Hace una semana que vecinos de varias comunidades del barrio Río Arriba de Arecibo están encerrados porque la carretera 123 y otros caminos vecinales que la rodean quedaron totalmente obstruidos por la caída de árboles y deslizamientos de terreno.

Los residentes que han podido salir con machete en mano temen por la salud de aquellos vecinos a quienes no han podido acceder.

“Hay dos personas mayores de edad postrados en cama y no tenemos acceso y esa gente está escaseando en comida”, dijo Ángel Luis González Torres, vecino del sector Canina 2 del barrio Río Arriba, quien a través de brechas que él y otros vecinos abrieron, pudieron hablar con algunos residentes, aunque no pueden llegar hasta sus hogares.

También en el sector El Valle hay una persona que sufre de obesidad mórbida, lo que dificulta aún más su rescate, indicó Luis Soto, subdirector de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias (OMME) de Arecibo.

En la comunidad colindante de Dos Bocas, la OMME, junto a los vecinos, pudo sacar a un paciente de diálisis que necesitaba atención médica urgente y a otro que sufría de una úlcera en una pierna que estaba severamente infectada. 

“Los sacamos en camilla nosotros mismos a pie con los de Rescate (de la OMME) hasta el palo que bloqueaba y se los llevaron a recibir atención médica”, indicó José Alago, vecino del sector.

Todavía queda por levantar el cadáver de una octogenaria que falleció pasado el huracán, al parecer de muerte natural.

“El hijo (quien fue rescatado) la tuvo que dejar en el cuarto”, detalló Alago.

La OMME ya había hecho una incursión durante el fin de semana cuando un padre y su hija de 18 años de edad fueron reportados por su familia como desaparecidos porque no sabían nada de ellos y observaron el monte deslizado. Ambos fueron encontrados en buen estado de salud.

La comunidad se ha movilizado en el rescate, pero solo con equipo pesado se pueden sacar los enormes árboles y las rocas que se deslizaron hacia la vía.

En esa remoción trabajaban ayer brigadas del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

“Ahora mismo están en el proceso de limpieza hasta la represa”, señaló Aneudy Acevedo, ayudante de operador de la AEE en la represa del Lago Dos Bocas.

Al mismo tiempo, las autoridades también trabajaban en el rescate de dos biólogos del DRNA, cuyos nombres no fueron confirmados, que como parte de su trabajo pernoctaban en el aviario de Río Arriba cuando azotó el huracán.

Personal del DRNA ha tenido contacto con los biólogos a través de caminos que han logrado abrir para llegar a pie. De esa manera le han llevado suministros de agua y saben que se encuentran bien de salud.  Las 174 cotorras que habitan allí también se encontraban en buen estado.

Asimismo, también estaba incomunicada por la obstrucción en la PR-123 la central hidroeléctrica que tiene la AEE en el Lago Dos Bocas y el terminal de lanchas del Lago Dos Bocas, que opera el DTOP.

La facilidad de generación de energía está fuera de operación debido a la inundación que hubo en el área y el terminal de lanchas sufrió daños estructurales.

La represa ya desbordaba agua, pero en estos momentos no representa un peligro de inundación para el Municipio de Arecibo.