La mayor satisfacción que pueden tener William Díaz Orsini y Juan Cruz Vargas es el agradecimiento de los más pobres de Jayuya quienes, luego de mucho tiempo, pueden ocupar sus casas techadas con planchas de metal sin miedo a que un fuerte aguacero o un fenómeno atmosférico los afecte.

Este dúo forma parte del #teamJayuya, compuesto por cinco empleados municipales y voluntarios que, con la ayuda de Giselle Marie Foundation, se dedican a acanalar y picar planchas de metal galvanizado en una pequeña fábrica ubicada en un local del municipio.

Luego con ese material techan las casas afectadas por el huracán María. 

“A veces nosotros lloramos también”, confiesan los jóvenes cuando se les pregunta qué es lo más que les gusta de su obra.

“Cuando vamos a las casas veo esa gente triste y cuando le montamos el techo están bien agradecidas de la fundación, del municipio y del buen trabajo que hacemos”, dice Díaz Orsini.

Mientras, Cruz Vargas recordó el caso de una pareja de 70 años, en el barrio Saliente, que “lloraron y todo (cuando le techaron la casita)”. Ellos aún vivían en la parte de abajo y, gracias al trabajo gratuito, pudieron regresar a la planta alta de su hogar.

Uno de los que más satisfecho está con la iniciativa -que ha beneficiado a más de 60 familias- es el alcalde jayuyano Jorge L. González.

Jorge L. González, alcalde de Jayuya (vanessa.serra@gfrmedia.com)
Jorge L. González, alcalde de Jayuya (vanessa.serra@gfrmedia.com)

“Esto es un gran proyecto que cubre una necesidad esencial de la gente. Aquí cualifica el que no se benefició con ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), a las (personas) que les dieron poco dinero o al que no pudo solicitar”, explicó el ejecutivo municipal.

El proyecto comenzó a funcionar hace un año en el barrio Coabey, pero la iniciativa arrancó meses después del paso del huracán María.

Este pueblo de la montaña fue uno de los más afectados por el ciclón y, como pasó en muchos lugares, la ayuda llegó de todas partes. 

Fue el matrimonio jayuyano compuesto por David Medina y Gisela Rodríguez -a través de su fundación- uno de los que trajo comida y ayuda a este municipio. 

Sin embargo, el alcalde se dio cuenta que lo que más urgía era reparar “los techos azules” de decenas de viviendas.

Así se lo hizo saber a la pareja que reside en Tallahassee, Florida, que visitó una fábrica de galvalume en Estados Unidos, “con la suerte de que iban a sacar las máquinas que estaban usando”.

Los Medina Rodríguez hablaron de las intenciones del alcalde, todos viajaron hasta Jayuya y el resto es historia.

La moderna maquinaria cuesta miles de dólares y, como cuando hay buena intención todo se mueve, también reciben gratis los rollos de donde cortan las planchas de zinc -que tienen algún daño, como una variación de color- y hasta les regalan los tornillos para asegurar los techos.

Actualmente, están procesando unos 15 casos de familias necesitadas. La labor puede ir desde colocar soportes hasta -como pasó en una comunidad- hacer la casa completa.

González dijo que la inversión en el proyecto, incluyendo la maquinaria y el servicio, ya sobrepasaba el $1 millón. Mientras, que el municipio destina unos $15,000 al mes.

Como parte del procedimiento, la persona necesitada visita la Oficina municipal de Ayuda al Ciudadano, donde llena una solicitud que es evaluada por miembros voluntarios de la fundación. Posteriormente, el caso llega al municipio y el “teamJayuya" pone manos a la obra.

La segunda etapa del proyecto -una vez finalicen los trabajos de emergencia- será vender el material restante a un precio menor a personas de escasos recursos o negocios. Se espera que las ganancias -que llegarán a la fundación- se atiendan las necesidades de ciudadanos de Jayuya y pueblos limítrofes, dijo González.

Agregó que si hay alcaldes interesados en dar la mano a sus constituyentes, pueden contactarle. Estos tendrán que asumir los costos administrativos y de construcción.