¡Bisturí... pinzas... gasas!

La primera impresión cuenta, y la primera presentación pública que hizo el titular de Salud designado, Iván González Cancel, impactó a muchos que quedaron impresionados con su demeanor, con su falta de temple, y a juicio de algunos, “con la falta de tacto, humanidad y sensibilidad” con la que manejó la destitución del epidemiólogo del Estado Johnny Rullán.

El cirujano cardiovascular, uno de los mejores en Puerto Rico y Estados Unidos, entró a la palestra política, se dijo, dando un traspié. La opinión de analistas entrevistados por este diario es que González Cancel cumplió con la encomienda que se alega le impuso el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, para su confirmación: sacar a Rullán de carrera.

“El doctor González ha comenzado su sendero de servicio público con un machete en la mano y no con un ramo de rosas. Puerto Rico no puede estar dividido políticamente hasta en la medicina”, dijo el analista político estadista Ignacio Rivera.

“Cuando el doctor se dirigió a la prensa, demostró una intolerancia y arrogancia poco usual en Puerto Rico. Este señor tiene que aprender a trabajar para todos, y no pagar favores políticos para su confirmación. Si sigue por ese sendero, tendrá grandes dificultades en su gestión pública”, dijo.

“Eso no se corrige con arrogancia y desprecio, sino con buena gerencia. Mi tesis es que algún cretino le dijo: ‘Yo te confirmo si tú haces eso’ . Ya cometió su primer error. La forma fue despiadada y poco cortés para una persona que tiene tanta educación”, agregó.

El viernes trascendió que, en una misiva dirigida a los directivos de Salud, el nuevo titular da muestras de haber recogido velas al anunciar que Carmen Deseda ocupará un puesto como su ayudante especial.

El doctor Héctor Pesquera, presidente del Movimiento Nacional Hostosiano, comparó “la arrogancia” del galeno con la que se le adjudica al ex gobernador Pedro Rosselló.

“El comportamiento del nuevo secretario es el típico comportamiento autoritario de un cirujano que da órdenes y no tiene que dar explicaciones”.

¿Cómo es el típico comportamiento de un cirujano?

¡Bisturí... pinzas... tengan las gasas! Son las órdenes que se dan en el quirófano y el que cuestione... ¿por qué no me das el bisturí?, se va fuera de la sala de operaciones.

La catedrática de Derecho de la Universidad Interamericana, Jessica Rodríguez Martín, esbozó la teoría de que el nombramiento es una pantalla para, dentro de la histeria colectiva sobre la epidemia, llenar una silla que estaba vacante.