“La industria del café está de pie. ¿Que ha sido cuesta arriba? Sí, pero vamos a seguir caminando”.

Los retos que enfrentan a diario los caficultores no los han desanimado. Al contrario, ahora están más unidos que nunca a favor de la industria.

Agricultores consultados por este diario coincidieron en que este año la “cosecha promete mucho más que lo que jamás prometió. Será excelente y dará para cubrir el mercado del café especial”.

Actualmente, Roberto Atienza Figueroa tiene sembradas en su finca en el barrio Coabey de Jayuya unas 65 cuerdas de café. Antes del huracán María, eran 120 cuerdas.

Sin embargo, para el propietario de Hacienda San Pedro, el resurgir del sector ha sido tan bueno que, en unos cinco años y no diez como anticipó tras el ciclón, ya deben estar recuperados “totalmente”, incluyendo la producción de café comercial.

“Aquí lo bueno es que el sector se ha unido. Esto ha sido clave -además de las ayudas federales- en el resurgir de la industria”, dijo, por su parte, la presidenta del sector del Café en la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Iris Jannette Rodríguez.

Atienza Figueroa reconoce que la industria a nivel del consumidor cambió. Tanto que “en cada esquina encuentras un coffee shop, donde buscan un café de calidad y lo pagan más caro”.

Pero, antes del 2017 los caficultores ya sentían el impacto de la crisis económica con menos incentivos y menos semillas y “muchos se quitaron”.

Otros se dedicaron a sembrar e “impactar el mercado que estaba despertando, el de los cafés especiales, y por el que daban mejor precio a nivel isla, por la poca cantidad que se estaba produciendo”, especialmente luego de María.

También ayudó que los torrefactores informen en el empaque si el producto es 100% de aquí, mezcla o importado.

Cuando los torrefactores notaron que el consumidor buscaba un café de mejor calidad, empezaron a pagar “más por el café local y eso fue creando una mejor relación de precios entre el agricultor y el torrefactor. Ahora usted pone café de calidad en una góndola y se lo llevan por montones”, indicó el caficultor.

Atienza Figueroa anticipó que este año la cosecha llegará a 50,000 quintales.

Aceptó que si no hubiese sido por la paga que recibe, no podría contratar 40 recogedores, que reciben $8 por almud.

“Aquí se beneficia el recogedor y el agricultor, que recibe de $18 a $20 por  almud. La cadena se ha beneficiado de rabo a cabo”, confesó.

Sobre la “excelente” cosecha de este año dijo “que si hubiera habido muchos árboles sembrados a nivel Isla, sería una cosecha para ser autosuficiente”.

Los agricultores denunciaron que si el Departamento de Agricultura (DA) hubiese trabajado más eficientemente con la entrega de semillas, la historia sería otra.

“Si se hubiesen sembrado los árboles que se necesitaban inmediatamente después del huracán, probablemente estaríamos recogiendo, tres años después, unos 100,000 quintales”, indicó Rodríguez, al decir que el poco café que se ha sembrado “en su mayoría es con el esfuerzo de la empresa privada”.

Denunció que “apenas ahora Agricultura está poniendo semillas disponibles a los agricultores. Yo creo que es un poco a destiempo, porque ya van dos años del huracán”.

Estimó que en tres años se debieron sembrar 18 millones de arbolitos.

Por su parte, el director de la Administración para el Desarrollo Empresarial Agropecuario (ADEA) del DA, Robert Bradley, informó que luego de María (2017-2018) se distribuyeron 850,280 arbolitos a 454 agricultores.

Para el 2018-2019, se beneficiaron 669 agricultores con 1,044,100 arbolitos.

Mientras, para el año fiscal 2019-2020, Agricultura tiene contratos con 22 viveristas para unos 5,825,000 arbolitos.

Ya el próximo mes entregarían 346,400 arbolitos y en los viveros hay en crecimiento 1,099,000.

Las semillas en germinador suman 1.6 millones.

“Como vemos, es la mayor cantidad histórica de semilla de café que ha manejado el DA con viveristas privados (Agricultura no cuenta con viveros)… El incremento se debe a la necesidad de renovar plantaciones afectadas por el huracán en un periodo menor a tres años”, sostuvo.

Bradley, que aceptó han enfrentado retos en el proceso, dijo en comunicación escrita que “se han fortalecido los procesos de coordinación entre agencias estatales, federales, y la universidad y la empresa privada ya cuentan con suficientes viveros certificados para atender esta situación si tuviéramos que repetirla”.

Sin embargo, los caficultores aseguraron que nunca se cruzaron de brazos.

Muchos, como Atienza Figueroa están haciendo semilleros con los granos de su finca.

Mientras, Rodríguez sostuvo que bajo el Proyecto de la Montaña, Productores de Café de Puerto Rico, Inc. (Procafe), junto a la también entidad sin fines de lucro ConPRmetidos y con apoyo financiero de Unidos por Puerto Rico, le dieron 750,000 semillas a 500 caficultores, incluyendo cal y tres quintales de abono.