Cristian Molina Figueroa, uno de los tres individuos que participaron en el robo domiciliario que culminó en el asesinato del ex integrante del equipo nacional de baloncesto, Félix Javier Pérez, y quien se convirtió en testigo de la fiscalía, no fue recomendado ayer para recibir sentencia suspendida.

Con el testimonio de Molina Figueroa, el Ministerio Público logró las convicciones de los otros dos sujetos, Moisés Mercado Flores, quien fue señalado como autor del crimen, y Aneudis Reyes Lamis.

Molina Figueroa debía ser sentenciado ayer, pero el juez superior de Bayamón Jesús Peluyera Santiago aplazó la vista para el 9 de noviembre porque el abogado de defensa, Ismael Cuevas, anunció que impugnará el informe presentencia, ya que no fue favorable a su cliente, quien es coacusado en el caso.

Molina Figueroa fue el testigo principal en el juicio contra Mercado Flores, quien hace dos semanas fue sentenciado a cumplir 24 años naturales de prisión.

El informe sociopenal también fue negativo para Mercado Flores, quien tiene 18 años de edad. En mayo pasado, un jurado lo encontró culpable de asesinato en segundo grado, robo y conspiración.

Reyes Lamis no fue a juicio porque se declaró culpable de los hechos y obtuvo una condena de 20 años de cárcel.

Molina Figueroa declaró que fue Mercado Flores el que haló el gatillo contra el baloncelista cuando éste trató de evitar que escalaran la residencia de su vecino, Ricardo de Varona, en la urbanización Torre Molinos, en Guaynabo, la madrugada del 21 de septiembre de 2005.

El espigado ex integrante de la Selección Nacional, de seis pies y 10 pulgadas, enfrentó a los tres asaltantes con una pistola Smith & Wesson Tactical para la cual tenía licencia, pero sin percatarse de que el arma estaba descargada.

En el informe presentencia de Mercado Flores, el convicto admitió que participó en la planificación del robo domiciliario junto a Molina Figueroa y Reyes Lamis y que se enteraron de que en la residencia de Varona había objetos de valor por una empleada doméstica, que era conocida de uno de ellos.

Según el testimonio de Molina Figueroa, el día de los hechos Reyes Lamis portaba una pistola de “embuste” y el único que portaba un arma calibre 40 era Mercado Flores.