La Casa Dominicana, un centro cultural y comunitario en Santurce, se ha unido al esfuerzo de vacunación masiva contra el COVID-19, habilitando uno de sus salones como centro de vacunación para atender a toda la población, incluyendo a las comunidades inmigrantes.

De acuerdo con Ana Marchena Segura, quien es parte de la Junta de la Casa Dominicana, la clínica de vacunación estará abierta para recibir a todo el que quiera vacunarse los martes de 8:00 a.m. a 12:00 m. y los jueves de 1:00 a 5:00 p.m.

“Vamos a tener esa vacunación hasta la primera semana de agosto. Vamos a atender a todo el que llegue, cualquier persona, no se le pregunta nada, no importa su estatus migratorio. Puede ser hasta un viajero que esté de paso y quiera vacunarse”, comentó Marchena. “Usted llega allí, se anota, le explican, y se le aplica la vacuna. No tiene que tener cita previa ni nada”.

“Esto es un esfuerzo para lograr inmunizar a todas las personas que no se hayan vacunado y de paso proteger a toda la población, que es la meta. Por eso hacemos ese llamado generalizado”, explicó.

Marchena indicó que tendrán las tres vacunas disponibles, la de Johnson & Johnson que es de una sola dosis, y las de Pfizer y Moderna que son de dos dosis. Podrá vacunarse toda persona mayor de 12 años. En el caso de los niños de 12 a 20 años, deberán estar acompañados de su madre, padre o tutor legal, para que llene el consentimiento para la vacunación.

Agregó que la persona debe traer una identificación con foto y una dirección, pero aclaró que “puede ser el pasaporte de cualquier país, una licencia de conducir o una cédula de identidad”.

La doctora en educación, quien es parte de la organización Mujeres Líderes, que es “uno de los brazos comunitarios” de la organización pro vacunación VOCES, “que ha hecho un trabajo extraordinario en la vacunación contra el COVID-19”, explicó que desde el comienzo del esfuerzo de vacunación masiva se trajo a la mesa la preocupación de cómo llevar la vacunación a las comunidades inmigrantes, y en particular a las personas con estatus migratorio irregular.

Gracias a la colaboración con el Departamento de Salud y VOCES se pudo establecer una clínica en la Casa Dominicana, cuya misión y visión incluye todo lo que tiene que ver con las comunidades inmigrantes y la lucha por sus derechos.

“Hicimos una gran campaña y tuvimos el primer evento de vacunación el 27 de febrero. Convertimos un salón en clínica de vacunación, con todas las condiciones y requisitos necesarios para eso. En esa primera ronda vacunamos a unas 400 personas, personas con cita y otras que llegaron sin cita. Gracias a Dios tuvimos vacunas suficientes para atenderlos a todos. Luego tuvimos una segunda ronda el 26 de marzo”, explicó Marchena, quien también colabora con la Policía de Puerto Rico y la Cruz Roja de Puerto Rico en representación de las comunidades inmigrantes.

Para finales de mayo, propusieron la Casa Dominicana como centro de vacunación estable para que la población inmigrante se sintiera con más confianza de acudir. De hecho, para este esfuerzo incluso se dio un adiestramiento a los profesionales de salud y voluntarios para que entendieran los problemas de esta población y cómo atenderlos.

“Atendimos dominicanos, haitianos, gente de las Antillas Menores, cubanos, chinos”, sostuvo Marchena, explicando que para casos como el de las personas chinas contaron con la asistencia de personas que sirvieron de intérpretes para poder comunicarles la información.

Afirmó que, más allá de las comunidades inmigrantes, el esfuerzo tuvo también un impacto positivo en otras comunidades con necesidades especiales, como adultos mayores, personas con problemas de habla, personas con discapacidades, entre otras.

“Teníamos personas con problemas de habla, se consiguió un intérprete de señas. Atendimos personas con 94, con 95 años. Fue una gran diversidad de personas”, afirmó Marchena. “Muchas personas ni tenían un teléfono celular o un teléfono inteligente para dejarles un mensaje. Algunos tenían solo teléfono fijo. Algunos tenían problemas para escuchar o problemas de habla. Imagínese, a veces te pedían, ‘mire llame en la noche que está mi hija y ella entiende pa’ que le deje a ella la información’ ”.

Agregó que “las iglesias ayudaron muchísimo con esta gestión. Fueron fundamentales en divulgar y promocionar esta actividad”.

Marchena reiteró una vez más la importancia de lograr que la mayor cantidad de personas se vacune para poder combatir efectivamente el virus del COVID-19 y llamó a aprovechar estas oportunidades y acudir a la Casa Dominicana o cualquier otro centro de vacunación de VOCES.

“En la Casa Dominicana seguimos apoyando estos esfuerzos y estamos a disposición no solo del Departamento de Salud, sino de cualquier otra institución para aportar y educar. Nosotros creemos en esto, creemos en el trabajo comunitario. Estamos entregados a esos objetivos y a los principios de ser generosos y solidarios. Y eso ha sido en gran medida el éxito de nuestro proyecto”, insistió Marchena.