Aunque es un muchacho de apenas 12 años, su creatividad y disciplina le permitieron gestar, en apenas un mes, lo que podría verse como un floreciente ejemplo de empresarismo que cuenta con una demanda que tiene a sus padres en un asombro del que no logran salir.

Yaxiel Jiménez Otero, un jovencito del barrio Botijas 2, en Orocovis, vio una muñeca hecha con tiestos y se inspiró para hacer una similar, recibió ayuda para empezar, y poco después comenzó a confeccionar otras muñecas. Pero no esperaba que una foto de su creación en las redes sociales desataría un estallido de pedidos.

“Es algo curioso. Todo empezó porque tengo una vecina que hace esas muñecas y le compré una porque me gustó. Cuando me la trajo, el nene (Yaxiel) la miró y la miró, y me dice: ‘mami, pero yo puedo hacer eso’. Y le dije, ‘claro, puedes aprender más, todo lo que tú quieras’”, relató Carla Michelle Otero Miranda, la mamá del joven emprendedor.

Entonces su hijo le pidió que le preguntara a la vecina si podía enseñarle a confeccionar las muñecas. La vecina accedió y le dijo a Carla que comprara los materiales para enseñarle y, aunque no pudo atenderlo personalmente ese fin de semana porque tenía un compromiso, le envió un video con el que aprendió a hacerlo.

“Mi nene vio el video, lo miró detalle por detalle, todo el proceso, le ponía pausa y hacía lo que decía, y así hizo su primera muñeca, que fue una abuelita que se la regaló a su abuela”, contó Carla.

“Entonces, se lo envié a la vecina, y me dijo: ‘¡Viste qué linda, dile que haga más!’”.

Y así lo hizo. La segunda y tercera muñeca fueron para su tía y su madrina. Y entonces ocurrió lo inesperado. Como harían muchas madres orgullosas de un logro de sus hijos en estos tiempos de avances cibernéticos, Carla puso fotos de las muñecas en su perfil de Facebook. “Y ahí la gente empezó a preguntar y preguntar y a pedir. Y dije, pues, vamos a ver”.

Las creaciones de Yaxiel “se hicieron viral” al punto que el teléfono de Carla no paraba de sonar con personas llamando interesadas en adquirirlas.

“Uno dice, ¿pero qué rayos pasó aquí? Todavía estoy sorprendida. Me acuerdo que coincidió con su primera pelea de boxeo (deporte que practica), y mi teléfono no paraba de sonar, y era gente llamando para pedirme (las muñecas). Y yo me decía, ¿pero, qué es esto? O sea, mi teléfono estaba explota’o, se le agotó la batería. Y yo me decía, pero ¿qué pasa aquí? Jamás me pasó por la mente algo así”, relató Carla, todavía incrédula con lo que está ocurriendo.

Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido en motivo de orgullo para sus padres.
Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido en motivo de orgullo para sus padres. (Suministrada)

“Todavía el lunes estaba contestando mensajes del sábado. El lunes, después que lo llevé a la escuela, empiezo a leer y tenía muchos mensajes sin contestar, mensajes de televisión, de ustedes, tengo hasta mensajes desde Argentina, de una persona deseándole éxito y dándole bendiciones…'”, contó la también madre de Dionel Jiménez Otero, de un año y cinco meses de nacido.

Carla describe que, aunque su hijo busca imágenes para inspirarse en los diseños de sus muñecas, “le da su toque personal y quedan diferentes”. Además, ella y su esposo “le damos también consejos, instrucciones”.

“Cuando él siguió haciéndolas (las muñecas) le pregunté: ‘¿tú quieres seguir?, si lo haces, tienes que hacerlo bien’”, comentó. “Y cuando empezó a ganar su dinerito, le dijimos mi esposo y yo: ‘tú ves, aprendes, haces un buen trabajo, y trabajas para ti. Eso es lo que debes hacer, estudia, ten una buena profesión, para que tengas tu propio taller”.

Para Yaxiel, según el mismo expresa, esta empresa se trata de algo que, además de entretenerle, le ayuda a aspirar a cumplir con sus metas.

“Yo lo veo bien. Me gusta. Paso el día entretenido”, afirmó. “No esperaba que fuera así. Empecé con una muñeca para mi abuela. Hice una ancianita y se la regalé a mi abuela. Pero no esperaba que iba a ser viral”, contó el jovencito.

“Pero las voy a seguir haciendo, para seguir entregando. Tengo varias metas también”, agregó.

Primera Hora le preguntó cómo hace para poder combinar sus estudios, la práctica de boxeo y la creación de las muñecas, y Yaxiel explicó que él mismo se organiza para balancearlo todo.

“Me planifico. Cuando llego de mi boxeo, como algo, me relajo, y entonces me pongo en mi silla y me pongo a pintar. Después me acuesto y planifico mi próximo día. Tengo las clases, pero como dividieron por grupos, unos van unos días y otros van otros, pues así planifico mis días. Cuando llego de la escuela, al mediodía, hago muñecas, y luego me preparo para ir al boxeo”, relató el preadolescente.

Su mamá confirmó que Yaxiel “planifica todo” y no es inusual que, inclusive, anote las cosas. “Cuando vamos a hacer diligencias, él anota las cosas, y entre medio hacemos las diligencias de él”.

Los logros de Yaxiel no se limitan a sus muñecas. También es elogiado en la escuela, y como boxeador acaba de tener un excelente debut. En su primera pelea, el pasado 28 de agosto, tras solo cuatro meses de prácticas, ganó por nocaut en el segundo asalto.

Carla reiteró su sorpresa y orgullo por lo que está haciendo su hijo y lo que está logrando en el seno de una familia humilde y de recursos limitados.

“¿Qué puedo decir? Yo no vengo de una familia con una estructura que me enseñaran hábitos de estudio o una formación como la que le estoy dando a Yaxiel. Yo perdí a mi mamá a los 13 años. Mi papá era adicto. No conté con apoyo de hermanos. Pero me dije: ‘voy a estudiar’, y tengo un bachillerato en administración de sistemas de oficinas. Fue difícil, pero conté con el apoyo de mi esposo, Víctor Manuel Jiménez Mercado. Él tampoco tuvo buena infancia, y eso nos ha enseñado para que Yaxiel y el bebé no pasen por lo que pasamos nosotros”, relató.

“Eso es lo que le estamos enseñando. Puedes tener problemas, 20 mil pruebas, pero hay que estar positivos y salir del hoyo”, añadió. “En casa, desde pequeño le hemos enseñado que tiene que ser disciplinado, prestar atención. Y mejor que esté haciendo estas cosas, a que esté en la calle o metido todo el día jugando ‘play station’”.

Y parece que esa educación está dando frutos, pues Carla confirmó que “ya tengo cuatro páginas llenas, por delante y por detrás, de pedidos que han hecho” diversas personas para tener las muñecas que confecciona Yaxiel.

“Recién me llamó una persona de Caguas, le dije que tenía que esperar porque hay una lista. Hay otra que las quería para este fin de semana, le dije que no lo puedo ajorar, porque él estudia y hace eso en su tiempo libre. Otra señora de Manatí me dijo que espera el tiempo que sea, no importa si es un mes, que ella lo entiende. De Carolina, una señora me llamó y me pidió 11, y yo, ‘¿cuántas?’: 11, ‘es que yo sé que cuando las vea mi hermana va a querer una’. Otra señora me encargó cinco. En una hora tenía ya 50 encargos”, relató.

Y también hay pedidos desde fuera de Puerto Rico, “de Ohio, México, Pensilvania, Indiana, Brasil. Y yo: ‘pero mira, eso es grande, es frágil, tengo que ver en qué caja en el correo lo puedo poner, y va a costar’. Y una señora, que no importa, que quiere cuatro”.

Y como si no fuese suficiente, también hay “una señora en Salinas, que quiere una, y le va a poner un espacio al lado de su ‘food truck’ para que el nene monte su mesita y las pueda poner allí”.

“De verdad que jamás pensamos que iba a pasar algo así”, reiteró la madre del joven empresario.

Si desea conocer más sobre las creaciones del joven, pueden acceder a su página en Facebook: Doll in Clay Pot By: Yaxiel Jimenez Otero y para pedidos puede comunicarse al 939-498-7690.