Olvídese de las cenas románticas a la luz de las velas, la música suave o el intercambio de notitas de amor. Nada de picnics, ni juegos   tradicionales. Para algunas familias y parejas, la mejor forma de compartir su domingo es bajo el sol, con protectores en las orejas, retándose sobre quién tiene mejor puntería al blanco.

Según Ariel Torres Meléndez, presidente de la Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencia de Armas de Puerto Rico (Codepola), el propósito de la competencia  es fomentar un pasatiempo distinto, y que además se pongan en práctica los conocimientos sobre el manejo adecuado de las armas.

Y es que a su juicio poseer un arma en la casa y practicar sobre cómo usarla en diferentes escenarios es la mejor manera de protegerse.

“La incidencia criminal está rampante, hemos visto las noticias sobre eso y la cantidad de policías en Puerto Rico es de unos 9,000 para toda la Isla. Yo creo que eso no da. Nadie tiene un policía todo el tiempo frente a su casa, así que hay que estar preparado”, indicó.

“Diversión” para toda la familia

 Mientras tanto, su esposa Ixialee Castro y su hija Alondra, de tan solo 10 años, se divertían en el esfuerzo de ganar la competencia y mejorar sus destrezas.

Ambas  se concentraban en la silueta de una persona impresa sobre un papel colocada a distancia y en círculos con distintas puntuaciones en el interior de la silueta. Al centro del dibujo hay un círculo negro de lo que sería el centro del pecho, donde se acumulan mayor cantidad de puntos.

Para Torres, mientras más sepa su niña sobre el manejo de su arma, más preparada estará ante situaciones de peligro en caso de que él no pueda responder.

“¿De qué vale que tú tengas un arma en tu casa y que pase algo y que ni tu esposa ni tus hijos la puedan usar?”, cuestionó, al tiempo en que citó un caso de hace unos ocho años en Cupey en que un niño pudo ayudar a sus padres, quienes estaban amarrados y amenazados por dos ladrones en medio de un robo domiciliario.

“Pues qué mejor que venir aquí, competir y pasar el día el juntos”, señaló Torres mientras miraba el progreso de su hija y de su esposa.

Castro le daba algunas indicaciones a su niña y la miraba de reojo para comprobar que estaba sosteniendo bien su arma.

“En mi casa siempre ha habido armas de fuego. Para nosotros es sumamente importante siempre enseñar la seguridad en relación a las armas de fuego para evitar accidentes. Esto es un deporte que fomenta la unidad familiar y sirve para que mi hija comparta con nosotros también”, manifestó Castro. 

Mientras, el instructor Jorge Delgado señaló que toda la familia debe estar al tanto y educada sobre el lugar en que se guarda el arma y las medidas de seguridad que se deben tomar al utilizarla.

“Los niños quieren ver qué tanto guarda su papá o su mamá en el clóset, van a querer ir a ver. Pues es mejor que los padres les muestren y les eduquen de que es para protección, que no se debe tener contacto con ella y que en la escuela no deben estar hablando del ella”, expresó. 

De esa manera se evitan accidentes motivados por la curiosidad.

“Esa educación no empieza en el club de tiro, ni en la escuela, empieza en la casa”, enfatizó Delgado.