Orocovis. Dejando clara una vez más su pasión por Puerto Rico y por el café, el reconocido artista Lin-Manuel Miranda celebró junto a su familia en una finca de Orocovis el avance logrado con la iniciativa “Revive el Cafetal Puertorriqueño”, que lanzaron junto a la Hispanic Federation y un grupo de entidades colaboradoras poco después del azote de los huracanes Irma y María (2017), en un esfuerzo por rehabilitar los devastados cafetales de la Isla.

“Mira, ‘Hamilton’ no existe sin café. ‘Moana’ y ‘Encanto’ no existen sin muchas tazas de café, muchas noches sin dormir”, afirmó el cantante, actor, compositor y dramaturgo, recordando que, tal es su pasión por esta bebida que lleva un tatuaje de una taza de café en un tobillo.

Recordó que al llegar a Puerto Rico tras la devastación que dejó María vio “por primera vez en mi vida un otoño en la Isla, de tantos árboles caídos”, y le quedó claro que la tarea por delante iba a ser “muy difícil” y necesitaría de “expertos en esta industria de todos los sectores”.

“Eso fue hace cinco años. Y para poder estar aquí mirando plantas y ese trabajo que se ha hecho con las fincas independientes, es algo increíble”, afirmó.

Lin-Manuel explicó que lo que se ve hoy, literalmente, es el fruto del trabajo de lo que en un momento llamaron los “Coffee Avengers”, que es “una mezcla de organizaciones que no solo comparten semillas y plantas para lograr café, sino también las mejores prácticas para tener una cosecha resiliente que pueda sobrevivir año tras año”.

“Esto es algo que toma muchos años. Necesitaban ayuda. Y la caballería no iba a llegar. Así que nos tocaba a nosotros ayudar”, insistió, Lin-Manuel, con evidente satisfacción por el resultado que se veía en la finca orocoveña.

Este proyecto conllevó la movilización de importantes empresas que unieron esfuerzos para darle la ayuda a los caficultores boricuas.
Este proyecto conllevó la movilización de importantes empresas que unieron esfuerzos para darle la ayuda a los caficultores boricuas. (Ramon "Tonito" Zayas)

La nostalgia es el mejor abono

Mientras, para la familia Burgos Rosario, cuya finca familiar en el barrio Cacao acogió la celebración, poder comenzar a cosechar el café significó hacer realidad el sueño de don Antonio Burgos, quien mantenía ese deseo de revivir aquel cafetal de la familia por el que había corrido y jugado cuando era un niño.

Su hijo, Carlos, explicó que, luego de conocer que había arbolitos de café disponible para sembrar, se motivaron y “empezamos a sembrar la finca”, proceso que comenzó hace dos años con unos 2,000 cafetos de la variedad limaní.

“En esta finca la casa ni se veía de tantos árboles que tenía cuando nosotros la cogimos. Esto estaba completamente abandonado, más de 50 años que no se estaba usando la finca. Fue una herencia y papi la adquirió después, por eso mismo de la nostalgia, de que él se crió aquí y todo eso. Por eso fue que nos motivó”, explicó Carlos.

“Mi abuelito sembraba café, yo quise seguir lo que él estaba sembrando. Por eso me decidí por el café”, comentó don Antonio. “Dos añitos tienen esos arbolitos y se ven preciosos y bien productivos”.

“Los vimos crecer desde pequeñitos (los arbolitos) y eso fue la satisfacción más grande. Era una alegría verlos crecer”, agregó doña Marta Rosario.

Aunque apenas están comenzando a cosechar, la familia espera aumentar paulatinamente la siembra de café, a través de las siete cuerdas de la finca.

“Yo me siento bien orgulloso, de verdad, bien satisfecho y orgulloso del apoyo que nos han dado. Sin ellos no hubiera sido posible esta plantación como está”, insistió don Antonio, con una expresión de satisfacción, parado junto a una de las plantas llenas de frutillas rojas, bajo grandes árboles y matas de plátano que ofrecen su sombra al cafetal.

Cabe destacar que, aunque la norma es que el café se pueda cosechar a los tres años de su siembra, en este caso se está cosechando a los dos años, algo que, según los expertos presentes en la celebración, responde a la buena selección de semillas, la buena siembra y el cuidado que le ha puesto la familia Burgos Rosario.

De hecho, una parte importante del proyecto consiste en mantener semillas de buena calidad de diferentes variedades, además de limaní y frontón que distinguen a Puerto Rico, en varias partes de la Isla, de manera que, en caso de otro desastre natural, haya una fuente a la que se pueda acudir para poder resembrar arbolitos y recuperar las siembras lo antes posible.

Llenos de satisfacción

Por su parte, Luis Miranda, padre de Lin-Manuel y presidente fundador de Hispanic Federation, recordó que, en los días posteriores a María, mientras su hijo creaba una canción para buscar recaudar fondos “para los trabajos que sabíamos que sabíamos que íbamos a tener al frente”, y comenzaban a hablar qué proyectos debían asumir, “uno de los primeros que discutimos fue el de la industria del café”.

“A mí, mis papás y mis abuelos siempre me decían que los papas en El Vaticano tomaban café de Puerto Rico. Así que, si eso fue importante en el siglo XVIII, tiene que seguir siendo importante en estos momentos. Pero lo único que nosotros sabíamos del café era colarlo y tomarlo. Así que, conseguir este aparato de gente que representan todos los sectores importantes en la producción del café, ha sido ese trabajo colectivo. Y estar aquí, claramente es como la primera parte de ese sueño. Y ver a la familia, Carlos, Marta, Antonio, como su sueño, de sus abuelos, se convierte en realidad, de verdad que es de mucha satisfacción”, afirmó Luis Miranda.

Frankie Miranda, presidente y principal oficial ejecutivo de Hispanic Federation, resaltó que todo surgió de la respuesta que dio la diáspora puertorriqueña al llamado de auxilio que salió desde Puerto Rico tras la devastación de María.

“Además de todos los eventos y todas las iniciativas que se han hecho, este (proyecto) es representativo de lo que se puede hacer cuando el sector sin fines de lucro, la filantropía y el sector privado se unen para ayudar a aquellos que más lo necesitan cuando el gobierno colapsa y el gobierno federal no está presente”, afirmó el líder de la organización sin fines de lucro que, además de este proyecto para levantar el café, está involucrado en un sinnúmero de otras iniciativas para ayudar a las comunidades.

De hecho, según explicó Frankie Miranda, en los pasados cinco años, gracias a los esfuerzos de la familia Miranda, la Federación Hispana, el grupo de trabajo, los colaboradores, la diáspora, más de 200,000 individuos que han donado al esfuerzo, “hemos invertido en Puerto Rico al día de hoy más de $50 millones dirigidos a iniciativas comunitarias y mayormente inversiones a organizaciones sin fines de lucro aquí en Puerto Rico”.

Además de Hispanic Federation, también estuvieron en la celebración varias empresas que han estado colaborando con “Revive el Cafetal Puertorriqueño”, como Procafé, Puerto Rico Coffee Roasters, Fundación Colibrí, TechnoServe, Nespresso, y Starbucks, entre otros.

Iris Jannette Rodríguez, presidenta de la asociación de productores de café de Puerto Rico, Procafé, afirmó que, además de ofrecer esperanza para revivir el café, el proyecto permitió empezar de cero, “pero bien, con nuevas técnicas, nueva tecnología, buenas semillas y buenos ‘partners’”. Sostuvo que el proyecto ha beneficiado a 1,139 agricultores, sus familias y comunidades de 21 municipios del centro de la Isla. Agregó, sin embargo, que queda “mucho espacio para crecer” pues con el huracán se perdieron de 18 a 20 millones de árboles de café, y solo se han podido plantar unos 3 a 4 millones de árboles.

Comoquiera, según resaltaron en la celebración, gracias estos esfuerzos, la cosecha de café en la Isla ya logró sobrepasar niveles pre María, y se encamina a seguir creciendo.

Lin-Manuel Miranda encabezó la celebración de este esfuerzo, que comenzó después del azote del huracán María, liderado por la Hispanic Federation.