Para muchos “boricuas de pura cepa”, si un pastel no es tradicional, ese que las abuelitas confeccionaban con masa de guineo o plátano, relleno de pernil, no es pastel, sin embargo, hay gente que se ha aventurado a darle rinda suelta a su creatividad culinaria para inventar con este plato navideño que es indispensable en la mesa de todo puertorriqueño, inclusive para aquellos en la diáspora.

Para la chef Rosita Rosado, el pastel navideño no es un plato que ha evolucionado “sino que se aferra a lo tradicional, a lo que es su origen, es la representación de la cocina de nuestras abuelas. Un pastel si no es tradicional, no es pastel”.

La experta en recetas añade que si te pones a inventar con un paste te tomas el riesgo de que la gente te diga “eso no son pasteles”.  

Según la chef Myrta Pérez, el pastel tradicional es de guineo o plátano y relleno de pernil, además de agregarle calabaza, yautía y achiote, que es lo que le da el color marrón.

“Ahora han variado porque hay de yuca, antes siempre eran de masa de guineo o plátano. Antes era solo de carne de pernil, y ahora lo hacen también de pollo”, dijo Pérez.

iAh! Y el “guallao era acá, a mano, con el guallito”, añadió.    

Para Pérez, el pastel “no es un plato para inventar, sino para seguir la tradición”.

Sí son pasteles, pero diferentes…

La gente se ha puesto tan creativa que hay pasteles que se envuelven en hojas de repollo en vez de plátano. “Ahora se utiliza mucho el envolver la masa con repollo”, comentó a Primera Hora la chef Marisoll Hernández.

A Hernández, en particular, le gusta inventar con este sabroso plato: “Se utiliza mucho el concepto de hacerlos rellenos de vegetales. Yo he utilizado el relleno de langosta, camarones, pulpo, y a su vez lo he confeccionado en tamaño miniaturas, y los he servido con salsa de guayaba y ron”.

Al respecto, la chef Pérez comenta que está muy consciente de estas modalidades ya que “ahora tú puedes hacer pastel de lo que tú quieras, puedes hacer hasta pastel de churrasco”.

Pero ya sean tradicionales o con “embelecos” modernos, Pérez destaca que siempre hay quién es conocido en los pueblos por hacer pasteles. “Vas a cualquier pueblo y siempre está la persona famosa que hace los mejores pasteles del mundo, y vas a cualquier fiesta de Navidad, y si no hay pasteles, algo falta”, dijo.

Y añadió, convencida, que “lo más rico que hay es un pastel con arroz blanco, esa es la mejor combinación. iAh, eso es ir al cielo!”. Y si son jovencitos, destaca, le agregan ketchup.

¿Y a cuánto están esos pasteles?

Para Rosado y Hernández, el precio de los pasteles ha subido debido al aumento en el costo de los ingredientes y la electricidad (que se usa para los freezer).

La docena de pasteles solía costar entre $18 y $20, pero ahora se consiguen a entre $25 y $30, dijo Rosado. 

“Por otro lado, tenemos que la tecnología ha cambiado tanto que la manera artesanal y de campo de la confección de estos se ha sustituido por maquinaria que ha convertido todo en sistemas de elaboración automatizada, donde hasta la materia prima llega de afuera procesada y frisada”, destacó Hernández.

Y no podemos dejar de mencionar los pasteles congelados que se envían a Estados Unidos u otros países. “Se exportan desde Puerto Rico por nuestros familiares para consumirlo como una tradición”, dijo Hernández.

Añadió que “existen muchas compañías que exportan este producto y lo están produciendo en cantidades para megatiendas, y se venden muy bien”.