Una combinación de mucho calor y aguaceros fuertes se registrará este sábado, informó el meteorólogo Carlos Anselmi, del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan.

Los pronósticos de temperaturas de sobre 90 grados Fahrenheit y la humedad disponible ocasionarán que el índice de calor o lo que representa a la sensación que tiene el humano de estas temperaturas fluctúe entre 100 a 107 grados, detalló el experto.

Son los vientos del este sureste los que han ocasionado que en los pasados días se registren temperaturas sobre los 90 grados en las áreas costeras y hasta altos 80 grados en las zonas montañosas.

Pero, más allá del calor, “tenemos para hoy en horas de la tarde algunas tronadas, especialmente en el interior y oeste de Puerto Rico. No se descarta algunos periodos de aguaceros fuertes en el área metropolitana de San Juan en horas de la tarde”, informó Anselmi.

Esta lluvia se genera por la humedad disponible y los efectos locales.

El meteorólogo comentó que se espera que de domingo a lunes aumente aún más la humedad y provoque que el lunes y el martes sean muy lluviosos.

“La humedad disponible va a estar por encima de lo normal”, explicó.

Ayer, viernes, también se registraron fuertes lluvias en el interior de la Isla. Los aguaceros más fuertes ocurrieron en los pueblos entre Lares y Corozal. Se registraron entre una a dos pulgadas de lluvia, con acumulaciones aisladas hasta tres pulgadas.

Esta lluvia, sin embargo, no rindió su efecto en el embalse de Guajataca, uno de los más afectados de la sequía. Según la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), los niveles continuaron bajando. El descenso fue de 2 centímetros.

Guajataca se encuentra en nivel de ajuste operacional. La AAA no ha descartado el racionamiento del agua potable para el noroeste de la Isla.

Gráfica del nivel de los embalses.
Gráfica del nivel de los embalses. (Captura)

Otros embalses que continuaron en picada fueron Carraízo y Toa Vaca, también afectados por la sequía y cuyos niveles están en la zona de “observación”.

Por otro lado, las condiciones marítimas están picadas, debido a la llegada de una leve marejada del norte.

En el océano Atlántico pudiesen registrarse olas hasta seis pies, por lo que los operadores de pequeñas embarcaciones deben ejercer precaución.

El riesgo de corrientes submarinas para las playas del norte está alto. No se recomienda que los bañistas salgan a nadar, pues estas corrientes pudieran arrastrarlos hacia mar adentro y provocar el ahogamiento.