Ponce. La alerta de tsunami emitida por la Red Sísmica de Puerto Rico (RSPR) tras el terremoto de magnitud 6.4 que sacudió mayormente la zona suroeste del país en enero de 2020, generó un caos en las comunidades costeras, pues muchos no supieron cómo reaccionar a la emergencia que estaban enfrentando, entre estos, la urbanización Villa del Carmen en Ponce.

Esa madrugada, cientos de personas intentaron salir de la zona por el único acceso vehicular que tiene esta comunidad, el cual comparte con un hotel aledaño al vecindario. Mientras, solo unos pocos desalojaron el área por el paseo lineal que hasta entonces, era la única alternativa peatonal que los sacaría del peligro.

Ante la amarga experiencia vivida ese 7 de enero, el liderato comunitario unió esfuerzos con la RSPR, el Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Nmead), el ayuntamiento y el Museo de Arte Contemporáneo para crear un mural cuyo propósito es intensificar la importancia en la preparación del plan familiar en caso de que ocurra un nuevo evento natural.

Es una iniciativa comunitaria, eso lo hace más grandioso, más interesante y le da un valor añadido al tema de la preparación, de la educación para enfrentar este tipo de evento. Recuerda que un tsunami, no sabemos cuándo va a ocurrir, puede afectar en cualquier momento, y dada esa incertidumbre, lo mejor es estar preparado”, expresó el director de la RSPR, Víctor Huérfano, quien asistió a la develación del mural.

“Todo comienza en casa. El ver que una comunidad se envuelve, ver que una comunidad toma iniciativa, es un tema de bastante alegría. Inclusive, en el caso mío, represento a la Isla a nivel de Estados Unidos y hemos dado a conocer esta iniciativa porque realmente vale la pena que se conozca, porque la comunidad puede tomar unas medidas para su autoprotección”, sostuvo al mencionar que “hay otras comunidades como San José en Mayagüez, en Aguada, y en Levittown donde también han tomado otras iniciativas”.

Huérfano destacó, que, a pesar de los eventos catastróficos ocurridos en el pasado, las personas no deben tener miedo de residir en estas zonas, pues la preparación es vital para mantener la calma y, a la vez, disfrutar de la belleza que impera en la costa puertorriqueña.

El director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, elogió la iniciativa.
El director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, elogió la iniciativa. (Sandra Torres Guzmán)

“Ponce es un municipio caluroso y sobresale por sus bellezas naturales, pero esas bellezas no vienen gratis. Aquí hay un punto bien importante que reconocer: hace tres décadas ocurrió algo trágico (Mameyes), hace cuatro años vuelve a ocurrir algo trágico en toda la Isla (huracán María) y hace un año Ponce vuelve a afectarse realmente por otro evento de índole natural (terremotos). Historia tenemos de más”, expuso.

Las costas siguen siendo lo mejor que hay y seguirán siendo, porque el hecho de que estemos preparándonos para enfrentar un tsunami no significa que las playas son malas. Es más, todo lo contrario… significa que ahora las playas son un poquito más seguras porque la gente ya tiene esa conciencia de que disfruto de esa playa con conciencia ambiental. Si vamos a la playa, la cuidamos, recogemos la basura y si ocurre un temblor ya sabemos qué hacer. Eso es un valor añadido a esa playa”, sentenció.

El mensaje está

El comisionado interino del Nmead, Nino Correa Filomeno, mientras tanto, resaltó que la iniciativa del mural es parte de las herramientas que tiene ahora la comunidad para responder asertivamente durante una emergencia.

“Todos estos esfuerzos son buenísimos, porque yo veo esa pared ahora y digo: ‘Sabrá Dios, quizá está pintando un color que no dice nada. A lo mejor estaría llena de grafiti que no lleva un tema alguno’. Pero ver este dibujo, de tú mirarlo nada más, y los colores, te llevan a pensar en cuán preparado debo estar y cuán tranquilo debo reaccionar cuando nos toque, y esto debe ser esfuerzo de muchas comunidades. Si te das cuenta, esos colores que tiene ese mural son colores vivos y el mensaje te llega”, confesó.

“No sabemos cuál va a ser la emergencia que nos toque responder y esto nos acerca a esa línea de cuán preparados debemos estar, donde esa preparación no se trata de que sea del gobierno nada más, ni del municipio, esto es algo que debe ser que la persona, el individuo, sepa qué hacer, cómo hacer, hacia dónde voy, la familia, la comunidad, el sector, el barrio, debemos estar bien… No sabemos a qué nos toque reaccionar. Es importante, porque veo a aquel caballero en silla de ruedas y uno se pregunta ¿quién lo va a ayudar en el momento en que pase algo?”, argumentó Correa Filomeno mientras observaba uno de los vecinos con discapacidad.

El comisionado interino insistió en revisar los planes para emergencias, que ya no se circunscriben a la temporada de huracanes, del 1 de junio al 30 de noviembre, pues la experiencia reciente advierte una serie de peligros que un individuo puede enfrentar.

“El tema de manejo de emergencias ya no es de temporada, es para todo el año. La naturaleza tiene un comportamiento como extraño. ¿Te has dado cuenta cómo las cosas nos han cambiado en los últimos cuatro años? Llevamos casi toda una vida aquí, son muchos años en esto y yo no había visto cosa igual… entonces, te pone a pensar en que Dios te está dando un tiempo (para prepararte)”, afirmó.

“Los terremotos son desastres naturales que no te avisan, cambian las cosas de ahora para ahora. Hay que tenerlo bien claro, y las herramientas que sean necesarias para que ese apoyo, esa respuesta a ese individuo, esa persona encamada, esa persona necesitada, esa dama que vive sola quizá con sus hijos, saber, tenerlos identificados, poder ayudarlos. Pienso que, independientemente el desastre natural que sea o lo que tengamos que atender, al final tenemos que mantenernos vivos”, admitió.

Según la presidenta de la Junta Innovadora Comunitaria de Villa del Carmen, Lohary Munet, antes del sismo de enero de 2020, la respuesta de la comunidad para la preparación a terremotos era escasa.

Estamos en la zona de tsunami, en el mapa aparecemos en esa zona amarilla que hay que desalojar. Antes del terremoto de enero impartimos cuatro talleres de preparación… y la asistencia fue pobre, y ¿cuál fue el resultado? Un caos. Se formó un ataponamiento en la salida vehicular, la gente no sabía qué hacer, pero los que se prepararon tenían su mochila lista y salieron”, acotó.

“La Red Sísmica nos preparó un mapa especial de nuestra comunidad que nos indica 300 posibles escenarios de terremoto y hasta dónde llegaría el agua con un terremoto de (magnitud) 9.2 y por eso estamos inaugurando este mural que señala una de las rutas de desalojo peatonal. Nosotros como comunidad nos seguimos preparando porque no sabemos cuándo pueda volver a ocurrir otro evento”, subrayó.