Canóvanas. Las casi 300 cuerdas que componen el área natural protegida conocida como La Pitahaya, en Canóvanas, y donde conviven numerosas especies endémicas y nativas, recuperan su esplendor tras un abarcador esfuerzo de reforestación y limpieza de vertederos clandestinos, impulsado por la organización sin fines de lucro Para La Naturaleza.

La entidad, que maneja este importante espacio desde el 2015, se ha enfrascado en el desarrollo de iniciativas que, incluso, involucren a la comunidad para darle una nueva vida al lugar.

La Pitahaya se encuentra en la zona de vida del bosque húmedo subtropical y cumple un rol muy importante como zona de amortiguamiento del Bosque Nacional El Yunque.

“Es una propiedad que pasó a Para La Naturaleza mediante donación en el año 2015, luego para el 2019 se añaden otros terrenos. La Pitahaya son casi 300 cuerdas de terreno que se componen de las lomas del norte y los llanos costeros del norte”, explicó Sherlimarie Nieves Chévere, oficial de reforestación y voluntaria del vivero de Río Piedras.

Antes de pasar a manos de Para La Naturaleza, La Pitahaya era un espacio dedicado a la industria ganadera, “posteriormente, entra en desuso y hay ciertas áreas de la propiedad que se usaban como vertedero y aún tenemos problemas, porque la comunidad usa el espacio para tirar desechos de distintos tipos”, destacó Nieves Chévere.

“La Pitahaya está en las afueras de El Yunque; así que estamos aportando para pulir ese corredor del noreste y crear más espacios verdes para poder beneficiar al ecosistema, poder seguir aportando fauna, flora, frutos. Esos son valores bien grandes”, agregó.

Aunque hay acceso al espacio, por el momento La Pitahaya no está abierta al público debido a los trabajos que allí se realizan.

“No está abierto para el público en general, para que vayan y disfruten del espacio. Al momento, no tenemos ninguna vereda preparada, por eso cuando vamos con público, vamos con voluntarios para trabajar actividades tanto de mantenimiento o como de siembra. Al momento, las (veredas) que están abiertas (en otros lugares) pueden encontrarlas en www.paralanaturaleza.org bajo Visítanos; en Voluntariado van a poder ver siembras no solo de La Pitahaya, sino en otras áreas protegidas”, aclaró la oficial.

No obstante, aunque el camino es largo y hacen falta muchas manos voluntarias que ayuden a revivir la zona, Nieves Chévere aseguró que lo más importante es saber que este espacio natural tendrá una segunda oportunidad, lejos de proyectos de construcción que no aportan nada al medio ambiente.

“Previo a ser donados a nosotros, (los terrenos) iban a ser usados para desarrollo urbano, así que son terrenos que hubieran sido para crear más concreto y ahora es al contrario; estamos ahora sembrando árboles, que eso es un valor bien grande que estamos añadiendo al espacio. Estamos añadiéndole más flora, creando ecosistema para más fauna también”, concluyó la voluntaria.

Para la Naturaleza es una entidad “que integra a la sociedad en la conservación de ecosistemas naturales. Su meta es asegurar que el porcentaje de áreas naturales protegidas en Puerto Rico sea 33% para el año 2033″, según el portal cibernético de la organización.