Pese a las previsiones tomadas para enfrentar el huracán, el Hospital del Niño de Puerto Rico necesita diésel para poder mantener su funcionamiento requerido como institución hospitalaria pediátrica, y una planta generadora de electricidad que sirva de respaldo a la que utilizan sin descanso.

La Casa de Salud en la que residen 34 niños con incapacidad tanto física como mental, comenzó a racionar el diésel de forma preventiva para prolongar el suministro que tienen hasta que puedan conseguir suficientes abastos.  Algunos de los niños están encamados y otros tienen condiciones como perlesía cerebral, cardíacas, autismo y retardo.  Además, el Hospital del Niño es el hogar de pacientes con condiciones críticas.

Relacionadas

“Es algo que siempre necesitamos. Nosotros nos regimos como un hospital y tenemos que estar con la planta todo el tiempo prendida y sí, estamos tratando de racionarlo (el diésel) según las indicaciones del equipo médico y del ingeniero que nos da servicio en la institución”, expresó la relacionista público, Yadirka Rosa.

En cuanto al generador de electricidad, el hospital necesita que sea portátil de 200 kilos.

“Lo que queremos es tener un generador por si surge la emergencia. Estamos previniendo por si acaso hay que cambiar uno por el otro”, sostuvo.

Sobre la condición de los niños una vez pasó el huracán, la relacionista público dijo que se encuentran bien, al igual que el edificio que los alberga. Los daños ocurrieron en el exterior, tanto en los portones como el letrero y los árboles que cayeron.

La institución hospitalaria hace un llamado a los voluntarios para que ayuden a limpiar y reconstruir algunas áreas, en especial el parque donde los niños juegan.  

“Ahora mismo, por el calor tratamos de mantener a los pacientes en el área de recreación. Los árboles se cayeron prácticamente todos y no hay un área donde los niños se puedan guarecer del sol. Hay muchos escombros que recoger”, indicó.

Rosa resaltó la labor de jóvenes de la comunidad que llegaron sin pedirlo a cortar árboles que cayeron al suelo y despejar la entrada y el estacionamiento. Además, un grupo de voluntarios ha llevado gasolina para los autos de las personas que trabajan en el hospital para evitarles las largas filas y ayudar a que siempre haya personal de relevo.

Aunque los abastos de alimentos son suficiente para las próximas dos semanas, la ejecutiva señaló que “siempre hay necesidades que vamos a utilizar todo el tiempo”.

Mencionó: comida y postres de bebé (baby foods), leche UHT, agua embotellada, aceite, arroz, jugo, pasta, pan, galletas de soda, galletas variadas y comida enlatada como: salchichas, jamonilla, corned beef, pollo enlatado, habichuelas y salsa.

En términos de higiene, comentó que siempre se usan las toallas para bañar, toallas húmedas y pañales tamaños 3, 4, 5 y 6.

El hospital sirve a más de 3,000 niños alrededor de toda la isla. Se les ofrecen servicios de intervención temprana, a través del Departamento de Salud, así como servicios ambulatorios de terapia del habla, terapia física, ocupacional y sicológica, por medio del Departamento de Educación.

Los interesados en ayudar pueden comunicarse al 787-783-2226 y al celular de Rosa al 787-525-2866. También pueden escribir al inbox de su página en Facebook bajo Hospital del Niño de Puerto Rico. El edificio ubica en el barrio Monacillo carretera 19 Km 0.6 en San Juan colindancia con Guaynabo.