Detrás de una verja y a unos 20 minutos a pie desde la comunidad Riachuelo del barrio Barahona, comienza el recorrido por las Cabachuelas, una maravilla natural desconocida por muchos puertorriqueños.

Resulta que todo moroveño posiblemente ha escuchado sobre su existencia; es parte de la historia oral del pueblo, mas no de su historia escrita. Para ésta, no existe.

Lamentablemente, son muy pocos los moroveños y puertorriqueños en general que se aventuran a conocer y promover la protección de este importantísimo sistema de cuevas, cavernas y refugios de valor incalculable.

Bautizada como la Cueva de los Gemelos por el arqueólogo Ovidio Dávila, por una pictografía pretaína que hay en su interior, la cavidad contiene yacimientos arqueológicos de indios arcaicos, muchos de los cuales han sido extraídos por Dávila y otros conocedores.

Primera Hora realizó una expedición guiada por la educadora ambiental y activista Myriam Rivera –quien ha dedicado gran parte de su vida al estudio del lugar– con el propósito de evidenciar la riqueza natural, histórica y arqueológica del recinto.

Durante el recorrido se pudo observar una gran cantidad de grafitis y actos vandálicos por todas partes.

Rivera explica que “en el 1957 el zoólogo James Bee vino de Kansas e hizo unos estudios en estas cuevas de fósiles extintos de, mínimo, 60 millones de años; estudió más de 22 cuevas y le recomendó al entonces gobernador, Luis Muñoz Marín, que este sistema era tan importante en términos, no sólo arqueológico sino para el ecoturismo y para la ecología, educación y la ciencia, y que había que preservarlas”. La estudiosa lamenta que, desde entonces, exista esa recomendación y aún no se haya tomado en cuenta.

Para Rivera, uno de los aspectos que más tristeza le provocan no es tanto que los gobiernos no hayan hecho nada por preservarlo sino que los mismos moroveños lo ignoran. “Están ahí (las cuevas) y la mayoría de las personas en Morovis saben que hay cuevas, pero no saben precisamente lo que es una cueva ni el valor que hay en ellas”, comenta. Sus años de experiencia le han enseñado que la dejadez del Gobierno y la falta de una entrada cómoda hacen que no les llame la atención.

Y, aunque no están documentadas en libros de historia, estudiosos extranjeros se han interesado por ellas. Incluso, asegura que “han sido comparadas con las cuevas de Altamira en España por su arte rupestre. Incluso, hay unas cuevas a las que, sencillamente, no llevo a todo el mundo porque estaría promoviendo que las lastimen”, asegura.

Estas cuevas, según explica el arqueólogo Roberto Martínez, una de las personas más conocedoras del tema, no han sido contadas –ni exploradas– en su totalidad, pero él estima que son más de 26. Para el hombre, que ha recibido ofertas por parte del Museo Smithsonian de Washington DC para adquirir la colección personal de hallazgos en Las Cabachuelas, el valor más importante que ha encontrado en años de investigación es que hubo mucha sobrevivencia indígena en la Isla.