Rincón. ¿Por qué lo hiciste?

Esa es la pregunta que le haría María Luciano a su hijo Javier Álvarez Luciano, imputado de haber intentado asesinar al niño que sobrevive en condición crítica a un vil acto de maltrato tras ser encontrado abandonado en Rincón.

Doña María Luciano todavía se pregunta qué le pasó a su hijo para actuar de la manera en que se le imputa.

De solo pensarlo, su hermano Melquiades Álvarez Luciano “se muerde” a rabiar, porque no cabe en su mente “que alguien haga una cosa así”.

A preguntas sobre por qué no hicieron nada cuando vieron que el niño tenía el brazo fracturado desde el domingo, doña María sostuvo que “no puedo decirle, porque no estaba aquí”.

Lo que sí confirmó fue haber visto a su hijo salir el lunes con el bate y el nene. Según la versión de la familia, Javier les dijo que iba a llevarle el bate a su otro hijo de 12 años, quien no vive con él. Presuntamente el niño viajó a Puerto Rico para conocer a su medio hermano, en compañía de Javier y su mamá, Janeli Lecona López, hoy también imputada por maltrato y negligencia.

La progenitora, dentro de su dolor de ver a su hijo tras las rejas, dijo que está e más tranquila porque este fue trasladado a la cárcel de Máxima en Ponce, donde lo mantienen apartado.

Doña María no pudo reaccionar a las alegaciones de Janeli, quien dijo que Javier la había hecho creer que era un agente federal y que le ayudaría a conseguir los papeles de inmigración. “De eso yo no sé nada porque con ella yo no hablaba”, sostuvo. Agregó que “ella salía entre la sala y el cuarto, pero no hablaba nada”. La pareja vivía prácticamente en el cuarto. Aparentemente no interactuaba mucho con la familia. “En una ocasión pusieron un papel en la puerta diciendo que no le tocara”, dijo.

“Yo no salgo del asombro. Esto me tiene mal, muy mal, porque yo no esperaba una cosa así”, agregó llorando.

Esta salió en defensa de Javier diciendo: “Yo sé que bien él no está, porque años atrás los médicos me dijeron que él tenía una cosa en la cabeza. A él le estaba saliendo una masa en el cerebro. El muchacho no siguió tratamiento. Le dan convulsiones y toma medicamentos”.

Sobre el menor dijo: “Yo quiero mucho a ese niño. Lo llevo en mi corazón”.