Juncos - A los 16 años comenzó a hacerse de oídos sordos, ignorando los consejos que le daban en la casa. La presión de las amistades pudo más y Kelvin Alfredo Alejandro Peña cayó en las drogas, se convirtió en adicto y hasta deambuló.

Afirma que no hubo droga que no probó, y para salir tuvo que romper el núcleo del que se rodeaba. Con la ayuda de la familia y de su padre, el alcalde de Juncos, Alfredo “Papo” Alejandro, se fue del país en busca de ayuda para rehabilitarse.

“Tuve que viajar fuera a los Estados Unidos porque aquí no nos querían ayudar, nos miran siempre por encima del hombro”, denunció.

Ahora dice que está 100 por ciento limpio. “Hasta el momento, llevo cuatro años sobrio”, aseguró.

Kelvin explicó que ser un “cabeciduro” lo llevó a caer en el oscuro mundo de la adicción. “No le hice caso a mamá y a papá, me fui para la calle, a la cancha y llegando tarde, haciendo lo malo, llegando de madrugada, fugándome de la casa… regaño, regaño y regaño, pero (fue por) cabeciduro. Dicen que no, pero la presión de grupo llega el momento que sí (influye)…, malas amistades. Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija y el que no, pues, coge el sol y se quema y dice que da cáncer en la piel”, indicó.

Esa dolorosa experiencia que enfrentó la familia de Kelvin llevó al alcalde, luego de 20 años de lucha, a levantar en el municipio que dirige, Estancia Serena, un centro de desintoxicación y rehabilitación que lleva el nombre de su fallecida esposa, Doña Medelicia “Cuca” Peña Ortiz.

El lugar ubica en unas 32 cuerdas de terrenos, en el barrio Lirios.

Kelvin sostiene que el sufrimiento en su hogar fue grande, pues sus familiares lo veían en cada uno de los adictos que se encontraban en la calle. “Ellos sufrieron más, porque verme a mí y ver los familiares desesperados y ellos siendo figuras públicas el sufrimiento fue más grande, porque al ver un adicto en la calle, decían: ‘mira, así puede estar mi hijo’”, narró.

El centro, ubicado en el barrio Lirios de la Ciudad del Valenciano, está asentado en unas 32 cuerdas de terrenos que pertenecían a Rodolfo Font, propietario de la Iglesia Fuente de Agua Viva, y brindará servicios a hombres adictos que deseen recuperarse. 

Las instalaciones cuentan con un equipo multidisciplinario para ayudar a la recuperación del adicto y reinsertarlo a la sociedad, con las herramientas para el mundo laboral. Entre el personal destacado se encuentran enfermeros, sicólogos, trabajadores sociales y consejeros en adicción. Cuenta con área de residencia con cabida para 40 personas, un área de desintoxicación para los más críticos (20 personas), enfermería, comedor, área de estar y hasta para ejercitarse.

Según el primer ejecutivo municipal, nace de su inquietud por ayudar al adicto para reponerse de su enfermedad. Asegura que los programas existentes no dedican el tiempo suficiente para una verdadera rehabilitación, los que los lleva a recaer.

“Cuando yo asumí las riendas de alcalde, yo tenía mi hijo que era deambulante en adición. No era fácil. Todos los hogares que hay yo los bendigo y le doy las gracias por lo que hacen, pero las estadías, por ejemplo, Capestrano, Panamericano, como mucho trabajo eran siete días. El mío (su hijo) estaba siete días y el día siete por la noche se estaba metiendo (drogas). Los hogares evangélicos (son) muy buenos, pero querían que fueran más evangélico que los evangélicos, yo los respetos y esos hogares que tienen son de los mejores, pero hay unas clientelas de adicción que no pueden hablarles de religión”, apuntó.

Su afán por hacer algo por la comunidad marginada, comenzó con la creación de un detox de 21 días en el hospital municipal, junto al ahora senador independiente José Vargas Vidot, que ofreció servicios hasta la llegada del huracán María. Sin embargo, esto no cumplía su meta y por eso invirtió en el centro de desintoxicación, convirtiéndolo en una corporación para así lograr allegar fondos para su funcionamiento, tanto estatales como federales a través de propuestas. 

El sueño del alcalde quedó inaugurado hoy, pero comenzará operaciones el 16 de diciembre y ofrecerá servicios a toda la Isla. En tanto, su próxima encomienda es la búsqueda de fondos para comprar el terreno aledaño, ampliar las operaciones y crear vivienda para que las personas que salgan del centro “tengan un lugar digno”. 

Otro de sus planes es la construcción de un restaurante y una fábrica de cepillos y recogedores para también ofrecerles empleo.

“Yo quiero hacer por los adictos de Puerto Rico, lo que logró Kelvin. Son muchos los familiares que tienen adictos, que han visto caer un familiar”, dijo el alcalde.

Nicole Rosario, de 37 años, es una de las mentoras que ayudará en la faena de sacar de las calles a quienes lleguen al centro. Serán sus vivencias como exadicta a la heroína las que utilizará ahora ayudar a otros a levantarse.

Nicole Rosario, quien es exadicta a la heroína, ayudará en el centro Estancia Serena. (gerald.lopez@gfrmedia.com)
Nicole Rosario, quien es exadicta a la heroína, ayudará en el centro Estancia Serena. (gerald.lopez@gfrmedia.com)

“Les daremos todas las herramientas para que sean productivos en la sociedad”, dijo Rosario, quien sucumbió a las drogas durante su adolescencia, tras sufrir el abandono de sus padres.

Según Rosario, el hogar provee para que los participantes puedan estar hasta un año. “Se les va a conseguir trabajo y estudios”, señaló.

Alcalde de Ceiba enfrenta la difícil situación

La iniciativa fue respaldada por los alcaldes de la Federación y Asociación de Alcaldes, entre ellos los ejecutivos municipales de Ceiba, Ángelo Cruz Ramos, quien agradeció a su homólogo la creación de las instalaciones, pues actualmente enfrenta la situación de tener un hijo en la calle. 

“‘Papo’ es un héroe, porque yo tengo un hijo que ahora mismo está en las calles. No es fácil cuando uno se acuesta, pensar si su hijo está muerto o está arrestado. ‘Papo’ me llamó para hablarme del proyecto y le dije: ‘cuenta conmigo’, porque no es solamente mi hijo, yo tengo muchas personas que tienen el mismo problema que tengo yo, aunque no es un problema, es una enfermedad”, dijo.

“Lo que ‘Papo’ está haciendo ahora, yo digo y me atrevo a decir que todos los alcaldes de la Asociación y la Federación debemos darle la mano. Va a estar el respaldo económico, porque la ayuda que le va a hacer con mi hijo, no solo será para mi hijo, sino que va a ser el alivio y el hogar para muchos adictos que la sociedad le ha dado la espalada porque ‘Papo’ y yo sabemos que la situación no es fácil”, añadió. 

“Mi hijo está en la calle y no pueden decir que el acalde se olvidó de su hijo, porque yo soy primero papá que alcalde”, dijo con voz entrecortada.

También participaron de la actividad, los alcaldes de Comerío, Josean Santiago; Patillas, Norberto Soto Figueroa; Las Piedras, Miguel López Rivera; Maunabo, Jorge Márquez; Río Grande, Ángel Basilio González; Vega Baja, Marcos Cruz Molina; y Humacao, Luis Raúl Sánchez.

Para más información, puede llamar al (787) 333-6140.