Una decena de jóvenes del Poblado Rosario en San Germán, se transformaron en los rostros de su comunidad, a través de un proyecto que pretende capacitarlos como guías turísticos del emblemático sector que, encierra un misticismo en su interesante historia.

Se trata de Caras de Rosario, un programa de turismo patrimonial y servicio comunitario que les brinda la oportunidad de tener su primera experiencia laboral y, les permite conocer y compartir el valor histórico, cultural y natural de su vecindario, fundado hace 200 años.

De esa manera, residentes entre los 14 a 26 años, abren la ventana al mundo sobre las riquezas naturales que tiene su barrio, mediante un recorrido que incluye el casco urbano y las veredas del Río Duey, ubicado en el sector Peñón de Rosario.

El programa es administrado por la organización Casa Juan Pablo II, en colaboración con Bravo Family Foundation, desde las instalaciones de una antigua escuela que estuvo muchos años en desuso.

Según el padre Javier Aquino Florenciani, “con este programa, buscamos darle la primera oportunidad laboral a nuestros jóvenes que son empleados de Caras de Rosario. Se capacitan y comparten con el mundo, las riquezas naturales e históricas que tiene el poblado, Otro de los propósitos es fortalecer la economía local”.

“Además del valor histórico de la comunidad, Caras de Rosario ofrece un recorrido por el lugar más antiguo de la isla. Esto es evidenciado por estudios de geólogos que han venido en estos últimos cuatro años que hemos establecido la empresa, porque quisimos tener todos los elementos científicos y la verdad de todo esto”, apuntó.

“El recorrido es histórico, pero también es natural; entramos por las galerías, las cuevas, cruzamos el cañón que es el más antiguo de Puerto Rico. Eso está confirmado. Es una experiencia hermosísima. Es ver otra parte de la cara porque para entender el nombre, hay que recorrer las dos rutas: la parte histórica y la natural”, expresó.

Mientras que Adiana Ortiz, facilitadora del Programa de Líderes Comunitarios Excepcionales de la Fundación Bravo, explicó que los adiestramientos se realizan basados en la interpretación de diversos temas que son representativos del poblado, entre estos, su historia y fundación.

“Es importante que ellos conozcan su historia, que reconozcan su cultura, que conozcan su patrimonio. Nosotros vamos en el trasfondo de la historia del lugar donde ellos nacen, conviven, crecen; su patrimonio cultural y su patrimonio natural, conociendo lo que tienen a su alrededor y aprendiendo a cómo transmitir ese valor histórico, cultural y natural que tiene el poblado a los visitantes que, ese es el propósito de su formación en este programa”, sostuvo sobre el programa creado en 2019.

Para Jesús A. Karry Valle de 26 años, “en estos cuatro años de capacitación he aprendido más de mi comunidad que el tiempo que llevo viviendo en la zona. He aprendido sobre la historia del Rosario, fundada en el siglo 18″.

Por su parte, Félix William Santiago Ortiz de 17 años, residente en el sector Peñón, admitió que “no sabía que tenía algo tan hermoso como el afloramiento rocoso. Jamás imaginé que eso tendría tanta importancia para mí, ya que siempre estoy hablando sobre el área en los recorridos”.

Mientras que Yamil J. Rivera Vargas, estudiante de Trabajo Social en la Pontificia Universidad Católica de Mayagüez, aseguró que, “esta es una oportunidad enriquecedora porque nos ayuda tanto en el desarrollo personal, esta es una empresa holística, se empieza desde lo que es la inteligencia emocional y nos abre camino a la fuerza laboral puertorriqueña”.

“En mi experiencia, al salir de la escuela superior, ya tenemos algo un poco definido de sus intereses vocacionales, pero vamos con la realidad y la problemática que hay en la fuerza trabajadora del país, porque los recursos son limitados. Así que estas empresas, abren puertas y creen en la juventud, de que la juventud puede aportar positivamente a la sociedad”, confesó Rivera de 21 años.

“El propósito es recibir personas y mostrar las caras de Rosario; el trasfondo, el origen, la multicultura que existe en el Rosario. Nosotros empezamos a conocer lo que es la interpretación y qué es mostrar el patrimonio, esa identidad que tiene el Rosario”, acotó junto a sus compañeros Naira Castillo Martínez, Roberto Rivera Rodríguez, Yahír Javier Rivera Vargas y Jackeline Collazo Prosper.

Asimismo, destacó que, “en la finca veredas del Río Duey, tenemos la perfecta evidencia con petroglifos que es cuando los tainos tallaban en las rocas y plasmaban sus ideas religiosas, mayormente. Eran distintas formas, caras”.

Entre las historias que ha podido compartir con los visitantes, según Yamil, están las costumbres y gastronomía del barrio, característico por el pan de anón, conocido coloquialmente como “pan de tetita”.

La duración de estos recorridos es de hasta cuatro horas, sábados y domingos, incluyendo la exploración de las veredas. Por eso, se recomienda llevar ropa cómoda y zapatos adecuados para caminar por el río, cuevas y otros espacios naturales.

No obstante, aún permanecen con el programa piloto ya que el lanzamiento oficial será el 27 de mayo. Para detalles puede llamar al 787-659-7112.