Dos organizaciones que denuncian la violencia contra las mujeres inauguraron hoy un nuevo mural, en el mismo lugar de Río Piedras donde fueron arrestadas varias activistas, para recordarle a la ciudadanía que ese problema social sigue igual de grave y reclamar el derecho de expresarlo en los espacios públicos.

Con el lema “Tod@s contra la Violencia Machista", integrantes del Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico (MAMPR) y el Colectivo Masfaldas trabajaron por más de dos meses en el mural, ubicado en un predio de la avenida 65 de Infantería en Río Piedras.

 La licenciada Josefina Pantoja Oquendo, portavoz del MAMPR, explicó que el arte, a cargo del Colectivo Masfaldas, consiste de diferentes ventanas que vería alguien que camina por una calle y en cada una se exponen situaciones en las que las mujeres se ven afectadas por la violencia machista.

"También pintaron algunas situaciones que tienen que ver con la equidad de género, con que no se debe discriminar por orientación o identidad sexual", dijo Pantoja Oquendo. "Son las diferentes acciones que llevan a cabo las mujeres trabajadoras - la vendedora, la que siembra plantas… la equidad de género es un papá que está cocinando, mientras su hija está estudiando", detalló.

"Nosotras entendemos que sigue siendo un problema de salud pública, de discrimen por razón de género y un problema social grave", agregó la líder activista, quien entiende que más de diez mujeres han muerto en Puerto Rico en incidentes de violencia de género en lo que va de año. "Hay que seguir trabajando con el problema", recalcó.

Sostuvo que es imperativo que el sistema educativo acoja la equidad de género como punto central del proceso educativo. Recordó que se había llegado a un acuerdo entre el Departamento de Educación y la Procuradora de las Mujeres, pero fue dejado sin efecto durante el cuatrienio pasado.

"Si no empezamos a trabajar con los chiquitines, van a seguir desarrollando estereotipos que conducen a la violencia de género y a actitudes contra las mujeres", indicó Pantoja Oquendo.

Por otro lado, dijo que el nuevo mural además pretende "informar a la comunidad que el derecho a la libre expresión también lo rescatamos y que pueden usar esos espacios públicos para denunciar todo aquello que viola los derechos humanos y defender sus causas".

 Pantoja Oquendo se refiere al caso legal que se inició en el 2010, cuando cuatro activistas que pintaban el mural original enfrentaron la intervención de la Policía Municipal, ya que se les imputaba habían violado un estatuto de una ordenanza municipal y fueron multadas con $1,000 cada una.

El caso ha pasado por varias instancias de los tribunales y todavía sigue pendiente en el Tribunal Supremo, pese a que la Asamblea Municipal de San Juan que entró en enero de este año, derogó la ordenanza municipal por la cual fueron acusadas. Incluso, emitió una resolución reconociendo la labor de las activistas.

La representación legal planteó ante el tribunal que ahora la impugnación de las multas por parte de las activistas es académica, pero Pantoja Oquendo dijo que desean continuar con el litigio para dejar establecido que se les exime de pagar las multas, que el lugar donde está el mural es un espacio público disponible para expresión de los ciudadanos y que esas personas no pueden ser multadas bajo el Código Penal.