Es uno de los principales ingredientes en los jarabes para la tos, pero hoy día se ha convertido en el favorito de los jóvenes para lograr una nota sin tener que entrar en el mundo de las drogas ilegales.

No es novedad que los medicamentos contra el catarro a base de dextrometorfano han sido y son utilizados por muchos para lograr un nivel de intoxicación. El problema hoy radica en que los jóvenes lo están adquiriendo por Internet de forma pura, lo que lo hace aún más peligroso.

“Por lo general, cuando una persona ingiere grandes cantidades de jarabe para la tos, tiende a vomitar. Para evitar esa situación, personas inescrupulosas han extraído la droga del jarabe y se vende por Internet en forma de tabletas o en polvo”, advirtió Luis A. Martínez, administrador de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca).

De acuerdo con investigaciones recientes, el consumo de dextrometorfano o DXM, como también se le conoce, ha aumentado considerablemente y, según expertos, se debe en gran parte a su accesibilidad en Internet, donde incluso se ofrecen tablas de cálculos de dosis que les muestran a los jóvenes la cantidad que necesitan para estimularse en función de su peso.

De hecho, conociendo su uso recreativo, varios comercios en Estados Unidos han movido al área del recetario los productos a base de dextrometorfano. En estados como Nueva Jersey, Nebraska y Alabama tienes que ser mayor de 18 años para poder adquirirlo.

Según la Sociedad Drugfree.org, uno de cada cinco adolescentes dice haber abusado de un medicamento recetado para drogarse. Referente a la venta de medicamentos sin receta, la organización indica que uno de cada 10 adolescentes reconoce haber tomado medicamentos contra la tos y el 28% conoce a alguien que lo ha hecho.

En Puerto Rico no hay estadísticas, pero se conoce de la existencia de la práctica.

Mucho ojo

El dextrometorfano en sí no es peligroso. Su venta está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos, y resulta ser sumamente efectivo para tratar la monga.

En jarabe, para combatir de manera efectiva un catarro, se recomienda una ingesta no mayor de 30 miligramos. Para lograr un estado de alucinación, los adolescentes consumen 360 miligramos o más.

De hecho, el precio de la pastilla en algunos portales de Internet fluctúa entre los $21 y $43, dependiendo de la cantidad de tabletas, en este caso de 15 miligramos cada una.

Entre los efectos más comunes está el dolor abdominal, frecuencia cardiaca irregular, presión arterial elevada, visión borrosa y mareos. “Se ha comprobado que si el DXM se consume en dosis superaltas, también puede provocar hipertemia o temperaturas elevadas”, abundó el funcionario.

Uno de los lugares más peligrosos para ingerir DMX es un ambiente de calor, como lo son las discotecas, usualmente visitadas por los jóvenes, ya que su consumo interfiere con la capacidad de regular o eliminar el calor.

Datos recopilados por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas para el estudio Monitoreando el futuro revelan que el abuso intencional de las medicinas contra la tos entre los estudiantes de octavo, décimo y undécimo grado es de 3.8, 6 y 5.9 por ciento, respectivamente, según el portal stopmedicineabuse.org.

Para la catedrática asociada del Departamento de Farmacología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, Susan Cores, la verdadera peligrosidad de este narcótico es si se intenta combinar con antidepresivos, como podrían ser el Prozac y Xanax.

La mezcla podría ser mortal al ocasionar lo que se conoce como el síndrome de la serotonina, que no es otra cosa que una alta acumulación de serotonina en el sistema nervioso. “Ese exceso puede causar alta presión, convulsión, coma y hasta la muerte”, explicó la catedrática.

Cores señaló que el dextrometorfano no tiene capacidad de adicción. Lo que pasa es que experimentar esa sensación de excitación que provoca su consumo en altas concentraciones lleva a los muchachos a utilizarlo una y otra vez. “Es un tipo de narcótico opiáceo, y los muchachos lo van a tomar para efectos alucinógenos”, dijo.

“Realmente, lo que puede llegar a causar es que a alguien le guste y se sienta bien. No va a crear una adicción, pero esos síntomas de hacerte sentir bien te lleva a repetirlo”, añadió el psiquiatra Víctor Toraño, asesor de Assmca en el área de tratamientos.

El experto en conducta humana les recomendó a los padres estar alertas a sus hijos, ya que lamentablemente hay quienes desconocen del uso de estos jarabes como estimulantes. “No deben ser los menores los que tengan acceso a estas medicinas. Tenemos que vigilar su uso y no dejar que sea el joven quien determine cómo y cuándo lo usa, sino que nosotros debemos monitorear el acceso”, insistió.