Varios jóvenes lograron detener la entrada de un camión que intentaba acceder al área en donde se construye una piscina privada del condominio Sol y Playa en Rincón, al acostarse frente al vehículo sin intimidarse ante la presencia de efectivos de la fuerza de choque.

Momentos de tensión definieron la intrépida movida de manifestantes quienes corrieron a apoyar la acción del grupo que permaneció firme, a pesar de que la cantidad de policías superaba la cifra de ciudadanos que fueron a defender el derecho al disfrute de un bien público.

Para Alaya, una joven de 18 años que se acostó a pocos pies del camión junto con otros dos muchachos, esta fue su primera experiencia en desobediencia civil. Sin embargo, aseguró que, a pesar de la situación, se sintió calmada.

“He estado en las luchas continuas… sí, esta es mi primera vez, pero yo no iba a dejar que esto continuara. Yo practico el deporte, uso la playa a menudo y yo no iba a permitir que esto sucediera y vamos a seguir aquí en la lucha y esto no nos va a parar… esto no nos va a parar”, confesó la manifestante a Primera Hora.

“Sentí adrenalina, obviamente, pero no nos íbamos a quitar, no nos íbamos a quitar, y la lucha seguirá. Los de verdad, los que defienden a su patria no se van a quitar. Me sentí calmada, no tenía nada qué temer y nada me iba a suceder porque yo estaba en el lado correcto de la historia”, afirmó al señalar que luchará “hasta que esta construcción se elimine por completo”.

Mientras los desobedientes permanecían inamovibles en el piso, el excandidato independiente a la gobernación, Eliezer Molina, los animaba al catalogarlos como ‘héroes de nuestra patria”.

“Aquí ganaron sus hijos y sus nietos, ganaron las tortugas que no se pueden defender. Señor gobernador que mandó a agredir a su pueblo y quedó grabado en público”, dijo a los presentes al celebrar la retirada del vehículo, y con este, los agentes que formaron una pared humana para cercar la zona.

Cabe destacar que horas antes del incidente, Molina hizo un llamamiento a través de sus redes sociales, para que la gente llegara a la zona a donde reiniciaron los trabajos, luego de la carta interna enviada por el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael Machargo quien anoche avaló la continuación del polémico proyecto en la playa Los Almendros.

“Ya estando concluido que ese permiso es ilegal y tiene que ser revocado porque hay especies en peligro de extinción, el gobernador de Puerto Rico prefiere utilizar hermanos puertorriqueños (policías) a que se enfrenten con hermanos puertorriqueños por el simple hecho de que ellos quieren depositar concreto ahí, en un lugar que es hábitat protegida, que es ilegal”, expresó Molina mientras aguardaba la llegada del camión.

“Da vergüenza Pedro Pierluisi, que esté utilizando, tanto que critica y habla de la libertad, pero entonces usted restringe que los puertorriqueños apliquen la justicia que usted no se ha atrevido a hacer. Esto es lo que está ocurriendo aquí con estas personas que están defendiendo a su país, y usted no lo está haciendo”, señaló.

Mientras, el ambiente en la playa estuvo caracterizado por cánticos, diálogo y cacerolazos que marcaban el suspenso pues cada vez llegaban más manifestantes que permanecieron en pie, a pesar de la lluvia y otros instantes de intenso calor.

Mario Pagán se unió ayer a la protesta ciudadana “para defender la playa y por las injusticias que se están cometiendo y la corrupción que tiene Recursos Naturales”.

“Esto se está construyendo en zona marítimo-terrestre y se sabe y ya hay evidencia de los tinglares anidando en el mismo lugar donde se está construyendo la piscina. Por eso estamos aquí protestando… porque pasa aquí y pasa en toda la Isla. nos están vendiendo el Yunque, nos están vendiendo Playuela, ahora Rincón y esto tiene que parar”, censuró el joven agrónomo de Trujillo Alto.

Por su parte, el secretario de Asuntos Ambientales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Víctor Alvarado Guzmán, acudió junto con representantes de varias organizaciones comunitarias y ambientales, en apoyo a las personas que han estado durante varias semanas, “denunciando la destrucción de la zona marítimo- terrestre”.

“Ya sabemos que el huracán María destruyó la piscina que ellos tenían y ya los desarrolladores quieren venir a construir otra piscina en una zona costera que se sabe que no se les dio nunca el permiso para construir en esta área”, resaltó.

De hecho, aunque los manifestantes consiguieron paralizar los trabajos por hoy, continuarán en el área hasta que se paralice finalmente el proyecto de construcción. No importa cuánto tiempo tengan que estar en el lugar.