Ya se acerca el día de decirle adiós a este año y recibir el próximo. Llegó el momento del conteo regresivo, de celebrar, bailar y fiestar. Las familias ya están planificando qué hacer para darle la bienvenida al 2009.

En esta ocasión, lo que predominará será la fiesta del “sorullo” y no es para menos, debido a la situación económica que impera.

María Hernández, de Arecibo, tendrá una fiesta de este tipo en su casa junto a algunos miembros de su familia que residen en los Estados Unidos y vinieron a la Isla para las festividades navideñas.

“Vamos a celebrar en familia ya que vinieron de allá afuera. Asamos un lechón al frente y olvídate, parranda por ahí para abajo”, comentó Hernández sobre cómo despedirá el año.

La arecibeña explicó que no tiene preparado un presupuesto para ese día. “Dinero no, cada cual. Ésta es la fiesta del “sorrullo”, cada cual lleve lo suyo”, dijo entre risas.

Las reuniones en casa de algún familiar parecen ser la moda. La mayoría de las personas pasarán la noche rodeadas de sus seres queridos. Muy pocos asistirán a las pomposas fiestas de despedida de año en hoteles que requieren gastos de entrada y vestidos.

Por el contrario, la práctica común será que cada persona lleve a las veladas hogareñas algo para comer o beber. De esta manera, todos comparten a la vez que ahorran dinero.

Así será como hará el conteo final la familia de Wanda Rentas en Villalba. “Dinero como tal, pues no. En mi casa vamos a tener de todo lo típico de Navidad, cada cual lleva algo, todo el mundo”, explicó Rentas.

En algunos casos, el anfitrión pondrá todo. Humberto Hueca, por ejemplo, organizará una reunión familiar en su propia casa en Naranjito. “Nosotros vamos a hacer todo. Mi mamá va a cocinar”, dijo Hueca. “Tengo mi hermano que vino de vacaciones del ejército, de Irak. También vienen otros familiares, mi suegro, mi mamá”, añadió. En su fiesta, piensa gastar “como $500” en comida y bebidas.

Otros, no invertirán tanto.

Dalila Mujica dijo que “vamos a gastar en comida como unos $250”, añadiendo rápidamente la palabra “medidos” y, de paso, aclaró que no gastaría un centavo más.

Mujica viajará de Trujillo Alto a San Juan, en donde compartirá en la casa de un familiar junto con un grupo de 40 personas.

“En bebidas, pues cada uno trae lo suyo”, dijo Mujica, quien dijo que “se siente la diferencia entre el año pasado y éste”.

Por otra parte, para Darel Isona, de San Juan, el presupuesto es aún más bajo, “más o menos entre $80 y $100, siempre se gasta en bebidas”. Isona lo pasará “en familia, junto a mis abuelos, mi hija y mi esposa. Vamos a estar en la casa de mis abuelos”.

De igual forma, Mario Rodríguez, de Arroyo, tiene planificado un compartir familiar. “Primero vamos a casa de la abuela de ella (su esposa) y después a la mía”, explicó Rodríguez.