El Departamento de Salud informó este lunes sobre un brote de COVID-19 que ha dejado cuatro personas muertas en la zona oeste y que mantiene a otras nueve hospitalizados. El lazo en común del grupo es que acudían a una congregación religiosa en Mayagüez cuyos líderes instruyeron a sus feligreses no vacunarse contra el coronavirus, confirmó la agencia mediante la investigación epidemiológica y rastreo de contactos.

La congregación no vacunada se compone de unas 35 personas, por lo que Salud no ha descartado contagios adicionales entre los individuos que están en cuarentena, mientras continúa la investigación por parte del equipo de rastreadores municipal. Además, la agencia apunta a que los contagios corresponden a una variante agresiva del SARS-CoV-2, la cepa de coronavirus que causa el COVID-19.

“Ha sido una congregación religiosa donde el pastor o pastora ha instruido a los feligreses a no vacunarse”, apuntó El Nuevo Día el doctor José Becerra, principal oficial de Epidemiología de Salud. “Ya hemos visto cuatro defunciones. Esto es severo”.

De la investigación epidemiológica se desprende que el paciente inicial comenzó a presentar síntomas el 9 de junio, mientras compartía con su familia y visitaba la congregación donde expuso al resto de los presentes. Todos los contagiados identificados han sido aislados y los contactos guardan cuarentena, informó Salud. El contagio más reciente se identificó el 23 de junio. La agencia no identificó el nombre de la congregación.

“La investigación del brote continúa, aunque se considera controlado. Este brote muestra la imperiosa necesidad de la vacunación y de observar medidas de prevención en la población no vacunada”, sostuvo el principal oficial de Epidemiología. “Queremos que se use este caso como uno ejemplar, de que esta es la manera de no hacer las cosas. Si hay en Puerto Rico congregaciones religiosas enviando ese mensaje, no debe estar pasando. Por favor, no desinformen a sus congregaciones”, apuntó.

Hasta el momento, Salud no ha revelado datos demográficos de las personas infectadas. Tampoco compartió datos sobre el estado médico de los hospitalizados o si alguno es considerado parte de un grupo población en mayor riesgo ante el COVID-19, como los adultos mayores.

De acuerdo con los informes diarios de Salud, el 9 de junio había 1591 casos confirmados mediante prueba molecular en Mayagüez, pero este lunes la cifra se ubicó en 1621, lo que presenta un aumento de 30 casos en 18 días. De igual modo, en cuanto a los datos de casos únicos probables mediante prueba de antígeno, el 9 de junio había 335, pero hoy el informe reflejó 351, un aumento de 16 casos.

En cuanto a los fallecimientos, entre los informes del 9 de junio hasta este lunes hay tres decesos en la región de Mayagüez: la muerte de una mujer de 80 años informado el 22 de junio; el fallecimiento de un hombre de 72 años informado el 25 de junio; y el deceso de un hombre de 55 años incluido en el informe del 26 de junio.

Observan la prevalencia de variantes en el oeste

En la región de Mayagüez, explicó Becerra, la sospecha de casos relacionados a variantes, junto con la preocupación por grupos de personas no vacunadas, mantiene alerta a la agencia. Salud apunta a que el brote está relacionada a una variante, pero todavía no ha identificado cuál. “Parece ser una variante más agresiva, porque para que haya tantas hospitalizaciones y mortalidad, tendría que explicarse así”, manifestó.

Becerra sostuvo que Salud ya trabaja en un sobremuestreo en dicha región, para obtener datos más amplios a través de los análisis de secuencia genómica y determinar con exactitud qué variantes hay en la zona y cuál es la prevalencia. Pero reconoció un rezago en el reporte de resultados de ese tipo de estudios, de hasta tres semanas. “Aún con los mejores laboratorios tengo esa barrera de tres semanas de rezago en el reporte y eso, por más que agilicemos, va a estar siempre ahí. Lo que me queda como epidemiólogo para proteger a la población es estar vigilante siempre, no importa cuál sea la variante, aislar tan pronto detectemos un caos y la cuarentena de los contactos”, indicó.

El epidemiólogo advirtió sobre la peligrosa combinación de variantes e individuos no vacunados, en momentos en que la agencia y los proveedores de vacuna intentan alcanzar el 70% de población inoculada, rumbo a una inmunidad de rebaño. “Mientras no lleguemos a ese 70% o más, le estamos permitiendo al virus propagarse y mutar, y eso es lo que queremos evitar, porque una vez mute en una variante que cree resistencia a la vacuna, ahí sí que entonces retrocedemos al principio de la pandemia, no queremos permitir eso”, planteó.

Entre todas las variantes, Becerra destacó la preocupación ante el aumento en la prevalencia de la variante Delta en Estados Unidos en hasta un 20% “en pocas semanas” y la posibilidad de que aumente su presencia en Puerto Rico.

“En la visión global, esta pandemia no se va a controlar hasta que en el mundo entero no se controle”, recordó. Particularmente en Estados Unidos, “todavía hay bolsillos grandes de poblaciones rurales no vacunadas, por razones políticas e ideológicas. Esos son los bolsillos que van a permitir que se propaguen las nuevas cepas. Eso es lo que queremos evitar en Puerto Rico, que persistan esos bolsillos”, sostuvo el epidemiólogo.

En Puerto Rico se ha detectado un caso de la variante Delta. Se trató de una menor de cuatro años procedente de Nueva York cuya muestra de laboratorio fue recolectada en la isla el 3 de junio, pero el caso no se confirmó hasta mediados de mes. Esta variante, detectada por primera vez en India en diciembre de 2020, ha demostrado capacidad de evadir anticuerpos de vacuna, especialmente cuando la persona tiene solo una dosis, por lo que las autoridades salubristas han reiterado el llamado a, no solo vacunarse, sino completar la serie de vacunación con dos dosis, en el caso de los fármacos de Pfizer/BioNTech y Moderna. Becerra enfatizó en que la vacunación es la responsable de la baja en hospitalizaciones y muertes en la isla.