Le dicen hasta luego al guardia de Taco Maker asesinado en asalto

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Fortalecida en la fe, la familia del guardia de seguridad Rafael Díaz Báez, de 27 años, lo despidió ayer luego que fuera asesinado el jueves pasado mientras laboraba en el Taco Maker, de la PR-167, en Buena Vista, Bayamón.
En gran medida esa paz mental que proyectaron ayer tanto la viuda del joven, Gladymil Fernández, como la madre del guardia, Margarita Báez, se debe a que el viernes quedó encarcelado el presunto asesino del joven, José Cruz Acosta, de 21 años. Éste mató a Díaz Báez en la noche del jueves cuando intentó asaltar el restaurante de cómida rápida.
“Yo no le deseo ningún mal. Sólo espero que en algún momento esté arrepentido y le pida perdón a Dios por lo que hizo. Deseo que se haga justicia y que tome conciencia”, dijo con mucha serenidad doña Margarita.
Los restos de Rafa, como le decían de cariño al guardia, yacían ayer en la Funeraria Ascencio, en Bayamón. En el féretro había muchas fotos del joven sonreído junto a sus hijos. Rafa tenía cuatro hijos: de siete, seis y tres años, el menor de dos meses de edad.
Para Margarita, la pérdida de Rafa es la pérdida de su único hijo varón. Sin embargo, la conforta el hecho de que su hijo fue su mayor orgullo según dijo ayer a este diario.
“Él era un ser especial, era tremendo hijo. Me llamaba todos los días. Me preguntaba qué había comido y también me llamaba para decirme que me despertara”, contó la madre del joven.
Y es que madre e hijo compartían en común que ambos tenían dos trabajos. Él trabajaba de día para una compañía de contadores y luego como guardia de seguridad. Ella es enfermera y también cuidadora de enfermos.
A su entender, ¿qué está pasando que hombres jóvenes matan a otros?
El problema está en el corazón del hogar. Somos nosotros los padres los que tenemos que inculcar los valores necesarios para que nuestros hijos sean personas de bien. No se puede dejar a los niños pequeños a su suerte porque se descarrilan.
Por su parte, Gladymil lucía también muy tranquila. Y es que ayer fue a la iglesia y encontró lo que estaba buscando, según explicó.
“Fui a la iglesia y encontré la respuesta que necesitaba escuchar. Supe que Dios estaba conmigo y que Él estará conmigo en medio del dolor y que me dará fuerzas”, dijo a este diario.
Fue evidente la unión familiar de los seres queridos del guardia de seguridad y también cuánto lo querían. La madre de sus dos hijos más grandes, Alexandra Molina, también confortó a Margarita y Gladymil.