Los hospitales de Puerto Rico deben ofrecerles a los papás de los bebés prematuros información sobre las complicaciones de salud que enfrentan muchos de estos niños;  sobre el cuidado que estos requieren y el apoyo que necesitan para sobrevivir durante sus primeros meses de vida.

El ex presidente de la Cámara de Representantes José Aponte presentó legislación a esos efectos y anunció que esta información se le debe entregar a los padres por escrito y en un lenguaje claro, que ellos puedan entender.

De aprobarse la medida, los hospitales vendrían obligados a suministrarles el siguiente material a los papás:

Información sobre los problemas de salud que afectan a estos infantes, tales como aumento en el riesgo de padecer problemas de desarrollo; de desarrollar infecciones;  enfermedad pulmonar crónica; discapacidad visual y auditiva; problemas respiratorios; en  la alimentación; de hiperactividad; además de una mayor propensión a morir.

Los niños que nacieron prematuros pueden desarrollar complicaciones a largo plazo, asociadas a las habilidades motoras finas y se les puede afectar incluso su capacidad de hablar,  leer y escribir.

Aponte está requiriendo que los padres reciban información adicional de cómo prevenir, o reducir al mínimo, las enfermedades infecciosas en sus hijos.

Los hospitales también les deben entregar a los padres información sobre los programas que ayudan a las familias  en el diseño del cuidado y apoyo a estos bebés.

Se considera un parto prematuro aquel que ocurre antes de que se hayan cumplido 37 semanas de embarazo.

A nivel mundial, nacen cada año 15 millones de bebés prematuros y según la Organización Mundial de la Salud, más de un millón no sobrevive.

Los bebés prematuros pueden necesitar cuidados especiales, si presentan bajo peso al nacer, pierden fácilmente el calor corporal  o presentan dificultades a la hora de alimentarse o respirar.

Son propensos a desarrollar enfermedades infecciosas graves, porque su sistema inmunológico no está totalmente desarrollado.

Se estima que más de tres cuartas partes  de los bebés prematuros pueden salvarse si se les proveen los cuidados adecuados.