Limitado a la agricultura el uso de trabajadores extranjeros en la Isla
Esta industria es la que más trabajadores recibe, muchos de ellos desde Centroamérica y el Caribe.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
PUBLICIDAD
Ante la situación de escasez de mano de obra que enfrenta Puerto Rico, una de las posibilidades que se han mencionado como alternativa para atender ese reto es traer obreros de otras naciones para que trabajen aquí, bajo alguno de los programas a esos efectos que ya existen, y que son regulados por las autoridades federales a cargo de los asuntos de migración.
Tan reciente como la semana pasada, en respuesta a preguntas de los medios sobre la falta de trabajadores en algunos proyectos de reconstrucción, el gobernador Pedro Pierluisi retomó ese tema durante una conferencia de prensa, aunque no tenía noticias alentadoras, pues no se había producido ningún movimiento desde Washington que indicara que el gobierno federal fuese a hacer implementar cambio en las leyes migratorias que pudiese permitir mayor flujo de trabajadores foráneos.
Esa práctica de traer trabajadores de otros países ya se ha usado antes en Puerto Rico, aunque no de manera muy extendida. De hecho, según indicó el secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Gabriel Maldonado González, es algo que se continúa haciendo de manera regular cada año en la industria de la agricultura, con algunos cientos de obreros extranjeros que vienen a trabajar en las cosechas.
Sin embargo, explicó el secretario, en el caso de los trabajadores agrícolas existe una ventaja de que no hay un límite sobre cuántos podrían venir a laborar a los Estados Unidos y sus territorios, lo que no ocurre con los obreros que pudiesen llegara a trabajar en otros sectores.
Visas distintas
“Recordemos que estos tipos de visa, que son las que manejamos acá, una es la H2A, que es para el sector agrícola solamente, y tenemos la H2B, que es para lo que no sea agrícola, que ahí incluyes construcción y cualquier otra cosa”, detalló.
El secretario agregó que, aunque estas visas existen desde hace mucho tiempo, en Puerto Rico han ganado atención recientemente por todos los proyectos de reconstrucción y la alta demanda de mano de obra que conllevan.
Aunque son dos tipos de visas parecidas, tienen algunas diferencias, “y una de las más fundamentales es que la visa H2A no tiene límite de personas que pueden llegar a Estados Unidos vía este mecanismo, mientras que la H2B sí tiene un tope de 66,000 personas que se va a aplicar a todas las jurisdicciones”.
Para ambos casos, el patrono que quiere traer trabajadores de otros países tiene que incurrir en un sinnúmero de gastos, desde proveer viaje, alimentación y alojamiento para los trabajadores, hasta buscar gestores o abogados especialistas en inmigración que ayuden con los documentos para las visas.
En el caso de la H2A para trabajadores agrícolas, Maldonado explicó que el DTRH proyecta que “a medida que pasa el tiempo va a ser cada vez más importante, y cada vez debería ser utilizada más por los patronos agrícolas en Puerto Rico, para poder obtener la mano de obra que hace falta para la agricultura, la cosecha, siembre y demás”.
“Y ya lo hemos visto. Poco a poco hemos visto que el número ha ido incrementando”, afirmó.
Sin embargo, en el caso de la H2B, “con esa limitación (de 66,000 visas) definitivamente ha sido muy complicado nosotros poder usar esa herramienta efectivamente, de la manera que nosotros quisiéramos”, afirmó, recordando que otros estados también enfrentan una situación de falta de mano de obra y todos compiten por esa limitada cantidad de visas disponibles.
“Y a eso tienes que añadirle de que estos son procesos que son complicados, que se trabajan con el gobierno federal, son diferentes agencias del gobierno federal que están involucradas. El proceso es costoso y también toma tiempo, toma varios meses para poder concretar”, indicó.
Agregó que por esa razón han llevado propuestas ante agencias federales, el ejecutivo federal, el Congreso federal, en busca que se atienda el tema de alguna forma en que la Isla pueda sacarle provecho, ya sea con alguna dispensa o mecanismo nuevo. No obstante, reconoció que los temas de migración son controversiales y muy difíciles de mover en Washington.
Así las cosas, de esos dos tipos de visa para trabajadores extranjeros, en Puerto Rico solo la H2A para obreros agrícolas tiene algún aporte, pues el de la H2B es prácticamente nulo.
De acuerdo con las cifras que ofreció Maldonado, para el año programa 2021, que es equivalente a un año fiscal que corre de julio a junio del año siguiente, en Puerto Rico hubo 28 solicitudes de visas H2A, que incluyeron a 233 trabajadores solicitados. De esos, llegaron 204 trabajadores.
En el año programa 2022, las solicitudes de H2A, de las cuales hay todavía algunas activas, subieron a 56, que incluían a 498 trabajadores. De esos, llegaron unos 338 y podrían llegar todavía unos 58 más.
De visas H2B, agregó Maldonado, son muy pocos patronos los que solicitan, y en consecuencia también mucho menor la cantidad de trabajadores solicitados, “y la realidad es que la mayoría de esas solicitudes se deniegan”.
Otro dato con respecto a las visas para obreros agrícolas es que, aunque en otros lugares suele trasladarse a estos empleados según las temporadas, en Puerto Rico, esas visas H2A “se mueven todo el año”.
Los trabajadores que vienen a la Isla, agregó el secretario, “vienen de varios lugares. En la H2A vienen muchos de Costa Rica, de Honduras, de Colombia, de República Dominicana han llegado también, han llegado de El Salvador, de Guatemala, de Nicaragua”.
En cuanto al salario de los obreros extranjeros que llegan a laborar con esas visas, su paga se regula por el Departamento del Trabajo federal. Actualmente, para esos obreros agrícolas, desde el 1 de julio pasado, el Departamento del Trabajo federal determinó un salario mínimo de $9.70 por hora.
Aunque no es un asunto de jurisdicción del DTRH, y los datos específicos los manejan las agencias federales a cargo, Maldonado comentó que, hasta donde sabe, esos trabajadores extranjeros regresan a sus países de origen, y no tiene conocimiento de algún caso que la persona haya intentado quedarse en la Isla.
Por otro lado, y mientras continúan buscando alternativas para poder traer más trabajadores del extranjero, en particular para atender esos sectores con déficit de mano de obra, Maldonado aseguró que el DTRH “ha estado activo por la parte de orientar patronos, para que sepan a dónde ir y qué tienen hacer para ser exitosos al momento de obtener esas visas, y también hemos hecho eventos de orientación al público en general, pero enfocado en patronos”, en cooperación con el Departamento de Estado y COR3 (Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia).
Agregó que, aunque se ha resaltado la situación de mano escasez de trabajadores en la industria de la construcción, la misma situación ocurre a través de resto de las industrias.
“Literalmente, todos los sectores industriales están diciendo: ‘me hace falta más’”, así que por eso trabajan en varias estrategias para poder suplir esa mano de obra que hace falta, tales como atraer personas que se fueron de Puerto Rico y buscar que más personas del millón que están fuera de la fuerza laboral se integren a la misma y “puedan mejorar su calidad a través del trabajo”.
“En el DTRH, así como otros componentes del gobierno de Puerto Rico, vamos a seguir trabajando con las poblaciones que entendemos que pueden ayudar a suplir el reto de mano de obra adicional que estamos teniendo en Puerto Rico, y que es una tendencia mundial. Y nuestra meta es que juntos, con las diferentes iniciativas que tenemos cada cual, nos podamos unir todos en este esfuerzo y lograr lo que queremos, que al final del día es aumentar la participación laboral y que todos los patronos de Puerto Rico tengan la mano de obra que necesitan para sostener sus operaciones y continuar creciendo, en una época donde, gracias a Dios, estamos experimentando un repunte en la actividad económica que no veíamos hace mucho tiempo en Puerto Rico”, añadió Maldonado.