Tres brotes activos de Enfermedades Transmisibles por Alimentos y Agua (ETAA) afectan a la región de Fajardo, incluyendo uno de norovirus que se desató en un centro escolar y afectó a 26 personas -la mitad pacientes pediátricos- y provocando, al menos, que 11 de los enfermos hayan culminado en sala de emergencias y uno haya sido hospitalizado.

Así se desprende del informe de vigilancia epidemiológica de ETAA que elabora semanalmente el Departamento de Salud y en el que se destaca que la agencia investiga en el último periodo bajo análisis -semana cuatro del año, pero publicada el 2 de febrero- tres brotes activos en la región de Fajardo: uno de norovirus y dos de ciguatera.

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En el caso del brote de norovirus se explica que la notificación de casos con síntomas gastrointestinales en un centro escolar se recibió el 12 de enero. Al momento, se han identificado 26 casos, de los cuales Salud ha podido hacer entrevistas a 21.

“De las entrevistas completadas, se han reportado 11 visitas a sala de emergencias o su médico y una hospitalización. Al momento de publicación de este informe el paciente ya fue dado de alta. Con la información disponible a la redacción de este informe, la distribución por sexo de los casos es 13 casos de sexo masculinos y 8 casos de sexo femenino”, se informa en el documento.

Se agrega que entre los afectados hay 13 pacientes pediátricos, incluyendo uno menor de un año; 11 entre 1 a 4 años; y uno entre 10 a 19 años. Asimismo, hay dos casos de 20 a 29 años; dos de 30 a 39 años; dos en el grupo de edad de 40 a 49 años; y otros dos contagios en el grupo de edad de 50 a 59 años.

Los norovirus son la causa principal de los vómitos y diarreas en enfermedades transmitidas por alimentos en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). La enfermedad se propaga fácil y rápidamente por lo que se exhorta a tomar medidas preventivas que incluyen el lavado de manos, desinfección de áreas comunes en la que estuvieron los contagiados y lavar la ropa con agua caliente, entre otras recomendaciones.

En el caso del brote en la región de Fajardo los síntomas de los enfermos fueron vómitos, diarreas, dolor abdominal, fiebre, falta de apetito e irritabilidad. La duración de síntomas reportados fue de entre tres a cinco días.

Salud asegura que como parte de las acciones de Salud Pública se hicieron recomendaciones de limpieza y desinfección, así como la exclusión de personas con síntomas del centro.

“Se recolectaron muestras clínicas para análisis en el Laboratorio de Salud Pública y se logró identificar patógenos en muestras clínicas asociadas al brote. Las muestras de agua del centro tomadas por la División de Salud Ambiental arrojaron negativo a coliformes. La División de Salud Ambiental está coordinando para toma de muestras de agua en comunidad”, sostiene el informe.

Primera Hora ha solicitado consistentemente por más de dos semanas entrevistas con el Departamento de Salud para indagar sobre este y otros brotes asociados a ETAA identificados en la isla, pero la agencia no ha respondido a la petición. El sábado se informó que este lunes un portavoz de prensa de la agencia se comunicaría para coordinar una entrevista.

En pasados informes, concernientes a las primeras semanas del año, Salud informó de otro brote de norovirus, pero en la región de Arecibo. En ese brote se identificaron 16 casos asociados a una actividad llevada a cabo el 5 de enero en Lares. Se detalló que cuatro de los pacientes eran del grupo pediátrico de 0 a 19 años. Al menos, 13 de los afectados recurrieron a una sala de emergencia.

Mientras el año pasado, para septiembre, Salud manejó un brote grande de gastroenteritis en un plantel escolar de la región de Bayamón, el cual afectó a 84 personas que presentaron síntomas como vómitos, diarreas, fiebre, dolor abdominal y fiebre. Se reportó que, al menos, 33 de los enfermos visitó a su médico o sala de emergencias y tres tuvieron que ser hospitalizados.

Dos brotes de ciguatera

De otra parte, el informe de ETAA destaca dos brotes de ciguatera, también en la región de Fajardo.

Se dispone que el primero de los brotes se notificó el 23 de enero y se trata de tres casos de un mismo núcleo familiar.

El Departamento de Salud define a la ciguatera como una intoxicación alimentaria que ocurre cuando una persona consume un pescado que tiene en sus tejidos toxinas adquiridas al comer algas microscópicas. “Por esta razón, no se recomienda consumir peces que provienen de aguas profundas cercanas a los arrecifes de coral. Los peces comúnmente asociados a intoxicaciones por ciguatoxina son: mero, negrita, cubera, pargo, picúa, jurel, sierra, mero pinto, capitán y pámpano”, detalla la agencia.

Las toxinas que contienen algunos tipo de peces no se inactivan al cocinarse en altas temperaturas ni al congelarlos. (GFR Media)
Las toxinas que contienen algunos tipo de peces no se inactivan al cocinarse en altas temperaturas ni al congelarlos. (GFR Media)

Entre sus síntomas están: cambios en pulso y presión, taquicardia, arritmia, dolor en los dientes o sensación de debilidad, sabor metálico, inversión de temperatura (frío es caliente y caliente es frío), adormecimiento de las manos o pies y hormigueo, dolor abdominal, náusea, vómito y diarreas.

En este primer brote, y tras entrevistar a los enfermos, se explica que los tres parientes presentaron síntomas como parestesia, inversión de sensación de temperatura, diarreas, fatiga, taquicardia y náuseas.

“Al momento de redacción de este informe, no se han reportado hospitalizaciones. La distribución de casos por sexo es la siguiente: dos casos de sexo masculino y un caso de sexo femenino. La distribución por edad de casos es la siguiente: un caso del grupo de edad de 30 a 39 años, un caso del grupo de edad de 50 a 59 años y un caso del grupo de edad de 60 a 69 años”, alude el documento.

Salud procederá con el análisis de remanentes del pescado consumido en colaboración con la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos).

El segundo brote se informó el 31 de enero y consta de tres casos. No se informa si se trata de miembros de una familia o se trata de clientes de un negocio de comidas.

Lo que sí precisa el informe es que los enfermos tuvieron diarreas, náuseas, parestesia, inversión en sensación de temperatura, picazón, fatiga, bradicardia, dolor muscular y abdominal, escalofríos, mareos y sabor metálico en la boca luego de consumir el pescado el día 30 de enero.

De los tres perjudicados - dos hombres y una mujer- dos acudieron a una sala de emergencia, pero ninguno fue hospitalizado. Los enfermos tienen entre 20 y 49 años.

En este brote en particular Salud consultó el caso con la FDA y la División de Salud Ambiental para analizar remanentes del pescado consumido y “para realizar rastreo del pescado y pescador”.

Datos de Salud destacan que las ETAA constituyen una causa importante de morbilidad y mortalidad y un impedimento significativo al desarrollo socioeconómico en todo el mundo.

“Una infección transmitida por alimentos es el resultado de la ingestión de alimentos contaminados con microorganismos infecciosos como la Salmonella, Shigella, el virus de la hepatitis A, Campylobacter, entre otros”, describe la agencia.

Cada año, 1 de cada 6 personas en los Estados Unidos se enferma por comer alimentos contaminados. Los CDC estiman que todos los años 48 millones de personas contraen una enfermedad transmitida por los alimentos, 128,000 son hospitalizadas y 3,000 mueren.