidio. Una vez éstos son evaluados, si son completados satisfactoriamente, son aprobados.

Menéndez hizo un llamamiento a estar “bien atentos a cuando una persona está triste, cuando ha recibido una mala noticia… estar muy pendiente a nuestros familiares, amigos, y cuando veamos una persona sufriendo hay que buscarle ayuda inmediata. Con el suicidio no tenemos tiempo que perder. La depresión y la salud mental, si no se atiende, se puede convertir en una enfermedad mortal”, agregó la especialista quien lleva 40 años ejerciendo su profesión. 

Para información de los Centros de Apoyo y sus localidades se pueden comunicar a la línea PAS al 1-800-981-0023.